Ahora lo vi todo
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15 Regalos de nuestras abuelas que no se pueden comprar ni con todo el oro del mundo

El amor de las abuelas es tan genuino como inolvidable. Algunas lo expresan con un obsequio, mientras que otras lo hacen con un beso, un abrazo o con el apoyo diario. Nuestros lectores se tomaron el tiempo de compartir qué regalos o gestos de sus abuelas guardan para siempre en la memoria.

  • Mis abuelitos tenían un granja de pollos y con los costales de alimento nos hacían nuestros vestidos, muy de la época y hermosos. Qué buenos años. @ Guadalupe Miranda / Facebook
  • Mi abuela nos tejía muchas cosas al croché, como gorros, faldas y chales. Nunca me puse a pensar que hay abuelas que no hacen eso. @ Nancy Galluzzo / Facebook
  • Cuando éramos niños, recuerdo que mi abuelita nos traía carne, pollo y nosotros comíamos muy rico, ya que en ese tiempo era un lujo comer carne y pollo. Luego nos enteramos de que ella reunía lo que quedaba en el restaurante de su prima. Esas abuelas valen oro, le estaré agradecida por siempre. @ Irene Hinostroza Huaman / Facebook
  • Mi abuela paterna nunca me dio regalos, pero me daba muchos besos y abrazos, lo más hermoso son los apapachos. @ Abigaíl Solís / Facebook


  • Mi abuela paterna era genial, me hacía colchones de pura lana. No la tengo, pero la sigo amando. @ Amalia Sepúlveda / Facebook
  • Mi abuelita materna me prestaba su reloj de pulsera para que fuera a las fiestas. Bella, mi abuelita. @ Vilma de Prada / Facebook
  • Mi abuela me regaló un tapete tejido de palma. Lo amaba y siempre me acostaba en el patio con mi tapete, hasta que un día me agarró dormida mi perrito y lo empezó a mordisquear y me lo tiraron a la basura. @ Lashmi Ramos / Facebook
  • Mi abuela paterna decía que ella no quería nietas, solo nietos. Fui nieta única, jaja, y me defendía de todos. Me hacía almohadas cómodas y lindas a mano, además de que parece que ella me hubiera parido, ya que somos iguales. @ María José / Facebook
  • Mi abuelo siempre venía de viaje y traía cositas para nosotros, pero ya tenía 15 años y seguía trayendo libritos para pintar. No se daba cuenta de que ya no éramos niños, jaja. 🥰🥰 @Mariana Elizabeth Fernández / Facebook
  • Mi abuelita hermosa no me regalaba ropa, pero todas las tardes pasaba el señor que vendía semas de Numarán y mi bella abuelita me compraba. También me invitaba a cenar. Cómo olvidar a esa hermosa señora que fue mamá de mi papá, que Dios la tenga en la gloria. @ Rosario Zambrano / Facebook
  • No era mi abuela de sangre, pero ella siempre que salía nos traía algo a todos. Aún recuerdo una camisita que me regaló cuando yo tenía 18 años, era mi favorita. Recuerdo que a pesar de mi edad, solo quería ponerme esa, mi abuelita fue la mejor. 🥺🥺 @ Kency Carvajal / Facebook
  • Yo soy una abuela muy consentidora, pero amo a mis nietos por igual. Tengo cuatro nietos y mi esposo uno, así que en Navidad y el día del niño son cinco regalos, y el cumpleaños de cada uno nunca se me pasa. Como yo trabajo, les quiero comprar de todo. @ Dulce Pilon / Facebook
  • Mi abuela paterna fue como mi mamá. Me enseñó muchísimas cosas que ahora sé, y cuando Dios la llamó, sentía que me moría del dolor que nos causó a todos mis hermanos, ¡a pesar de que teníamos a mi mamá aún! ¡Las extraño a las dos muchísimo! @ María Antonia Saucedo Ortega / Facebook
  • Mis dos lindas abuelas, que en paz descansen, la materna cosía ropa y su comida era muy rica, aún conservo un sombrerito rojo, que heredó mi hija. Y mi abuela paterna cocinaba muy rico, no tenía riquezas materiales, pero tenía un enorme corazón para sus 20 nietos o más. Siempre las recuerdo con mucho cariño. @ Lis Escorana / Facebook
  • No tuve a mis abuelitas, pero sí a mi abuelito materno. Cuando llegaba a casa, traía bombones, confites o galletas, hermoso mi abuelito con sus ojitos verdes y sus cachetes rosados. @ Luz Amanda Mejía Taborda / Facebook

No hay dudas de que la dedicación que nos brindan nuestras abuelas es admirable. A veces, sus demostraciones de cariño o sus gestos llegan en el momento justo; pareciera que ellas saben mejor que nosotros qué necesitamos.

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