Al explicar la situación, Mountain afirmó que había recibido un mensaje de un cliente vegano antes de su visita al restaurante, y les aseguró que podría ofrecerles opciones con verduras y ñoquis. Sin embargo, el día en que el cliente debía llegar, Mountain se encontraba ocupado con una función privada que había olvidado que debía atender.

Al día siguiente, según relató Mountain, recibió una queja por parte del cliente, quien afirmaba que le habían servido una comida vegetariana insatisfactoria por 32 dólares australianos (21 dólares estadounidenses).

En un mensaje directo de queja, el cliente escribió lo siguiente: “Mi única opción era el plato de vegetales... estaba bien, pero no me llenó mucho... y me sorprendió ver que costaba 32 dólares”.

“Espero ver algunas mejoras en su menú, ya que he vivido en Connolly durante mucho tiempo y he visto muchos restaurantes abrir y cerrar en ese edificio, ninguno de ellos ha durado. Si no te adaptas a los tiempos, no tengo confianza en que tu restaurante lo logre”, finalizó diciendo. “Creo que en la actualidad es increíblemente importante que los restaurantes puedan satisfacer a todos los comensales, y el hecho de no poder ofrecer comidas basadas en plantas muestra tus deficiencias como chef”.

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