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13 Tips para que tu elección de calzado no termine en tirar dinero a la basura

Lucir de acuerdo a las tendencias puede ser deseable para muchos. Sin embargo, no todo se reduce a la apariencia, sino que también es necesario buscar calidad y elegir prendas que no sean incómodas, o incluso, perjudiciales para nuestra salud. En nuestros pies hay que poner especial atención, pues soportan nuestro peso, nos llevan a todos lados y conviene tomar decisiones basadas en la comodidad, más que en la estética.

1. Forro de algodón

Tus mocasines o zapatos pueden ser 100 % de cuero, pero mira su forro cuando vayas a comprarlos. Puede resultar que es de un bonito chintz, muy natural. Es un material transpirable y maravilloso, pero ten en cuenta que prácticamente no se estira y es adecuado solo para aquellos que tienen un pie estándar. Por lo tanto, si esperas que los mocasines de cuero suave, forrados por dentro con un paño de algodón, se estiren y después de un par de usos adopten una forma cómoda para un pie no estándar, olvídalo: mantendrán su forma perfectamente, pero es poco probable que se conviertan en unos zapatos cómodos.

2. Plataforma demasiado alta

Gregorio Binuya / Everett Collection / East News

Los zapatos con una plataforma alta son una buena opción para aquellos que quieren agregarse altura y alargar visualmente sus piernas. Sin embargo, el sentido de moderación es bueno en todo: una plataforma que se estrecha hacia abajo con una altura de más de 2 cm es inestable y aumenta el riesgo de doblarse el pie.

3. Forro sintético

El forro sintético es, a menudo, más elástico, pero el pie suda más fuerte en telas sintéticas, especialmente si los zapatos son de cuero o dermatina. Lo mismo ocurre con las plantillas de cuero sintético: a menudo, el fabricante hace la parte de afuera de cuero y, para ahorrar, fabrica la plantilla con dermatina suave. El efecto es similar: el pie suda en verano en las sandalias, y en otoño en las botas.

  • Si el material no es natural, el pie sudará, incluso si se trata de chanclas abiertas por todos lados. Así es como compruebo si los vendedores negligentes, que aseguran que se trata de cuero, dicen la verdad. © Victoria / Babyblog

Una piel sintética de alta calidad utilizada en el forro de las sandalias puede crear un efecto similar. El “cuero” muy suave y delicado en el interior de la parte de arriba de estos zapatos no permite que los lados se estiren según la forma del pie, lo que puede causar bastantes ampollas. Si tienes un pie no estándar y deseas que los zapatos se asienten correctamente en él, es mejor comprar calzado sin ningún forro, solo hecho de cuero.

4. Parte superior de plástico transparente

Image Press Agency / BWP Media / East News

Estos zapatos parecen ligeros y aireados, pero no son particularmente cómodos de usar: por lo general, el plástico transparente es bastante duro. Además, la piel debajo de él comienza a sudar rápidamente y, debido a eso, se pega al zapato, lo que no es una sensación particularmente agradable.

5. Forro de cuero sintético

Otro problema es el cuero sintético en el interior del zapato, tan agradable al tacto y similar a la delicada silicona. Los zapatos con este forro apenas áspero no pueden usarse cómodamente ni con pantimedias ni con calcetines de algodón: para la tela, dicha superficie es demasiado rugosa, por lo que el pie no se desliza dentro de los zapatos. Como resultado, las medias y los calcetines se estiran demasiado y causan molestias. Además, esto hace que aparezcan agujeros rápidamente en la zona de los dedos.

6. Cuero demasiado suave

Las botas hechas de cuero suave compran por su suavidad y apariencia cara. Solo hay un problema con ellas: a menudo, precisamente debido a la suavidad, la bota no mantiene su forma y se desliza gradualmente hacia abajo al caminar. Tienes que levantarla constantemente o resignarte y silenciar a tu perfeccionista interno.

7. Soporte de arco en zapatos con tacón

El soporte de arco merece una mención aparte. Esta parte está oculta a la vista, pero los zapatos de tacón alto no serán posibles de usar a menos que tengan esta placa de metal. Da rigidez y no permite que el calzado se deforme donde el pie se dobla al caminar. Si el arco se rompe, lo sientes instantáneamente: el talón comienza a retroceder y el centro de gravedad cambia.

Desafortunadamente, solo es posible determinar qué tan correctamente está colocado este detalle tan importante al usar los zapatos. Unas botas con un tacón pequeño, muy cómodas a primera vista, pueden envenenar en gran medida la vida de cualquiera debido a un arco ligeramente desplazado o sobresaliente. Por lo tanto, al comprar, hay que prestar atención al más mínimo inconveniente: un bulto apenas perceptible en la plantilla, la más mínima molestia al caminar, entre otros detalles. Todo esto puede convertir tu vida en una tortura en literalmente una o dos horas.

8. Botas de lluvia que no son de goma

Los zapatos hechos de plástico blando poroso han entrado firmemente en nuestras vidas: la compañía Crocs, que produce zapatos ligeros y coloridos para niños y adultos, es un ejemplo vívido de ello. Sin embargo, no todos los modelos son tan cómodos como nos gustaría.

Por ejemplo, las botas de goma clásicas, indispensables durante los días lluviosos, no son cómodas. Al caminar en ellas, la suela se dobla notablemente, pero lo que es bueno para la suela no siempre es bueno para otras partes del pie. En el área del tobillo, el material ya no parece tan suave y flexible, y casi no se dobla. Este detalle es casi imperceptible cuando te las pruebas en la tienda, pero con el uso regular no da las sensaciones más agradables: aprieta al caminar y no se dobla en el tobillo.

9. Zapatos puntiagudos

A menudo, los zapatos puntiagudos se ven muy elegantes. Sin embargo, seamos sinceros: no son cómodos. En primer lugar debido al hecho de que el pie toma una forma antinatural, lo cual puede llevar a una deformación. Y en segundo, las puntas largas no son prácticas: al caminar, tocan el suelo y se desgastan muy rápidamente. Como resultado, un par de zapatos relativamente nuevo, que podría usarse durante más de una temporada, se deteriora muy rápido.

10. Tenis y alpargatas de tela

Muchos fabricantes conocidos producen zapatos con la parte superior hecha de tela: es cómodo en la temporada cálida y también es económico. Sin embargo, solo pueden usarlos los felices propietarios de un pie estándar y sin defectos, mientras que las personas con un pie ancho o huesos sobresalientes tendrán dificultades con este tipo de calzado. La tela no se estira tomando la forma del pie, como el cuero natural. Además, el calzado de tela es incómodo de cuidar, y generalmente es de corta duración.

11. Zapatos de cuero de imitación

Este calzado llena los mercados y las tiendas: los modelos modernos y la asequibilidad hacen que los zapatos y las botas de cuero sintético sean bastante atractivos. Además, la tecnología moderna permite hacer materiales que se parecen mucho a la piel real. Sin embargo, el cuero sintético es mucho menos duradero que el natural, y tampoco puede estirarse y adoptar la forma de un pie. Además, el policloruro de vinilo, el material del que generalmente se fabrican los sustitutos del cuero de bajo costo, es bastante tóxico. El pie suda en él, lo que puede hacer que aparezca un olor desagradable e incluso hongos.

12. Suela de madera

TOE / Bauer Griffin / East News

Se utiliza en la fabricación de botas, sandalias y chanclas con tacón. Se ve elegante y, además, el material es extremadamente ecológico. Sin embargo, estas ventajas no son nada comparadas con lo incómodo que es caminar con este tipo de zapatos. Mientras te los pruebas, la suela parece poco usual, incluso resulta interesante. Pero después de una o dos horas, el interés es reemplazado por la comprensión de que es mejor caminar lo menos posible con un calzado así: los pies se cansan mucho y pueden aparecer callos.

Suela de goma

Muchos modelos modernos de zapatos están hechos con suelas de goma, por ejemplo, las populares Converse. Este material es bastante suave y elástico, pero a bajas temperaturas, la suela delgada del tenis puede volverse muy fría. Caminar con estos zapatos en invierno no solo es incómodo, sino que también puede ser peligroso para la salud. Así que, si te gustan mucho, consulta con un médico antes de usarlos a temperaturas bajas.

¿Cuál es tu tipo de zapato favorito? ¿Qué es lo más importante cuando compras zapatos, la comodidad o el estilo?

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