A principios de los años 70, se establecieron las primeras relaciones comerciales que utilizaban la transmisión de datos a través de un ordenador, lo que permitió el intercambio de documentos como facturas y órdenes de compra. Esto mejoró significativamente la eficiencia de las empresas.

En la década de 1980, surgió la venta por catálogo o venta directa, que permitió a los clientes ver los productos de manera más realista y realizar compras por teléfono con tarjeta de crédito.

En 1989, se lanzó la World Wide Web (WWW) y en la década de 1990 surgieron las primeras tiendas en línea, incluyendo a Amazon y eBay. Después de un breve declive durante el estallido de la burbuja punto com en los primeros años 2000, el comercio electrónico continuó creciendo durante la década siguiente y hasta la actualidad.

En 2012, la empresa Pickbe instaló tiendas en línea en dos estaciones del metro de Barcelona para que los viajeros pudieran comprar productos y servicios mediante sus teléfonos móviles.

En 2014, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, las tiendas en línea en España experimentaron un aumento en su facturación interanual del 25%, alcanzando una facturación de 4100 millones de euros en el tercer trimestre del año

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