Mi jefa tiene una política extraña con respecto a la comunicación entre colegas. Cuando ve que nos estamos comunicando demasiado, a menudo invita a una empleada a su oficina y nos aconseja amablemente que no nos comuniquemos tan estrechamente, porque “todas somos ratas”. © NkBasya / Twitter
Una vez, durante una entrevista en una reconocida empresa de TI en la ciudad, me preguntaron sobre mis expectativas salariales. Después de dar una cifra modesta, la jefa del departamento legal comentó: “¿Sabes que hay empleados que trabajan por puro gusto?”, y yo respondí: “¿Se refiere a la esclavitud?”. Suspendí la entrevista. © DuolanK / Twitter
Aquella mañana decidí usar un vestido que, sin saberlo, resultó ser el mismo que tenía mi jefa. Al verme, ella se quedó en silencio durante unos minutos, se sonrojó y luego comenzó a gritar, acusándome de humillarla. Me preguntó cómo me atrevía a usar el mismo vestido que ella, especialmente porque según ella, el vestido le quedaba mucho mejor. Me acusó de no tener respeto hacia ella, pero yo no supe cómo responder.
En una ocasión, mi compañero y yo nos dedicamos a clasificar varios palés llenos de paquetes con diferentes botellas de agua. Nos aseguramos de anotar todas las fechas de caducidad y ordenarlas adecuadamente. Pasamos horas trabajando sin parar hasta que finalmente colocamos el último paquete en su lugar. Tan pronto como me paré, nuestro jefe apareció de repente diciendo: “¿No hay trabajo que hacer? ¿Por qué están parados? Voy a encontrar algo para que hagan”. Después de eso, se fue sin decir nada más.
En una ocasión, la empresa retiró el salario de todos los empleados de nuestras cuentas bancarias, 5 días después de que se había realizado la transferencia. Esto causó que algunos de mis colegas sobregiraran sus cuentas bancarias, y tardaron dos semanas en poder recuperar ese dinero. Además, el pago del salario se retrasó por más de un mes. Cuando decidí renunciar, en lugar de entender la situación, fui regañado por falta de lealtad hacia la empresa. © broganisms / Reddit

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