Desde hace mucho tiempo, los científicos están preocupados por los desechos plásticos que terminan en el océano. Anualmente, hasta 12,7 millones de toneladas de plástico acaban en las aguas: la envergadura de la contaminación es aterradora. Es necesario resolver este problema a nivel mundial, y no es suficiente con la participación de los activistas.

La organización Greenpeace ya está efectuando investigaciones para la creación de plásticos biodegradables. Este material se elabora con caña de azúcar y es mucho más fácil de reciclar.

Además, los científicos de Europa oriental han producido un film plástico hecho de gelatina y una empresa finlandesa lanzó a la producción popotes fabricados a partir de desechos de madera.

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