Chofer de Uber relata entre lágrimas la triste historia de abandono de una abuelita que llevó
A un conductor de Uber le tocó llevar como pasajera a una anciana que le partió el corazón. Luego de que su propia familia la echara de su casa, al chofer le tocaba dejarla en un asilo. Cristian compartió en su cuenta de TikTok la historia de la señora y la difícil y emotiva situación que le tocó vivir.
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El relato fue publicado por el conductor de Uber en su perfil de TikTok, donde Cristian narra cómo recogió a una pasajera mayor que se mostraba confundida y reacia a subir al automóvil. El relató que aceptó el viaje y al llegar al lugar de recogida, se encontró con una mujer de la tercera edad sentada en un banco, rodeada de cinco bolsas negras.
Cristian describió que la anciana estaba frente a una casa y parecía estar llorando. La casa tenías dos pisos y notó que alguien la observaba desde una ventana. En ese momento, recibió un mensaje que decía: “No voy a salir. Vas a llevar a una persona que está aquí fuera. Anda vestida así y así”. Estaba describiendo a la señora.
“La vas a llevar a la ubicación que te puse”, decía otro mensaje. Conmovido, el conductor se acercó a la mujer, la saludó y ella comenzó a llorar desconsoladamente. Le dijo que ella no se quería ir, que solo se había hecho pis.
La mujer le relató a Cristian una historia desgarradora sobre cómo fue expulsada de su hogar por algo tan simple como haberse orinado, sin entender por qué eso era tan malo. “Yo no he hecho nada malo, solo me hice pipí. Por favor, dile a mi hija que no he hecho nada malo, que puedo lavar mi ropa”, le dijo la mujer mayor al conductor.
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Al ayudar a la mujer a levantarse y entrar al automóvil, Cristian notó que estaba empapada de pis. Una vez en el carro, la mujer explicó que su yerno se enfureció cuando se orinó en la ropa, a pesar de que ella sufre de incontinencia.
Él le dijo que ya no la soportaba y le dijo que la iba a mandar a un lugar donde iba a estar a gusto, y que él iba a estar más a gusto sin ella. La echó de la casa, mientras que su hija no intervino para defenderla. Se quedó callada mientras su esposo le decía a su madre que ella no servía para nada y que era un estorbo.
El conductor siguió escuchando el relato de la abuela, quien contó que ese día se levantó temprano para preparar el desayuno, pero se hizo pis y ahí su yerno enloqueció. Metió todas las pertenencias de la abuelita en bolsas negras. La sacó de la casa a las 9 de la mañana y el Uber llegó a recogerla a las 10, lo que significó que pasó una hora sola y sin comer.
Como si toda la situación ya no fuera alarmante, la mujer le reveló al conductor que ese día era su cumpleaños y nadie la había saludado. Al final del trayecto, el conductor le ofreció una porción de pastel que llevaba consigo para comer, mientras la llevaba al asilo donde la estaban esperando, y cerró la historia diciendo que esperaba que allí la traten mejor que donde estaba antes.