“Estaba lleno de energía y alegría”, relata West. “Permanecí cerca de una hora, observándolo mientras comía y jugaba. Tomé algunas fotografías y simplemente me sentí aliviado de que las cosas hayan salido como salieron”.

Al final, West se marchó, dejando al animal, que estuvo en peligro antes, en un estado mucho mejor del que lo encontró.

En cierto sentido, fue un acto desinteresado, ya que no hubo intercambio de palabras. Sin embargo, para West, estar allí para salvar una vida fue una recompensa en sí misma.

“La gratificación que el alce me brindó fue más que suficiente”, concluyó.

Es reconfortante saber que el mundo está lleno de héroes como James, que están siempre allí para dar una mano amable a los animales que comparten nuestro planeta. Los animales nunca olvidan tales actos de generosidad, o al menos así fue para una bella vaca ciega que fue rescatada y la manera en que expresa su agradecimiento te calentará el corazón.

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