Argentino muestra cómo es vivir dentro de una de las maravillas del mundo

Probablemente en algún momento de nuestras vidas idealizamos con vivir en otro lugar. Tal vez una ciudad que nos encantó mientras viajábamos como turistas, o por qué no, algún pueblito alejado que vimos en algún documental. La frase “hogar dulce hogar” puede tener significados muy peculiares, como por ejemplo para este argentino, que vive en el brazo izquierdo del Cristo Redentor de Rio de Janeiro, Brasil.

Pablo Cardoso es un argentino que se dedica a la restauración. Hace aproximadamente 15 años, se estableció en el monte Corcovado debido a su trabajo diario, que consiste en realizar reparaciones y restauraciones en distintas partes del Cristo Redentor y encontró su hogar bajo la majestuosa figura, considerada una de las maravillas del mundo.

Al observar el monumento desde afuera, se percibe su imponencia. El monumento recibe diariamente entre 5 000 y 15 000 visitantes. Pero pocos conocen que alguien vive dentro del mismo. “Vivir aquí es un verdadero regalo divino”, dijo el argentino en una entrevista y explicó: “Todo el monumento está revestido con pequeñas piedras en forma de triángulo, y cada una de ellas lleva el nombre de las personas que contribuyeron a su construcción”.

Pablo Cardoso posee un conocimiento excepcional acerca de la historia del Cristo Redentor y vivir allí es un anhelo que tenía desde su infancia: “Recuerdo haber traído a mi madre para que lo conociera, y ella me contó que desde pequeño yo decía que algún día estaría aquí. Y ahora, vivir en este lugar es una experiencia fuera de este mundo”. ¡Qué increíble vivir en una de las esculturas más icónicas de todos los tiempos!