En el reino animal, las madres son muy abnegadas, siendo raras las perras que rechazan a sus cachorros debido a predisposiciones genéticas de ciertas razas. Las razas creadas por el ser humano con fines estéticos, a menudo no tienen desarrollado el instinto maternal. Además, puede haber complicaciones durante el parto en crías que nacen con malformaciones genéticas debido a cruces consanguíneos, especialmente en razas finas.

Los dueños deben evaluar la salud de los machos y hembras antes de decidir reproducirlos, aunque lo mejor es la castración. Las perras pueden tener hasta 15 cachorros en una camada y su gestación dura entre 45 y 55 días, mientras que la de las gatas dura de 58 a 67 días. Después del parto, tanto las crías como la madre deben estar en un espacio tranquilo y adecuado, sin la presencia del macho ni de otras personas, especialmente niños, al menos durante los primeros 15 días. Se recomienda que un veterinario supervise el desarrollo de los cachorros y se asegure de que sean adoptados por hogares responsables que estén dispuestos a cuidarlos durante toda su vida.

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