Para los adultos mayores, existen rutinas de ejercicios muy beneficiosas que pueden estimular la memoria a corto y largo plazo, el pensamiento crítico, la orientación visual y espacial, el cálculo y el lenguaje. Es importante cambiar estas rutinas de ejercicios para desafiar al cerebro y crear nuevas conexiones neuronales.

No es imprescindible realizar juegos de memoria para ejercitar la memoria, ya que la lectura, la visita a lugares nuevos, el aprendizaje de algo nuevo, el estudio o la música también pueden estimularla. Para desarrollar el pensamiento crítico, es necesario cuestionar aquello que damos por sentado, modificar nuestro punto de vista y desarrollar nuevas ideas.

Sin embargo, los juegos de memoria, el cálculo mental y el aprendizaje de nuevos conceptos no son las únicas formas de ejercitar el cerebro. Es posible introducir cambios en los hábitos cotidianos que contribuyen a su estimulación, como cepillarse los dientes con la mano contraria, cambiar el orden de la rutina diaria o la dirección hacia un lugar, ducharse con los ojos cerrados para tomar conciencia del entorno, jugar con monedas y adivinar su valor solo por el tacto, leer en voz alta, pintar, dibujar, cantar o bailar.

Además de estos ejercicios, otras formas de mantener el cerebro activo son las actividades de ocio, las relaciones sociales y el buen descanso.

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