15 Historias sobre nombres tan originales con los que no sabemos si reír o llorar
Casi siempre, los futuros padres hacen una lista de posibles nombres para su bebé, algunas en honor a seres queridos y otras inspiradas en artistas o personajes famosos. Pero también hacen propuestas peculiares y divertidas, como se muestra en las siguientes anécdotas de usuarios.
- Mi abuelito tenía un nombre de otro planeta. Se llamaba Marciano. © Menny Islas Martinez / Facebook
- Yo conocí una chica con 7 nombres, cada hermano le había elegido uno. Todos la llamaban Pastora. © Teresita Vaia / Facebook
- Resulta que mi abuela materna, cuando se enteró de que yo sería niña, comenzó a combinar todos los nombres habidos y por haber en la familia, y en una de esas dio con la combinación “perfecta”. Mi nombre se constituye del segundo nombre de mamá, del de mi papá y del de mi abuela. Me llamo Nohemairis. © Nohemairis Gil / Facebook
- A mí me registraron como. Sor Celina Teresa y cuando voy al ambulatorio o a alguna otra consulta, esperan encontrarse con una monja y se ríen. © Celina Morales Noguera / Facebook
- Mi vecina en la cédula le tocaron tres renglones para que le colocaran el nombre. Luz María del Pilar Mercedes Blanca Flor Alonso Contreras y dice que le da pena decir su nombre completo. Le gusta que le digamos Blanca. © Amaliuz Rodriguez / Facebook
- En un principio, mi papá quería llamar a mi tercera hermana Milagros (ya le decíamos “Mila” en ese entonces). Sin embargo, cuando fueron al registro civil, regresaron con el nombre de Ana Cristell. Hasta el día de hoy, a pesar de sus casi 31 años, aún la llamamos “Mila” de cariño. © Leydi Oriana Torres / Facebook
- Un matrimonio fue al Registro Civil. Ahí les pidieron un nombre de pila para anotar a su hijo. El niño se llama: Duracell. © Oscar Alberto Alzapiedi / Facebook
- Yo tengo una hermana que ha tenido que cargar toda la vida con un nombre que nadie de la familia conocía hasta que ella nació. Durante la época en que mi madre nos dio a luz, nos pusieron los nombres de nuestros abuelos. A mí me llamaron Mallorca Isabel; a mi hermana mayor, Francisca; y a la tercera, Juana. Llegó el turno de la cuarta hermana y se suponía que se llamaría María, pero mi abuela dijo: “Si tiene que llevar mi nombre, se llamará Aurelia”. Toda la familia se sorprendió y dijo: “¡Yo también me llamo así!” Desde entonces, le decimos cariñosamente “Auri”. © Paqui García / Facebook
- Mi madre tenía 10 nombres en el pueblo de mi abuelo ponían todos los del Santoral del día. Elena, Catalina, Eladia, Leocadia, Elvira, Filomena, Rosalía, Natalia, Lucrecia y Sofía. © Paqui Fernández Gil / Facebook
- Tengo un sobrino que se Llama Roberto Carlos, pero como es el más pequeño de sus hermanos, le decíamos “Bebo”. Un día llegó muy enojado de la escuela y le dijo a su mamá que la maestra le había puesto un apodo. Mi hermana se molestó y le preguntó cómo le había dicho y le contestó: “Roberto Carlos”. © Vicky Valva / Facebook
- Mis suegros decidieron nombrar al hijo más joven con base en una curiosa tradición. Le pusieron el nombre del día en que nació, seguido de Catalino y Nicolás. Es decir, le dieron el nombre de la iglesia local, la plaza y el nombre del cura. Es una forma única y especial de honrar elementos importantes en su comunidad religiosa. © Yolanda Pi Pi / Facebook
- Mi padre me contó una historia divertida sobre una vecina, cuya hija se fue a la capital del país para estudiar. La joven regresó embarazada y su madre, al momento de que el bebé nació, decidió llamarlo Diploma. La razón detrás de este nombre curioso, según la hija, era porque supuestamente iba a la capital a estudiar. © Anabel Rodríguez / Facebook
- Cuando mi amiga me presentó a su mamá, ella me dijo: “Mucho gusto, Dulces Nombres”. Pensé que era broma, pero así se llamaba la señora. © Guadalupe Villarreal / Facebook
- Conocí a una persona que se llama Dulce María del Carmen del Sagrado Corazón del Niño Jesús. Todos los integrantes de su familia le eligieron su nombre. Qué bueno que no había más, si no, pobrecita de ella. © Amoré Mío / Facebook
- Recuerdo a un profesor de la universidad llamado José Ignacio Alejandro de los Ángeles María. Un día, en clase, le pregunté si era hijo único. Su respuesta fue muy ingeniosa: “Sí, lo soy. Mi madre decidió ponerme los nombres de los cinco hijos que nunca tuvo”. © Liliana Villanueva Rodriguez / Facebook
Tanto los futuros padres, como aquellos que están ansiosos por conocer al recién nacido, se divierten dando ideas originales. Es por eso que muchas personas tienen anécdotas fascinantes sobre su nombre. Aquí más historias. 😜
Imagen de portada Anabel Rodríguez / Facebook
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