En la actualidad, se ha popularizado el uso de grandes tiendas en línea, que permiten adquirir todo tipo de productos, desde artículos de higiene personal hasta electrodomésticos, de manera rápida y conveniente. Es común encontrar reseñas curiosas y detalladas sobre artículos poco significativos, lo cual resulta entretenido. Estos sitios web permiten ahorrar tiempo y dinero al comprar productos de buena calidad a precios razonables.
Mi guardarropa se compone principalmente de artículos de marca y diseñador, y a la vez los compro por un precio ridículo. Y es porque paso mucho tiempo en los mercadillos locales virtuales. Puedo pasar horas en ellos buscando algo bueno. Luego planeo la ruta por la que recogeré todos los objetos, incluso si el vendedor ofrece entregármelos, me resulta más interesante mirar a la persona, su vida. No considero vergonzoso comprar una cosa que se usó una o dos veces, porque incluso las prendas nuevas de las tiendas fueron probadas por docenas de personas antes de que te las llevaras. Las madres jóvenes que están en baja por maternidad y tienen maridos adinerados son especialmente interesantes. Compran ropa y zapatos por aburrimiento y no los usan, y luego los venden por aburrimiento también. Puedo permitirme comprar cosas en una tienda, no en un mercado de pulgas, pero tengo demasiado tiempo libre en el trabajo y, para poder ocuparlo, me encontré este pasatiempo. El ahorro es impresionantes, y ya estoy tan metida en eso que mi tacaña interior me asfixiará si compro algo por su valor real.
Al planear un viaje, suelo ordenar souvenirs del país que visitaré en un sitio web chino con anticipación, para que lleguen a mi domicilio antes de partir. De esta manera, puedo regalarlos a mis amigos y familiares cuando regrese. Además, esta práctica me permite ahorrar dinero.
Soy muy golosa, y tengo un par de kilos de más. Decidí perder un poco de peso para el verano, comencé a comer bien, a hacer ejercicio y me comprometí conmigo misma a limitarme en los dulces de tal forma que no tenga que renunciar a ellos en absoluto, para no rendirme demasiado rápido. Decidí que de entonces en adelante no gastaría ni un centavo en dulces. Como bombones, galletas y pasteles solo cuando me los ofrecen / regalan: en una fiesta, en el trabajo, etc. No me vuelvo loca, tomo una unidad / pieza / rebanada. Es sabroso, es poco, y vaya que ahorro dinero.

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