Ahora lo vi todo
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12 Historias sobre la infancia de personas que parecen más ser un chiste

Todos fuimos niños inquietos con una rica imaginación, lo que significa que cada adulto también tiene algo que contar sobre su infancia. Encontramos muchas historias de usuarios sobre las situaciones embarazosas y los problemas en los que lograron meterse cuando eran pequeños. No pudimos resistirnos a compartir estas sinceras y graciosas anécdotas.

  • De niña, hice escándalo en la calle y mi madre dijo: “¡Si te portas así, le voy a decir a este señor que te lleve!”. Giré la cabeza y vi a un hermoso joven de ojos azules maravillosos, lo sigo recordando muy bien. Me alejé de mi madre y tomé de la mano al perplejo muchacho, que simplemente estaba pasando a nuestro lado. El segundo escándalo ya ocurrió por el hecho de que me separaron de él. © Habitación № 6 / VK
  • Una vez, cuando mi esposo era pequeño, tenía muchas ganas de contar algo importante durante la cena. Sus padres le aconsejaron debidamente que no hablara con la boca llena. Pensó por un momento, luego escupió la comida en su plato y continuó con su monólogo. Después de eso, la regla comenzó a ser: “Masticar, tragar y LUEGO hablar”. © astridhobbit / Twitter
  • En 1er grado, la maestra me escuchó decir: “Soy el más inteligente de la clase”. Entonces, me preguntó que por qué lo había dicho. Yo contesté: “Porque lo soy”. Ella me dijo que no era verdad, y que estaba mal presumir. Hasta el día de hoy no puedo decir que soy inteligente. © Katrin Salyers, #Ratified / Twitter
  • En la escuela primaria, decía que me gustaba una chica, y mi madre me daba una barra de chocolate para que se la regale. Pero yo le entregaba ese chocolate a un vagabundo, y él a cambio me acompañaba hasta la escuela, entonces yo les decía a todos que vivía con vagabundos. No sé en qué estaba pensando, pero todos me envidiaban. © Psycho007 / Pikabu
  • En la escuela salí con una chica durante unos 4 días, pero luego me dejó y publicó en Facebook: “A veces, tu caballero de armadura brillante resulta ser solo un perdedor en papel de aluminio”. © BoyYeetsWorld / Twitter
  • Cuando tenía 7 años, mi madre cocinaba crepas y yo estaba al lado dibujando. Sonó el timbre, mi madre corrió a abrir y me pidió que vigilara las crepas. Yo, recordando las caricaturas, decidí sacudir la sartén para que la crepa cayera perfectamente dando la vuelta, sorprendiendo así a mi madre con semejante truco. Y sí, quedó realmente sorprendida con el papel tapiz manchado de aceite y mis gritos con una crepa en la cabeza. Lo bueno es que no aterrizó en mi cara. Desde entonces, solo me permite comer las crepas y no me deja a solas con la sartén. © Unknown author / Ideer
  • A la edad de 11 años, presenté un cuento a un concurso literario para niños. Me llegó la respuesta en la que se comentaba que no podían aceptarlo en la lista competitiva, pero estaban listos para brindarme asistencia psicológica. Es que mi cuento trataba de un embrión que ahora mismo iba por los canales para nacer, sabía toda su vida de antemano y se lamentaba de que en cuanto respirara por primera vez se volvería irremediablemente menso. Sinceramente me preguntaba por qué tuvieron esa reacción (también escribieron algo como “si tienes problemas en la familia” y cosas así). Y a mí me parecía que era una historia bastante positiva. © nulool / Twitter
  • En la escuela había una chica que me gustaba mucho. La enchilaba constantemente, la molestaba, me burlaba de ella y tiraba de su pelo. En quinto grado, en la clase de lengua, tiré de su trenza demasiado fuerte. Entonces se dio vuelta y dijo: “¡Ya me tienes harta!”. Sacó unas tijeras de su mochila y se cortó la trenza. Pero no fui yo el más sorprendido, sino su madre, que era nuestra profesora de lengua. © Habitación № 6 / VK
  • A los 6 años empecé a ver fantasmas en casa. Por la noche, siempre veía algunas siluetas que me miraban, caras en el techo y cosas raras. Me quejaba constantemente con mis padres, lloraba. Al final, solo me pudo ayudar la visita... al optometrista. Resultó que tenía mala vista, por eso creía ver cosas. © Habitación № 6 / VK

¿Qué historias divertidas de la infancia tienes? Compártelas en los comentarios para convertirte en el protagonista del próximo artículo.

Imagen de portada Habitación № 6 / VK
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