Ahora lo vi todo
Ahora lo vi todo

10+ Adultos compartieron los motivos inauditos por los que un niño les hizo berrinche

Cuando somos niños, vemos la vida de una manera muy distinta a los demás. Nuestras preocupaciones son un poco más inmediatas y sentimos la necesidad de que atiendan nuestras exigencias en el momento exacto. Si nuestros padres no sucumben ante nuestras peticiones, lo más probable es que pasemos a nuestro método infalible desde los tiempos más antiguos: el llanto. Ahora, cuando llegamos a la adultez, nuestra perspectiva cambia y ya no podemos creer las razones por las cuales puede llegar a llorar un niño.

¿Cuál fue la razón más inusual por la que tú, tus hijos o sobrinos, llegaron a hacer un berrinche?

1.

2.

3.

4.

5.

6.

7.

8.

9.

10.

11.

12.

Bono: a veces, quienes hacen berrinches no son los niños

  • Yo jamás supe lo que era un berrinche de mi primera hija, siempre fue muy tranquila y se portaba bien. El berrinche lo hice yo cuando ella tenía 2 años y estábamos en el supermercado. Ella nunca pedía nada, pero en esa ocasión un juguete llamó poderosamente su atención y comenzó a jugar con él. Cuando nos movimos de ese sitio lo tomó y lo llevó con ella. La escena me causó tanta ternura que le pregunté si lo quería y me dijo que sí. Entonces le pedí a su papá que se lo comprara porque ella nunca pedía nada y realmente le gustaba ese juguete. La primera respuesta de él fue que no, así que le hice berrinche, diciendo que cómo era posible que se permitiera gastar en otras cosas innecesarias y no fuera capaz de darle un gusto a su hija, que yo no le pedía nada nunca con tal de que le diera todo a ella, que cómo podía ser tan egoísta con su primogénita... Y me puse a llorar como Magdalena hasta que aceptó y le compró el juguete que, por cierto, un par de días después ya no resultaba ser tan interesante para mi hija. Creo que ese día yo andaba muy sensible. © Manzanita AD / Facebook
Ahora lo vi todo/Historias/10+ Adultos compartieron los motivos inauditos por los que un niño les hizo berrinche
Compartir este artículo