9 Modas excéntricas de la época victoriana que rayan en lo chocante
La época victoriana se caracterizó por la presencia de elementos extravagantes en la moda, desde corsés demasiado ajustados hasta vestidos envenenados. Es posible que el ambiente de guerra, epidemias y sistemas sociales estrictos influyera en los gustos de los victorianos y los llevara a adoptar modas tan sorprendentes. Aunque el tiempo ha pasado, todavía nos sorprende la creatividad y originalidad de la moda victoriana. 😧
1. Teñían las telas con pigmentos
Durante cierto tiempo, se utilizó el pigmento Paris Green para teñir telas y pintar paredes. Este pigmento contenía arsénico y se sabía que las personas que trabajaban con él corrían un alto riesgo de morir. Sin embargo, a pesar de las tragedias que se produjeron, no se hizo la conexión entre el arsénico y las muertes.
A pesar de los peligros, el tono de verde que se lograba con Paris Green era muy hermoso en los vestidos. Sin embargo, cuando entraba en contacto con el agua, emitía un químico que resultaba fatal para las personas. Es sorprendente pensar cómo algo tan bello pudo ser tan peligroso y letal para la salud.
2. Extendían la moda de luto
Durante la época victoriana, la esperanza de vida de la clase media era de aproximadamente 45 años. Las ciudades estaban plagadas de guerras y epidemias mortales, como el cólera, la tuberculosis, la sífilis y la viruela. Era común que las personas estuvieran en luto obligatorio por muchos familiares a lo largo de su vida. Las mujeres de clase media a menudo vestían de negro durante años como señal de duelo, lo que llevó a la creación de una moda del luto.
A menudo, estas mujeres no podían permitirse comprar un vestido negro cada vez que moría un familiar, así que teñían alguno que ya tuvieran. También debían usar botones negros, joyas negras y, si podían permitírselo, perlas negras o piedras de azabache. Sin embargo, las joyas que contenían cabello del fallecido no necesitaban ser negras. Había una estricta etiqueta en torno al luto, por lo que incluso si una mujer deseaba casarse mientras estaba de luto, su vestido debía ser negro, como se muestra en la imagen, por más sombrío que parezca hoy en día.
No es la primera vez que la moda se deja llevar por decisiones absurdas.
3. Usaban insectos para decorar sus vestidos
En la época victoriana, había una moda en la que se decoraban los vestidos con alas de escarabajos. Afortunadamente, las alas de los escarabajos son fáciles de recolectar sin dañarlos. Los insectos se aparean en grupos de decenas y mueren después, dejando sus alitas para ser recolectadas por los “cazadores” de alas.
Aunque pueda sonar un poco extraño, es posible que los vibrantes colores, brillos y tonos iridiscentes de las alas hayan llamado tanto la atención de los victorianos que decidieron utilizarlas como lentejuelas que se cosían en los vestidos para embellecerlos. Si no supiéramos que eran alas de escarabajos, probablemente solo nos parecería un bonito detalle en la ropa. En definitiva, la moda victoriana nunca dejó de sorprendernos con sus peculiares elecciones.
4. La ropa interior tenía huecos
La ropa interior tiene como función proteger una de las áreas más delicadas de nuestro cuerpo. Por lo tanto, cuando vemos prendas como estas que dejan al descubierto nuestras partes íntimas, puede parecer que no están cumpliendo con su objetivo.
Sin embargo, es posible que en la época victoriana se pensara de manera diferente. Para las mujeres de la época, el proceso de vestirse era largo y complejo. Con capas y capas de faldas sobre los miriñaques de metal, ir al baño podía convertirse en una tarea complicada si no fuera por el hecho de que la ropa interior ya incluía un orificio especialmente diseñado para ello. De esta forma, las mujeres podían realizar sus necesidades con mayor comodidad y discreción. La moda de la época victoriana siempre nos sigue sorprendiendo con sus innovadoras soluciones.
Para tener éxito en el mundo de la moda, la creatividad y la excentricidad suelen hacer equipo.
5. Usaban pelo humano para hacer sus accesorios
Los accesorios hechos con cabello humano fueron comunes en la época victoriana, especialmente entre las personas que estaban de luto por la muerte de un ser querido. Sin embargo, con el tiempo, estas piezas se convirtieron en algo que la gente común apreciaba, ya que portarlas representaba que alguien los amaba o querían recordar a alguien especial, como un esposo o un hijo que se había ido a la guerra.
Los accesorios podían ser brazaletes con trenzas de cabello, bolsas o carteras elaboradas con pelo, o incluso mechones de cabello humano dentro de medallones de vidrio. Si bien pueden parecer algo extraño para nosotros hoy en día, en aquel entonces era una forma de llevar un pedazo de la persona amada siempre con uno mismo.
6. Ajustaban tanto los corsés, que alteraban la anatomía de las mujeres
Si bien no es cierto que los corsés causaran muertes o desmayos con la frecuencia que se cree, sí tenían efectos negativos en la salud de las mujeres que los usaban. Estos se ajustaban tanto que podían limitar la respiración y causar atrofia muscular debido a la falta de uso de ciertos músculos. Además, los corsés podían cambiar la forma de los huesos del tórax y la disposición interna de los órganos, lo que afectaba la apariencia del interior del cuerpo de una mujer victoriana en comparación con una mujer moderna.
Sin embargo, afortunadamente, los corsés no hacían que las mujeres fueran más propensas a enfermedades ni acortaban su vida. La imagen adjunta muestra cómo los médicos creían que el cuerpo se deformaba debido al uso de los corsés, aunque los cambios no eran tan drásticos como se creía. En cualquier caso, el uso de corsés sigue siendo una práctica que producía efectos negativos en el cuerpo.
7. Disecaban pajaritos para ponerlos en sus sombreros
La moda de usar plumas y aves disecadas en sombreros es quizás una de las más tristes de la época victoriana. La demanda de estas decoraciones creció tanto que la población de aves comenzó a disminuir considerablemente. Afortunadamente, esta moda no duró muchos años, ya que surgieron movimientos como el de la Sociedad de Audubon y la revista Harper’s Bazaar, que promovieron la protección de las aves. Muchos de estos movimientos estaban liderados por mujeres que intentaron frenar la situación, siendo una especie de PETA victoriano.
8. Vestían faldas muy amplias faldas que se volvieron una pesadilla
Después de los vestidos más simples que se ven en las películas de Jane Austen, las faldas comenzaron a expandirse en diámetro a principios del siglo XIX. Sin embargo, las capas de faldas por sí solas no eran suficientes para lograr la forma deseada, por lo que se inventó la crinolina, una estructura de anillos de acero unidos por una cinta que proporcionaba forma y volumen a la falda.
La crinolina también permitía una mayor movilidad en las piernas de las mujeres, pero solo en teoría. Las faldas llegaron a ser tan grandes que, en algunos casos, atravesar una puerta o subir a un carruaje podía resultar difícil e incluso peligroso. Existen fotografías de la época que muestran mujeres con faldas exageradamente grandes, como la imagen de arriba.
9. Tanto a las niñas como a los niños les ponían vestidos hasta los cuatro años
El vestir a los niños con vestidos con encajes y vuelos fue una práctica común en el pasado, especialmente entre las familias más adineradas. Este tipo de vestimenta era usada desde el nacimiento hasta la edad escolar, alrededor de los cuatro años. La cantidad de encajes y vuelos en el vestido era un indicador de la riqueza de la familia del niño. Curiosamente, tanto niños como niñas usaban vestidos, lo cual contrasta con las tendencias actuales, donde los niños suelen vestirse de manera más personalizada y con prendas más infantiles.