7 Trucos encubiertos que se utilizan en entrevistas de trabajo para poner a prueba a los aspirantes
A primera vista, las entrevistas laborales son un paso crucial para que los empleadores puedan conocerte a ti y a tu perfil profesional. Los gerentes de contratación pueden obtener una inmensa cantidad de información sobre los aspirantes con sencillas preguntas. Aunque parezca fácil a simple vista, esto puede incluir pruebas ocultas para que reveles si lo que dices es la neta o no.
En Ahora lo vi todo estamos un paso adelante, por lo que queremos compartirte cuáles son algunos de estos “trucos” para que llegues preparado al trabajo ideal.
1. Se te ofrece una taza de café por una razón
Últimamente, entre los empleadores se ha vuelto cada vez más popular la prueba de “la taza de café”: al comienzo de la entrevista, el jefe lleva al solicitante a la cocina y le ofrece una bebida. Al concluir esta, el empleador observará con sumo cuidado qué hará el candidato con tal taza: preguntará dónde colocarla, la dejará sobre la mesa o la fregará en la cocina él mismo.
Trent Innes, director de desarrollo de software de contabilidad en Xero Australia, quien elaboró este método, aseguró: este truco revela más sobre el carácter y los modales de una persona que sus respuestas a las preguntas. También puede mostrar qué tan rápido el candidato encajará en un equipo. En este caso, la decisión correcta es pasar después de la entrevista por la cocina y fregar la taza uno mismo.
2. El jefe te hace esperar mucho tiempo a propósito
En realidad, la prueba de la taza de café es una técnica inofensiva. Es mucho más complicado cuando se cita al candidato para mantener una entrevista a las 9 de la mañana y este, tras levantarse temprano, llega a la oficina a tiempo y resulta que el empleador está ocupado, por lo que el pobre aspirante se ve obligado a esperar 10 minutos. Y luego otros 10... y 15 más.
Esta técnica puede mostrar cuánta estabilidad emocional posee el candidato en situaciones de estrés y, en general, cuántas ganas tiene de conseguir el puesto.
3. El entrevistador empieza a gritar repentinamente
Elevar la voz, comenzar a gritar e incluso insultar es otra simulación de una situación de estrés, y también una oportunidad para poner a prueba de fuego los nervios del candidato. Los expertos aconsejan mantener la calma y responder las preguntas con la mayor tranquilidad posible.
4. El futuro jefe encomienda tareas bastante extrañas (por ejemplo, saltar por la ventana)
Otra sorpresa desagradable para el candidato puede llegar de manera oculta en forma de una misiva excéntrica, por ejemplo, saltar por la ventana. En este caso, el empleador quiere comprobar la capacidad del aspirante de pensar fuera de la caja.
Se puede salir de esta situación de la siguiente manera: subir a la ventana y saltar al suelo del despacho en el que está llevándose a cabo la entrevista. Al fin y al cabo, nadie dijo dónde había que aterrizar. O bien desarmar al entrevistador con una contrapregunta basada en un ganar-ganar: “¿Qué beneficio aportará a la compañía mi salto?”.
5. El empleador comienza a comportarse de manera inapropiada repentinamente
Otra técnica utilizada en entrevistas consiste en la presencia de un comportamiento extraño por parte del entrevistador. Este puede ignorar al candidato, mirando con atención la pantalla de la computadora, o bien, en plena entrevista, contestar una llamada y salir, dejando al aspirante solo en el despacho.
Este truco puede revelar de qué manera el candidato atraerá la atención hacia él y qué soluciones encontrará a este imprevisto. Una de las respuestas efectivas es acordar con la secretaria posponer la entrevista para otro día.
6. El candidato es presentado a todo el equipo
Es muy probable que, tras concluir la entrevista, el empleador le proponga al aspirante conocer a sus posibles compañeros de trabajo en la oficina, en un entorno no laboral o en una situación específica. Este no es solo un gesto amable: de esta manera, el empleador quiere obtener la evaluación de otros empleados en relación con el candidato.
7. El entrevistador deja caer su bolígrafo al suelo a propósito
Esta es otra prueba que puede ayudar al empleador a identificar a candidatos proclives a colaborar y ayudar. El jefe deja caer con intención su bolígrafo para contemplar la reacción del postulante. Si este instintivamente se agacha y lo levanta, lo más probable es que el puesto sea para él. Si permite que lo haga el empleador por sí solo, por desgracia, no lo será.
¿Conocías alguno de estos trucos? ¿Tienes otros para compartir? ¿Has vivido alguna de estas situaciones en una entrevista?