Ahora lo vi todo
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15+ Historias de personas que no crecieron con mucho, pero su infancia fue igual de feliz

No todos tienen la suerte de crecer en la abundancia y pueden permitirse lo que quieran. Pero la infancia fue y sigue siendo el tiempo en que la fe en un milagro está en el aire, sin depender de ninguna riqueza material. Y el hecho de que las personas queridas estén cerca y puedan abrazarte y apoyarte, siempre es más importante para cualquier niño que todo el dinero del mundo.

  • Mamá nos crio sola; era vendedora en un mercado donde iba sin importar el calor y el frío que hiciera para poder sobrevivir. Mi hermano y yo, inmersos en nuestros juegos, no nos dábamos cuenta de cuando mamá llegaba a casa del trabajo. Ella abría la puerta y gritaba bien alto: “¡Melocotones! ¡¿Quién será más rápido para besar a mamá?!”. Tirábamos todos nuestros juguetes y corríamos lo más rápido que podíamos. Las manos frías de mi madre, su nariz roja y el abrigo escarchado... Recuerdo esos abrazos helados, pero tan cálidos. © Oídoporahí / Ideer
  • Eran tiempos difíciles, no había suficiente dinero. Era mi graduación de la escuela primaria. Nadie me invitó a ir a una tienda por un vestido, y yo misma entendía que no había dinero para comprarlo, así que ni siquiera pregunté. Pero mi madre me hizo un conjunto increíble con su vestido de novia. Vi cómo lloraba mientras lo cosía, pero también cómo sonreía cuando me veía feliz en la fiesta. © Oídoporahí / Ideer
  • A mi hermano lo acosaban en la escuela porque éramos pobres y vestíamos ropa barata. Una vez, se peleó por esto y lo suspendieron de la escuela. Cuando mamá le preguntó qué había pasado, él no quiso lastimarla y mintió. Cuando le dije la verdad, ella lloró. Y luego nos llevó a los tres niños a la tienda, compró un par de tenis caros a cada uno y nos hizo prometer que no se lo contaríamos a nuestro padre. Y si preguntaba, debíamos decirle que eran zapatos que estaban en liquidación. Dos veces al año, nos compraba tenis que nuestra familia no podía pagar para que no nos molestaran en la escuela. Te quiero, mamá. © tkm0ney / Reddit
  • De niño, no me daba cuenta de lo pobres que éramos. Mis padres trataron de darnos todo lo que pudieron. Nos encantaba el béisbol y tenía muchas ganas de ir a un partido, pero no podíamos pagarlo. Y entonces mi mamá puso sillas frente al televisor y las enumeró, y luego nos dio boletos caseros y algo de dinero. Cuando llegó la hora del juego, hicimos fila en la puerta, papá revisó los boletos y nos mostró dónde estaban nuestros asientos. Después del inicio del partido, mis padres trajeron de la cocina una bandeja de hot dogs, dulces y refrescos: “¡Hot dogs, lleven sus hot dogs!”. Y nosotros, los niños, “compramos” todo lo que queríamos. ¡Fue el mejor partido de béisbol de mi vida! © StuTim / Reddit
  • De niña, era amiga de un chico vecino. El dinero no jugaba un papel especial para nosotros, pero incluso entonces estaba claro que una grabadora de video, un decodificador, un refrigerador lleno de cosas ricas y una habitación separada con un montón de juguetes, como la suya, no era algo que yo podía tener, aunque mis padres hacían todo lo posible. Un día, se abrió una cafetería infantil. Mi vecino fue llevado allí de inmediato. ¿Y yo? Papá estaba en casa desde hacía seis meses: se había roto la pierna. Mamá trabajaba sola en la fábrica. ¿Qué cafetería? Fui a visitar a un amigo, estábamos jugando y me preguntó: “¿Has ido a la nueva cafetería?”. Respondí: “No quiero ir. No me interesa”. Él se puso a convencerme de que fuera, de que era genial. Entonces, su madre intervino y le dijo que me dejara en paz. Luego ella fue a hablar con mi madre y al día siguiente mi amigo vino con los ojos brillantes y me dijo que me invitaba a la cafetería. Allí me sentí terriblemente incómoda por los altos precios: en lugar de un batido, podías comprar 4 yogures en una tienda y comerlos durante una semana. Al ver mi confusión, mi amigo y su madre dijeron que ellos me invitaban. Elegí un batido y una ensalada de frutas, todo estaba muy rico, nunca había probado algo así. Otro día también me llevaron al zoológico. Mis padres no tenían suficiente tiempo, siempre tenían que trabajar. © Elena1994 / Pikabu
  • Mi infancia no fue fácil. Uno de los recuerdos más gratos que tengo es cuando me levantaba a las 5 de la mañana, iba al jardín y me subía al cerezo. ¡Hasta lo más alto! Admiraba el amanecer y comía bayas. A veces, esas cerezas eran la única comida del día. © Oídoporahí / Ideer
  • Crecí sin un padre. Mi madre trabajaba como conserje para que pudiéramos vivir en un departamento de servicio, que constaba de una habitación pequeña. El dinero alcanzaba justo para llegar al próximo sueldo. Por lo tanto, en la mesa a menudo había pasta frita con espadines en salsa de tomate y sopa de patas de pollo. Además de cebolla picada con sal y aceite de girasol sin refinar. Pero cualquiera que me hubiera dicho en ese entonces que esa era comida de pobres habría quedado como un completo tonto. Incluso ahora como espadín con pasta con bastante frecuencia, y ya no se trata de dinero, sino de nostalgia por la infancia. © russtex / Pikabu
  • Nosotros llamábamos a la sopa de patas de pollo “El Destino del Dinosaurio”. ¡Era sabrosa! © Vagrant18 / Pikabu
  • Yo, de vez en cuando, como pasta con azúcar. Mi esposa me mira como si estuviera mal de la cabeza, pero qué puedo hacer: es el sabor de mi infancia. © vmarkelov / Pikabu
  • Cuando tenía 8 años, mi abuela trabajaba como vigilante en un kínder. A veces me quedaba allí con ella durante la noche. Era genial correr por el kínder vacío, jugar con los juguetes de otras personas, alimentar a los peces y al loro, mirar por todas las puertas. Nadie me vigilaba. Me consideraba la dueña de un enorme castillo de dos pisos con un montón de habitaciones. © Oídoporahí / Ideer
  • Una vez, cuando era niña, mi abuela cumplió el sueño de casi todos los niños. Cuando llegué a casa de la escuela, encontré un congelador lleno de helados. Eran unas paletas arrugadas. Como ahora entiendo, lo más probable es que las haya comprado a bajo precio por estar aplastadas. La abuela tenía poco dinero, como toda la familia. ¡Pero fue una verdadera felicidad! © Oídoporahí / Ideer
  • En tercer o cuarto grado, mi hermano gemelo y yo teníamos una clase de música en la que ambos teníamos que comprar una flauta de plástico. Mi mamá dijo que no teníamos el dinero, así que mi hermano y yo destrozamos toda la casa en busca de 6 dólares para dos flautas. Trajimos una bolsa llena de monedas. Creo que la maestra sintió pena por nosotros, porque pagó por nuestras flautas cuando el resto de los estudiantes se fue del salón, y nos devolvió la bolsa.
    ¡Gracias señora Albrecht! © vvMario / Reddit
  • Celebrábamos la Navidad como podíamos. Un día, no teníamos un árbol, así que mi hermano mayor trajo una planta rodadora, la tiñó de verde y la decoramos con dulces. En otra ocasión, hicimos un árbol de Navidad con papel y lo pegamos a la pared. En medias navideñas nos esperaba habitualmente una mandarina, un caramelo de menta, un paquete de chicles y una moneda. A veces un juguete. Algunos años fueron mejores, otros peores... Horneábamos galletas y era divertido. Mamá siempre intentaba cocinar algo delicioso. Y lo más importante, estábamos juntos. Esperaba con ansias la Navidad y me encantaba. Y todavía me encanta. © Kat Bybee / Quora
  • Soy de una familia pobre. Los padres de mi novio (ahora mi esposo) lo descubrieron rápidamente. Me aceptaron en su familia y me cuidaron sinceramente, no por lástima. Me gustaba dibujar, y me encontraron una maestra. ¡Fue genial! Un día, mi madre me pidió que le dijera a la maestra que esperara con el pago. Pero cuando finalmente le llevé el dinero, ella ya lo había discutido con la mamá de mi novio y dijo que no había necesidad de pagar, ya que había “obtenido una beca”. Todavía lo recuerdo con gratitud. © Unknown author / Reddit
  • De niña, no entendía que éramos pobres. Tenía ropa, comida 3 veces al día y un techo sobre mi cabeza. Mi infancia me parecía idílica. Pensé que cultivábamos alimentos simplemente porque a mi madre le gustaba sembrar, desherbar, cosechar, hacer conservas, etc. Que le gustaba cosernos ropa. Que no bebíamos refrescos porque son malos para la salud. Probé un bistec de verdad cuando ya era adolescente, de visita en la casa de unos amigos. A veces ser rico no significa tener mucho dinero. Yo tuve una infancia rica. © Dawn A. Charron / Quora
  • De chico, fuimos de campamento a pesar de que no podíamos pagar. Por acampar me refiero a que mis padres nos cargaron a nosotros y todas las cosas en el automóvil y luego condujeron durante 15 minutos antes de llegar a nuestro patio trasero desde el callejón trasero. Luego instalamos la carpa en el patio trasero. Una pequeña cosa tan simple que me había olvidado hasta ahora. © daveden123 / Reddit
  • Estábamos pasando por una fase financiera difícil, y mis padres nos habían explicado que teníamos que recortar gastos y tener cuidado con el dinero hasta que volviéramos a estabilizarnos, lo que significaba no salir a comer más, no ir al cine y también recortar nuestras mesadas semanales. Era el cumpleaños de mi mamá y siempre salíamos a comer cuando teníamos cumpleaños en la familia. Y mis hermanos y yo aportábamos dinero de nuestras asignaciones y le comprábamos un regalo a mi mamá en su cumpleaños. Ese año, como no podíamos salir a comer ni comprar un regalo para mamá, mis hermanos y yo dedicamos toda la noche a hacer una tarjeta de cumpleaños en casa con lo que teníamos. Se lo dimos a la mañana siguiente en su cumpleaños y lloró. Esa noche, cuando llegamos a casa después de la escuela, mis padres habían instalado un restaurante en la terraza. Nos vestimos y fuimos al “restaurante” de mi papá. Mamá había cocinado la comida y mi papá hacía de mesero y había hecho menús escritos a mano para todos nosotros. Era una gran noche de luna y teníamos velas. Y papá nos trajo helado de postre. La mejor experiencia para salir a cenar. © ali_sez_so / Reddit
  • De niño, en mi cumpleaños, tenía rienda suelta en los 5 platos que quería ese día, y mi mamá lo cocinaría. Rogué y supliqué a mis padres que me hicieran una fiesta en lugares de comida rápida para poder tener una mascota, pero dijeron que las mascotas también se cansan de bailar en muchas celebraciones de cumpleaños y es mucho, mucho más especial porque puedo ser el jefe sobre qué servir en mi cumpleaños. No sabía que las fiestas en restaurantes son mucho más caras que las fiestas de cumpleaños caseras, pero el acto de mi madre ayudándome a elegir un menú, y yo ayudándola a cocinar, ayudando a mi padre a comprar artículos para la fiesta, siguen siendo aspectos destacados de mi infancia. © tootsietoot58 / Reddit

¿Cuál es el recuerdo más lindo que tienes de tu infancia? ¿Qué personas la hicieron especial?

Imagen de portada tkm0ney / Reddit
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