Muchas tradiciones de limpieza israelíes están asociadas con el kashrut. Por ejemplo, se recomienda tener dos juegos de platos: uno para lácteos y otro para productos cárnicos. Además, allí no se preparan los platillos de carne y los lácteos en la misma estufa. Para cada uno de estos tipos de comidas, también hay un juego de manteles y servilletas.
Antes de Pésaj (Pascua judía), los israelíes tienen que limpiar a fondo sus hogares y eliminar los restos de jametz: productos de levadura (por ejemplo, pan). Por lo tanto, limpian la cocina de una forma muy minuciosa. Al mismo tiempo, pasan a través del fuego o enjuagan con agua hirviendo los platos que se han utilizado durante todo el año.
Si una familia israelí vive en una casa y no en un departamento, el piso se lava de una manera especial: se vierte una cubeta de agua; después, con un jalador o secador de goma, se dirige el agua hacia las esquinas y posteriormente se lleva hacia la puerta o hacia un cuarto de baño con desagüe.
El agua fluye por los escalones, llevándose la pequeña basura, los pelos y las partículas de polvo. En este método no se usan detergentes, por eso también se considera muy ecológico. Antes del lavado, se guardan alfombras, tapetes, muebles y todo aquello que pueda ser un obstáculo para el agua.

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