“Debido a que [necesitaba la silla de ruedas], siempre tenía que estar detrás de él empujándole, porque al principio no podía autopropulsarse”, explicó Emma, recordando su momento especial.

“Así que ese baile fue un tipo diferente de cercanía. Hasta entonces, ni siquiera sabía que era más alto que yo”, se maravilló. “Ahora que ya está hecho, no parece real: quiero volver a hacerlo”.

MacDowell le propuso matrimonio a Emma cuatro años después de conocerse en un grupo de apoyo, e inmediatamente se lanzaron a planear su gran día. Sin embargo, interrumpieron sus planes cuando el padre de Emma falleció poco después de comprometerse.

“Su muerte puso las cosas en perspectiva: durante un tiempo no le vi sentido a casarme, porque mi padre no estaría allí”, cuenta Emma. “Pero cuando Barry sugirió en su lugar que tuviéramos una boda tranquila, me di cuenta de que, después de todo, sí quería compartirla con mucha gente”.

A principios de 2022 reservaron el local y empezaron a preparar su gran día, pero el futuro novio tenía algo más que quería hacer: bailar con Emma.

MacDowell decidió que quería hacer que ese día fuera aún más especial: se dedicó durante un año a hacer fisioterapia para aprender a mantenerse en pie y poder bailar correctamente en su gran día.

Así que la enamorada pareja escocesa recurrió a la ayuda de Move4ward, una organización especializada en neurofisioterapia y rehabilitación, para que le ayudara a conseguir su objetivo.

“Fue increíble. Les conté lo del primer baile de la boda, y me dijeron: ’Sí, haremos que lo hagas’”, recuerda.

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