10+ Curiosidades sobre los gases que podrían ayudar a entender mejor tu cuerpo
Soltar un gas puede ser un accidente muy vergonzoso para muchos. Sin embargo, hacerlo es solamente uno de muchos procesos biológicos que suceden en nuestro organismo. Si bien es perfectamente normal, no está de más hacerlo con un poco de prudencia e información para entender qué pasa en nuestro interior cuando necesitamos “echarnos un aire”.
Por qué los gases siempre son diferentes
Tirarse un pedo significa dejar salir un gas. Pero veamos de qué parte del interior de nuestro cuerpo proviene ese gas.
Los gases son un proceso completamente natural del cuerpo. Los intestinos frecuentemente producen gases y en un día pueden salir de ellos desde 500 hasta 2000 ml de gases. Las pequeñas burbujas de gas se unen a otras más grandes en su camino hacia la salida.
El gas intestinal incluye metano, nitrógeno y dióxido de carbono. La proporción de dichos gases depende de los alimentos que haya consumido la persona.
- Sonido. Los gases intestinales salen con diferentes sonidos. A veces, estos pueden ser completamente silenciosos y a veces muy ruidosos. Cuando nos tiramos un gas, los músculos del intestino empujan el aire a través de un denso anillo de músculos en la zona del ano. En este sonido influye el volumen del gas liberado y la tensión de los músculos del esfínter. Entre más gases se acumulen en el intestino y más fuerte sea la presión de los músculos, el sonido será más ruidoso.
- Olor. Los gases pueden ser con o sin olor. Los alimentos que comemos influyen en el olor. Por ejemplo, los alimentos que contienen azufre pueden hacer que los gases tengan un olor desagradable. Algunas bacterias en el intestino pueden producir metano o ácido sulfhídrico, los cuales también son “apestosos”. Por ejemplo, el ácido sulfhídrico produce un olor a huevo podrido.
- Frecuencia. Todas las personas se tiran gases, hay quienes lo hacen con menor frecuencia, otros más seguido. En promedio, una persona se tira gases 15 veces al día. El exceso de gases puede ser causado por ingestión de aire, productos con un alto contenido de fibra, intolerancia a la lactosa y otros trastornos alimenticios.
Causas de una acumulación de gases
- Aire. Junto con comida y bebidas nosotros ingerimos una pequeña cantidad de aire. El oxígeno y nitrógeno de este aire se absorbe en los torrentes sanguíneos del intestino delgado y el gas restante sale de forma natural. Por cierto, las personas con ansiedad son más propensas a sufrir de la llamada ingesta de gas.
- Digestión normal. El jugo pancreático neutraliza el jugo gástrico. En este proceso se produce dióxido de carbono como un subproducto.
- Bacterias. En el intestino viven un montón de bacterias necesarias para una buena digestión. Se encargan de fermentar determinados componentes de los alimentos y como resultado, también se libera un gas. Una parte de este gas es absorbida por el torrente sanguíneo y se expulsa a través de los pulmones y otra sale por el intestino.
- Mucha fibra. Por un lado la fibra es necesaria para una correcta digestión, pero por otro puede causar un aumento en la producción de gases. El intestino delgado no es capaz de descomponer determinados compuestos. En tal caso se unen bacterias intestinales a este trabajo, las cuales liberan gases durante ese proceso.
- La intolerancia a la lactosa es la incapacidad del cuerpo para digerir determinados azúcares que se encuentran en la leche de origen animal. Este estado provoca una formación excesiva de gases intestinales.
- Intolerancia a los carbohidratos. En algunas personas se observa un aumento de gases como resultado de la fermentación de algunos carbohidratos, por ejemplo, la fructosa, que se encuentra en diferentes jarabes, miel y frutas.
- El síndrome del intestino irritable o trastornos del estómago también puede provocar un exceso de gases.
Cómo controlar los gases
Con frecuencia, el exceso de gases se puede controlar. Para esto se debe cambiar el estilo de vida y dieta.
Para producir menos gases intestinales, vale la pena:
- evitar alimentos que provoquen flatulencias
- comer menos, pero con más frecuencia
- comer y tomar líquidos despacio
- hacer deporte de forma regular
- rechazar la goma de mascar
- no tomar bebidas gaseosas
Alimentos que causan gases intestinales
- Producto lácteos. Las personas intolerantes a la lactosa los deben de evitar.
- Frutos secos, en particular pasas y ciruela pasa.
- Algunas frutas: manzana, chabacano, durazno y pera.
- Alimentos con un alto contenido de fibra insoluble, especialmente semillas y cáscara.
- Legumbres: frijoles, chícharos, garbanzo y soya.
- Nueces.
- Zanahoria, berenjenas, cebolla, coles de Bruselas y repollo.
- Edulcorantes y azúcares contenidos en bebidas dietéticas y alimentos. Por ejemplo, sorbitol.
- Alimentos integrales: cereales, pan y galletitas de agua.
Los alimentos que provocan un exceso de gases, también contienen los nutrientes que el cuerpo necesita. Por lo tanto, no es necesario excluirlas de la dieta. Simplemente limita su consumo.
Qué pasará si te contienes los gases
Posiblemente, muchas personas se han preguntando si es perjudicial contenerse los gases. Por ejemplo, esto se debe hacer cuando nos encontramos en el transporte público. En este caso, los gases que no son expulsados se acumulan en el intestino, lo cual puede provocar hinchazón e incluso dolor.
Si has tenido que contener durante mucho tiempo los gases, te arriesgas a perder el control y expulsar de manera ruidosa los gases. Por eso es mejor hacer esto inmediatamente después de que te den ganas.
Datos interesantes
- Las mujeres sueltan gases con mayor frecuencia que los hombres, pero lo hacen con cuidado.
- Los gases intestinales fácilmente pueden encenderse, si contienen metano e hidrógeno.Pero nunca intentes encender tus gases intestinales, ¡eso es peligroso!
- Las diminutas termitas se tiran muchos gases.
¿Cuándo te has puesto en vergüenza por un gas? ¡Échanos el chisme!