A los japoneses les gustan las mascotas. En los últimos años ha tenido un ascenso la preferencia de los dueños por los gatos por encima de los perros, ya que estos últimos requieren mayor inversión de tiempo, cuidado y paseos más constantes.

Según Naka, en Japón, comprar una mascota es muy costoso, ya que, dependiendo de la raza y tamaño, pueden conseguirse animales entre los 1000 USD y 3000 USD, aunque su mantenimiento puede ser menor a 50 USD mensuales.

En Japón existe una ley que les exige a los dueños de mascotas la utilización de un microchip en sus animales, para crear una responsabilidad, prevenir el maltrato animal y la aparición de perros callejeros. Según Naka, los dueños que justifiquen que ya no pueden tener o mantener a sus animalitos, pueden llamar al Centro de Salud de Animales.

En este centro acogen a las mascotas y las colocan en adopción por una semana, pero de no conseguir una nueva familia sustituta, las sacrifican. Afortunadamente, hay mucha conciencia social y refugios que cuidan y dan en adopción a estos animales para que esto no suceda. Incluso hay locales donde tienen gatos. En la isla de Aoshima, por ejemplo, hay cerca de 120 felinos y solo 20 personas.

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