Ahora lo vi todo
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18 Parientes molestos que no conocen las reglas básicas de la decencia

En ocasiones, los parientes no se miden con sus acciones y nos dejan boquiabiertos. Como son de nuestra misma sangre y apellido, creemos que solo nos queda contar hasta cinco y luego respirar profundo. Todo esto para no decirles una que otra verdad o ponerlos en su lugar. Sabemos que la prudencia debe estar en alguien, pero ¡¿por qué siempre en nosotros?!

En Ahora lo vi todo coleccionamos historias de familiares que parecen ser adultos, pero se comportan peor que un niño pequeño.

  • La hermana de mi papá es todo un personaje. Los molesta a todos con sus consejos, regala chucherías baratas para todas las fiestas y critica a todos quienes la rodean. Literalmente, nadie se salva. Hoy, en la celebración del cumpleaños de mi papá, fastidiaba a todos con sus preguntas, menos a mí. Y cuando cruzamos miradas, me dijo con calma: “Ah, tú también estás aquí. Ni siquiera me di cuenta”. © Habitación № 6 / VK
  • Una vez, fuimos con mi prima a otra ciudad para visitar a unos parientes. Nos recibió la esposa de nuestro tío. Nos saludó y, mirando a mi prima, dijo:
    —¡Oh, te pareces tanto a tu mamá!
    Luego pensó un segundo más y agregó:
    —Tu madre era tan fea cuando era joven. © marrena / Pikabu
  • Mi suegra me llamaba los sábados a las 6 a. m. ¡para charlar! Encima decía: “Basta de dormir, la gente decente se levanta temprano”. En aquel momento, ella no trabajaba en ningún lado, en cambio, mi esposo y yo teníamos una semana laboral de cinco días y, naturalmente, los fines de semana queríamos dormir. Además, no lo llamaba a él, sino a mí. Entonces, una vez, decidí llamarla por la noche, a eso de las 2 a. m. Y le dije irritada: “¡Basta de dormir! ¿Dónde se pudo haber cansado?”. Se impresionó mucho y dejó de molestarme.
  • Mi esposo y yo estábamos de visita en casa de sus padres. Cuando veía que mi suegra estaba haciendo algo, me acercaba y le preguntaba: “¿Puedo ayudarla con algo?”. Ella respondía: “No, gracias”. Pensé: bueno, si no necesita de mí, que así sea, tampoco voy a imponer mi ayuda. Antes de irnos, me dijo que había estado dejando verduras en la mesa durante varios días a propósito, esperando a que yo las cortara, así que yo era una mala ama de casa que ni siquiera había podido hacer una ensalada. Le pregunté: “¿Y por qué no me dijo directamente lo que había que hacer?”. A lo que respondió: “Tú misma tenías que darte cuenta”. © Anastasia / Genial.guru
  • Para la boda de mi vecino, su suegra le regaló una casa de campo. Oficialmente, con documentos y todo. Cuando llegó la primavera, de repente los llamó y exclamó: “¡¿Por qué las huertas aún no están preparadas?!”. Pero nadie las iba a preparar: ya había pasado como un mes desde que esa casa se había vendido. Los novios habían descubierto los planes de la señora y prefirieron usar ese dinero para pagar su hipoteca. Ellos mismos se mudaron con los papás de él, quienes no fastidiaban, sino que simplemente los aceptaron y encima les regalaron dinero para la hipoteca. © KlblPDblPCKlEP4b / Pikabu
  • Mi prima quiso venir a visitarme con sus niños pequeños. Los llevó a la habitación de mi hija adulta, les mostró sus juguetes viejos y los dejó por unos 10 minutos. Regresamos y vimos la siguiente imagen: los niños encontraron los cosméticos de mi hija y los habían roto por completo. Mi prima de inmediato se sintió incómoda, se disculpó y decidió que era hora de irse. La detuve cuando ya estaba por salir, le pedí que pagara por los cosméticos rotos. Entonces, ella dijo que entre familiares no se pedían semejantes cosas y que jamás volvería a pisar nuestra casa. © Habitación № 6 / VK
  • Mi hermana y yo nos mudamos de la casa de nuestros padres para vivir solos. Ella me resulta muy molesta en la vida cotidiana. No siento que seamos iguales. No paga regularmente su parte por el departamento, no compra las cosas domésticas comunes como papel higiénico o jabón en polvo. Al mismo tiempo, nunca piensa en el ahorro, puede usar la lavadora solo por una playera y bañarse todos los días, a pesar de que tenemos medidores. Sueño con vivir solo, pero no quiero gastar dinero en alquiler, dejándole todo el departamento a ella. © Oídoporahí / VK
  • Mi suegra era una cocinera terrible. Creo que podría arruinar incluso un vaso de agua. Una vez, cuando mi esposo ya me había dejado, nos invitó a mí y a mi hijo de un año a cenar a la casa donde vivían ella, mis 2 excuñados y mi excuñada. Cuando llegué, vi que todos los ingredientes para preparar la cena estaban sobre la mesa, y su hijo menor me anunció que podía empezar a cocinar. Bueno, tampoco me costaba mucho, pero me sentí algo incómoda: después de todo, yo era la visita y también tenía que cuidar a mi hijo. Después de la cena, cuando ayudaba a limpiar la mesa, la escuché decirle a su nuera: “Esconde la comida para que esta no se lo coma todo”. © Sharon Stein / Quora
  • Cuando era una chica de 18 años, mi mamá y mi abuela me registraron en el departamento privatizado de mi abuela. Me dijeron: “Cuida de la abuela, y luego obtendrás el departamento”. Como resultado, mi hermana y mi madre son propietarias a partes iguales de un departamento de 3 ambientes, y mi madre es la heredera del departamento de mi abuela, ya que ella nunca me lo legó. La abuela tiene 91 años, ya casi no se levanta, la cuido yo a pesar de que ya tengo dos hijos de edad escolar. Y adivina quién recibe la pensión completa de la abuela todos los meses. Mi madre, puesto que su pensión es poca y, si comparamos, mi salario es más alto.
  • Mi papá le dijo a mi media hermana que no se preocupaba por ella porque biológicamente no era su hija. Después de tranquilizarla, lo llamé enojada y dije que tenía que elegir: o las dos éramos sus hijas o ninguna de nosotras. Nunca pudo entender por qué no podía ser solo yo en su vida, y por qué estaba tan preocupada por mi hermana. © Capta1n_Cha0s / Reddit
  • Mi suegra está obsesionada con la idea de que no estamos cuidando bien a nuestra hija. Por lo tanto, ella viene a nuestra casa sin invitación e impone sus propias reglas: trató de untar a la bebé con distintas cremas, bañar a la niña en una mezcla de permanganato de potasio, gotearle leche en la nariz para que no tenga mocos. Pero el colmo fue cuando fuimos de compras y ella me gritó en frente de todo el centro comercial para que no olvidara lavarme las manos después de ir al baño. © Habitación № 6 / VK

  • Mi hijo tenía 2 años cuando tuve que dejarlo por un día en la casa de mis suegros. Junté una bolsa entera: comida, pañales, medicamentos para la alergia, hice una lista de qué y cuándo darle. Cuando regresé, el niño estaba cubierto de mocos y una especie de manchas, lloraba, el pañal estaba tan lleno que lo tenía en las rodillas, la bolsa ni siquiera estaba abierta, quedó en el mismo lugar donde la había dejado. Me dio hasta una especie de temblor de la rabia que tenía. Pero mi suegra, con toda seriedad, dijo: “Es que no nos había pedido nada”. O sea, durante 8 horas, sin que un niño de 2 años se los pida, no se dieron cuenta de que había que cambiarle el pañal, alimentarlo y darle medicina, ¡maldita sea!
  • Acababa de formar una familia, vivíamos por cuenta propia. Una vez, mi mamá dijo: “Tus botas ya están gastadas. Te quiero regalar dinero para que compres unas nuevas”. Pasaron unos 2 años, necesitaba cerrar un número de móvil y pasar una cantidad decente de dinero a otro número del mismo operador. Me puse de acuerdo con mi madre, le dije, te llegará tanto dinero, es mío, me lo das en efectivo y ya está. Por cierto, teníamos un niño pequeño. Me estaba quedando sin dinero. Cuando hice el envío, fui con mi madre y ella me dijo: “¿Te acuerdas de aquellas botas? Me lo debías, así que el dinero se queda conmigo”. © v80447328322 / Pikabu

¿Qué es lo más molesto que te ha hecho un familiar?

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