Hombre se detuvo ante un raro montículo, y descubrió lo que muchos no habían logrado en años
Entre las sombras de una remota región de Argentina, Hugo Reguero desveló el enigmático secreto de un ser sorprendente y esquivo. Acompáñanos en esta travesía mientras compartimos el encuentro con una criatura insólita que incluso científicos y expertos no han logrado concretar en años.
Hace poco tiempo, Hugo Reguero transitaba por una apartada carretera de gravilla, cercana a su hogar en el corazón de Argentina, cuando algo singular atrajo su mirada.
Allí, desplazándose pausadamente sobre el camino, se hallaba una enigmática figura de tonalidad rosada que jamás había divisado antes. Al bajarse del automóvil y aproximarse, Reguero desveló una asombrosa verdad. El ser con el que se había topado resultó ser un armadillo hada rosa, una especie que habita bajo tierra y se considera una de las más extraordinarias y escasas en todo el planeta.
Reguero quedó completamente perplejo ante la maravilla que presenciaba.
Los armadillos rosas son tan poco comunes que un investigador especializado en ellos pasó 13 largos años sin lograr avistar ninguno en su entorno natural.
En el caso de Reguero, se topó con uno por pura casualidad, probablemente una experiencia única que difícilmente se repetiría en la vida.
“Soy una persona afortunada. Hoy a la mañana vi por primera vez y lo puede filmar al (piche ciego) acá en la provincia de Ciudad de Neuquén, Añelo. Compartan, así lo pueden conocer a este animalito que es muy difícil de ver”, comenta Reguero.
Para su suerte, logró también capturar al armadillo en vídeo.
“Si yo no frenaba, pudieron pisar al animalito.”, afirmó Reguero.
Es una especie extremadamente singular y enigmática. Su característico tono rosado y su caparazón flexible le han valido su curioso nombre. Estos curiosos mamíferos tienen la habilidad de enrollarse en una bola protectora, cubriendo completamente su cuerpo y cabeza con sus placas dérmicas, cuando se sienten amenazados. Debido a su escasez y su elusivo comportamiento, estudiar y observar a estos enigmáticos seres en su hábitat natural es un verdadero desafío para los científicos y entusiastas de la naturaleza. Su rareza y misterio los convierten en una joya para la biodiversidad de Argentina y el mundo. Por ello, Reguero se esforzó al máximo para documentar el encuentro. Además, se aseguró de que el pequeño armadillo no corriera peligro.
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