Ahora lo vi todo
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16 Niños que supieron cómo helar la sangre de los adultos con sus anécdotas

Los niños poseen una capacidad de imaginación ilimitada. Para ellos, la creación de historias es algo fácil y natural, sin embargo, en algunas ocasiones sus relatos pueden llegar a ser perturbadores. Nos encontramos con anécdotas en las que los protagonistas son los pequeños del hogar, y estas podrían desafiar cualquier explicación científica.

  • Así es, mi nieta es asombrosa. Actualmente, tiene cuatro años y medio y comenzó a hablar de manera muy clara a los dos años. La verdad es que se expresa y habla como una adulta. Además, parece haber nacido con un don o algo similar, ya que afirma que mi esposo, quien falleció hace 13 años, va a su casa a jugar con ella. Recientemente, me contó que había hablado con una abuelita muy anciana llamada Tina, quien le dijo que aún no ha podido subir al cielo. (Tina era la abuela de mi esposo y lleva más de 30 años fallecida). Han ocurrido muchos eventos similares con mi nieta que realmente nos dejan perplejos. © Gloria Castro / Facebook
  • Es realmente sorprendente lo que mi nieta me cuenta. Según ella, cuando yo era niña, ¡ella me cambiaba el pañal! Además, canta canciones antiguas que le gustaban a mi mamá, aunque nunca las haya escuchado antes. Mi mamá falleció en 1989. La amo con todo mi corazón y siempre he sentido su ausencia de manera profunda. Pero ahora, siento que su espíritu vive en mi nieta y eso me llena de felicidad. Es una experiencia maravillosa. © Lorena Marquez / Facebook
  • Recuerdo claramente cuando mi hijo tenía cuatro años y repetía constantemente que se iría al cielo y que su vida sería breve. Intrigado, decidí preguntarle por qué decía eso, considerando que no tenía conocimiento de lo que realmente era el cielo. Su respuesta me dejó atónito. Me describió el cielo como un lugar hermoso, habitado por personas bondadosas, y afirmó que había estado allí antes de nacer. Explicó que no quería nacer, pero que lo hizo para evitar convertirse en un fantasma. Sin embargo, añoraba ese lugar y prometió que regresaría pronto. Cuando le pedí más detalles, comenzó a hacer una cuenta regresiva con sus dedos y me dijo: “Nos queda poco tiempo”. La sensación de asombro que me invadió en ese momento fue indescriptible. © Diana Sartori / Facebook
  • Mi hijo a los 4 años me dijo que en su otra vida me vio caminando en la calle. Según él, yo estaba niña y él estaba grande y cuando me vio dijo que yo sería si mamá en otra vida. © Lupita Salado / Facebook
  • Mi hija, cuando era pequeña, aproximadamente a los 3 años, decía que mientras estaba en el cielo junto a otros niños, no tenían cuerpos físicos, eran seres de luz. Desde allí, observaban a las personas para elegir con qué familia querían estar. Le mostraban cuadernos con fotos y podían ver fragmentos de la vida de cada persona. Mi hija afirma que estaba decidiendo entre una señora con tres hijos varones y nosotros sus actuales padres. Al verme a mí, pensó que sería una buena mamá, mientras que la otra señora no le parecía una opción deseable porque aparentaba tener una expresión poco amable y muchos hijos ya. Ella asegura habernos elegido como sus padres, porque al vernos sintió que seríamos una hermosa familia. Nunca ha cambiado su versión. © Punchi Alvarez / Facebook
  • Mi hija, cuando comenzó a hablar, lloraba buscando a su mamá. A pesar de que le decía que yo era su mamá, ella insistía y lloraba, pidiendo por su mamá. En un intento por calmarla, le dije que su mamá no podía estar presente en ese momento, pero que yo la cuidaría como si fuera su mamá. Fue entonces cuando ella se tranquilizó. Al decir esas palabras, simplemente intentaba reconfortarla, pero cuando vi cómo se calmó, experimenté una sensación inexplicable, como si me recorriera un escalofrío. Ahora, con dos años y medio, ella me dice cosas como “me gusta esta mamá” y “me gusta mi mamá”. Supongo que eso es una señal alentadora y me hace sentir que voy por buen camino. © Claudia Navarro / Facebook
  • A mí, hace unas semanas, un alumno me dijo que él antes era un carro, que era rojo y pequeño (un carro de juguete), que era el favorito de un niño que siempre jugaba con él y lo llevaba a muchos lados para jugar, pero un día se salió del bolsillo del niño y se perdió. Al final me dijo: “Cuando desperté, ya era yo, así como niño”. Le dije: “Ah, entonces estabas soñando”. Él respondió: “No, o sea, desperté. Cuando nací y ya era un niño”. Tiene 4 años. © Jazmín MG / Facebook
  • Cuando contraje matrimonio, mientras caminaba hacia la iglesia, algo tiró de mi vestido por debajo, obligándome a detenerme. Con el paso de los años, mi hija, de cinco años, vio la foto de la boda y me sorprendió con sus palabras: “Yo te jalé el vestido cuando todavía era un ángel”. Quedé asustada al escuchar eso. © Auris Herlop / Facebook
  • Íbamos hablando con mi sobrina nieta y le dije: “¿De dónde sacas esas cosas, pareces de 50 años (tiene 5)”. Ella me contestó: “Es que viví muchas vidas”. Yo: “Ah, ¿sí? ¿Cuántas?”. Ella: 85. © Mariana Elisabet Cartolano / Facebook
  • Cuando mi hija tenía 4 años, solía decir: “Cuando yo tenía 17 años, hacía tal cosa...” También sucedía que caminábamos por lugares donde ella nunca había estado antes, y ella exclamaba: “¡Yo estuve aquí cuando tenía 17 años!” Durante ese tiempo, conocimos a una señora con la que mi hija entabló una gran amistad. Mi hija insistía en que habían sido amigas desde siempre, y la señora coincidía con ella en eso. © Ruthless Leonarda Alanis Vargas / Facebook
  • Mi sobrino, a la edad de 6 años, sufrió una caída desde un muro de 10 metros de altura, sorprendentemente sin sufrir ningún daño. Además, afirmaba haber atrapado a un pajarito en pleno vuelo y haberlo colocado con delicadeza en el suelo. Nos quedamos helados. © Paulina Gonzalez Perez / Facebook
  • Hace algún tiempo mi hijo de 4 años me dijo que se llamaba Alberto y que vivía en otra casa. Me llevó a donde él vivía antes. Era una casa vieja y abandonada. Ahí vivió un señor llamado Alberto. Me dio miedo, la verdad. © Esther Reyna / Facebook
  • Mi hijo de 4 años afirma que su difunto abuelo, Adán, le enseña cosas y le muestra nuevas habilidades. A pesar de que nunca lo conoció en vida, asegura que aprende de él. © Abril Antenucci / Facebook
  • Un día, mientras mi hija de un año estaba jugando en las escaleras, me sorprendió al decir: “Estoy jugando con mi abu Trini”. Resultó impactante, ya que ella se refería a su bisabuela, a quien nunca había conocido. © Kary Rivero / Facebook
  • Un día, mientras estaba ocupada, mi hijo estaba hablando por teléfono con su amigo imaginario, Robert. De repente, mi hijo me dice: “¿Qué dices, Robert? ¿Quieres hablar con mi mamá? ¡Mamá... Robert quiere hablar contigo!”. Yo le respondí que no podía en ese momento, que estaba muy ocupada y que hablaría con él otro día. Luego, mi hijo le dice a “Robert”: “Mi mamá no quiere hablar contigo...”. Hubo un momento de silencio y mi hijo le dice: “Pero no te enojes tanto, Robert”. Y yo, sorprendida, le digo: “¡Pásamelo, pásamelo!”. Jajaja, qué divertido. © Alejandra Salcedo Ramos / Facebook
  • Mi sobrina estaba estudiando matemáticas avanzadas cuando su hijo de 6 años le dijo: “Yo sabía esto en mi otra vida, podría habértelo explicado, pero ahora no lo recuerdo”. © Mónica Inés Arreche / Facebook

Y por si no te cansaste de leer anécdotas de terror, aquí van más historias de personas que vivieron experiencias un poco espeluznantes con sus hijos o sobrinos. ¡Que empiece la lectura tenebrosa!

Imagen de portada Lorena Marquez / Facebook
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