A mis queridos amigos que tienen hijos: los quiero, pero de lejitos
Hay personas que al llegar a la adultez anhelan convertirse en padres. Pero no todos tenemos los mismos planes o prioridades. Mientras que para algunos un hogar con niños jugando, llorando y riendo es una bendición, para otros, el silencio y los máximos decibeles de una película o de nuestra canción favorita son el paraíso.
En Ahora lo vi todo queremos darles voz a esas personas a quienes les encantan los niños, pero de lejos. Y nos solidarizamos con aquellos padres cuyos angelitos de energía incansable se pueden escuchar a 10 metros a la redonda.
Los invito a conocer esta pequeña historia acerca de cómo mi vida de “veinteañera” llegó a su fin cuando mis amigos comenzaron a tener hijos
No es que sea alérgica a los bebés. De hecho, cuando no hacen bulla, puedo estar cerca de ellos y me gusta
Pero lo ruidoso no me cuadra, ni a mí ni a mis oídos
A menos que sea noche de karaoke
Puede ser que “con la edad” prefiera estar cerca de bebés que, de vez en cuando, maúllan
Por eso, cuando mis amigos me invitan a las fiestas infantiles de sus pequeñines, estoy lejos en una esquina comiendo pastel
Y es que estos humanos diminutos son bulliciosos e inquietos. No pueden estar sentados en su puesto cuando los adultos estamos conversando mientras tomamos café
En una primera y última ocasión, pensé que era buena idea mantenerlos distraídos y les puse películas en mi laptop, ¡y la botaron al piso!
Mientras visito a sus padres, les gusta llamar la atención y se ponen a jugar a la pelota en la sala, en el comedor, en el pasillo
Dirán que exagero, pero hasta mi gato pone cara de fastidio y prefiere escapar del escándalo y la hiperactividad
En vista de que no tengo hijos humanos, mi bebé gatuno y yo vemos series los fines de semana, sin interrupciones
Entiendo que mis amigos necesitan un momento de paz, como para ir a la peluquería. Pero no disfruto cuando me piden que cuide a uno de sus angelitos
Termino con jaqueca y mi cerebro deja de funcionar
Queridos amigos, me encanta que sean felices con sus retoños y que compartan miles de sus fotos en las redes sociales
Pero disculpen si me mantengo alejada. Lo hago en buena onda, para no perder mi audición ni mi cordura
¿Qué travesuras han hecho tus hijos, o tus sobrinos, que te hicieron llorar y reír al mismo tiempo?
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