Ahora lo vi todo
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18 Relatos de niños que pusieron los pelos de punta a sus papás

Es cierto, los niños tienen una gran imaginación. Sin embargo, en ocasiones nos dicen cosas que no tienen explicación alguna y que nos resulta prácticamente imposible descifrar de dónde obtuvieron la información para entretejer las historias que nos relatan. Acompáñanos a leer las historias que nos compartieron nuestros lectores que los dejaron con el ojo cuadrado.

  • Hace mucho tiempo, cuando yo tenía unos 13 años, me quedé en casa con mi hermana menor. Ella tenía unos 3 o 4 años, mi mamá no estaba porque estaba cuidando a mi abuelita en el hospital, ya que estaba muy enferma. Yo estaba dormida en una cama y mi hermana, en otra, al lado mío. En la madrugada, no sé a qué hora, vi a alguien acostado con mi hermana, solo veía la espalda de esa persona que estaba de frente con mi hermana. Se me hizo raro porque tenía el cabello largo y lacio (así lo tenía mi abue), y mi mamá lo tenía corto y chino. Me quedé mirando unos momentos porque me pareció extraño, pero supuse que era mi mamá y me volví a dormir. Al despertar, vi que mis tías y mi mamá llegaron muy tristes y me decían que mi abuelita había fallecido en la madrugada. Me puse muy nerviosa y le conté a mi mamá y ella dijo que mi abue pedía mucho ver a mi hermanita, así que la visitó antes de partir. Aún no sé si lo que vi fue real o me lo imaginé. © Fran Xis / Facebook
  • Cuando mi hija tenía 3 años, miró fijamente al cielo en un atardecer con nubes hermosas y me dijo: “allá están los niños, yo jugaba con ellos en esas nubes y nos cuidaban esos señores de alas grandes, desde aquí los veo”. Le pregunté: “¿tú estabas allá?”, y me dijo que sí: “sí, mami, te elegí para que seas mi mami. Alguien me empujó y caí en tu panza, todo se oscureció”. Cada atardecer con crepúsculos y hermosas nubes mira el cielo de una forma nostálgica. © Gersimys Duran / Facebook
  • Cuando mi hijo era pequeño, me decía que yo no era su madre, que su madre era una senegalesa que ya tenía 100 hijos y como yo no tenía ninguno, me lo regaló a mí. Muchas veces lo decía y también me decía el nombre africano que tenía. © Estela Arnold / Facebook
  • Soñé con mi hijo cuando estaba embarazada y supe que era varón. Un mes antes de tenerlo, soñé que se llamaría Joaquín, a mi marido no le gustaba, así que puso varios nombres en una bolsa y una conocida metió la mano... Salió Joaquín. © Deby Techeira / Facebook
  • Mi hijo mayor nació a las 11:34 h. La señora que me atendió el parto le dijo en voz alta a la muchacha que se encontraba con ella la hora: “11:34”. Dos años después, cuando le compramos a nuestro hijo su primer reloj de juguete y le preguntamos qué hora era, de inmediato nos contestó: “las 11:34” y así lo hacía una y otra vez. © Annia Jramires / Facebook
  • Yo era muy apegada a mi abuela paterna, siempre que la visitaba me decía que pusiera mi cabeza en sus piernas y me hacía “piojito”. Aún estando casada yo la llegaba a visitar y era una costumbre acostarme en sus piernas para que ella me consintiera. Me mudé de ciudad y no la veía tan seguido como yo hubiese querido. Una mañana sentí que ella me estaba acariciando la cabeza y me dijo: “Isa, vengo a despedirme porque me tengo que ir”. En ese momento, a las 5:00 h me despertó el sonido de mi celular, era mi papá dándome la noticia de que mi abuelita acaba de fallecer, hacía unos minutos. No lo podía creer. © Isabel Suarez / Facebook
  • A los 4 años, mi hija tenía un hermoso cabello con lindos rizos largos hasta la cintura y, en un descuido, se lo cortó hasta los hombros. Al verla, nos dijo: “¿te gusta?”, quedamos atónitos, y también nos comentó: “mi abuela Pepa me ayudó a cortármelo”. La verdad, tenía un corte muy parejo, pero lo curioso es que no pudimos encontrar el pelo que se cortó. Ella no alcanzó a conocer su abu porque falleció un mes después de su nacimiento y vivía en otra provincia. Hoy, con 12 años, dice extrañar su abuela. © Pety Lopez / Facebook
  • Cuando mi hija mayor era pequeña, estaba en el carro con su papá. Estuvo buen rato diciéndole a su papá que tuviera cuidado con el carro verde. Por después, un carro verde lo chocó. Él quedó tan impresionado que, en vez de llamar a la policía, me llamó a mí para contarme. Y la nena solo se reía y le decía: “te lo dije”. © Loraine N. Adames / Facebook
  • Yo siempre he dicho que mi hijo es especial. Antes de que me embarazara, yo quería una niña, y después de tantos años, me embaracé. Todas las noches soñaba a mi niño de mil maneras hasta que un día me puse a platicar con él y le dije cuánto lo amaba y qué íbamos a hacer cuando llegara. Platicamos un montón de cosas y desde ahí jamás lo volví a soñar. Cuando nació era un bebé bien portado, no lloraba en las noches, solito tomaba la leche, se mecía solo en su portabebés y, a los seis meses, habló y lo hizo enfrente de la gente que estaba de visita. Mi hijo llegó a este mundo con una vida ya madura y siempre me ha hablado como adulto. Después me llegó mi niña y somos una familia feliz. © Recuerdos De Ocasión / Facebook
  • Cuando mi hija tenía 2 años, llegamos a un lugar donde estaba un hombre que no habíamos visto nunca. Ella se abalanzó sobre él, lo abrazo y recostó su cabeza en su pecho. Cuando nos fuimos, le pregunté por qué había hecho eso y ella dijo: “era mi tío”, hasta ahorita sigo sorprendida. © Luna Castillo / Facebook
  • Antes de que naciera mi niña, vi su rostro y me dijo que se llamaba Luana. Cuando nació era exactamente como la había visto y le puse Luana. Ahora tiene 3 añitos y siempre dice gracias por todo, como por ejemplo: “gracias, mami, por decirme Luana” o “gracias por ser mi mamá”, en sueños me pidió traerla conmigo y tarde 5 años en cumplir ese deseo. © Nancy Espinola / Facebook
  • Cuando mi abuela materna falleció, mi hijo mayor tenía 3 años y en el velorio yo no lo acerqué a verla porque para mí era difícil explicarle por qué la abuelita estaba en una urna. Cuando ya nos íbamos a casa, él me contó que la abuelita Lucy se levantó del cajón y se fue a despedir de él que estaba jugando con sus primos, y que le dijo que cuidara a la mamá y a su hermanito. Mi otro hijo tenía solo 3 meses. Él dijo que después la abuelita se fue al cielo y cuando le pregunté cómo estaba vestida, me la describió tal cual se fue ella. De eso ya fueron 6 años y cuando pasamos por donde la velamos, él volvió a recordar que la abuelita se había despedido de él cuando falleció. © Katherine Moraguez Gómez / Facebook
  • Yo, de pequeñita, veía una abuelita con bata de casa blanca, incluso a veces me llamaba por mi nombre. Le dije a mi mamá, se la describí y me dijo que era la abuela de mi papá que dormía en ese cuarto, fallecida a los pocos meses de yo nacer. Dejé de verla cuando se lo conté a mami. © Nubia Cecilia Herrera / Facebook
  • Mi hijo a los 3 años de edad escuchó a Mozart en el celular y me dijo: “mama, la canción que me ponías en la pancita”. Cuando estaba embarazada, para dormir ponía esa canción. Quedé plop. © Makarena Elizabeth Valdés / Facebook
  • Un día, a la hora del almuerzo, mi hijo de 7 años me dijo: “mamá, ya tengo una hermana” y yo le dije que no. Me agarró la panza y me dijo: “sí, mamá, tendré una hermana” y sí, estaba embarazada y sí es una niña muy latosa. 😅😒 © Perla Sancruz / Facebook

¿Qué historia has escuchado que es difícil de explicar sin que la gente se sorprenda?

Imagen de portada Fran Xis / Facebook
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