21 Hábitos de pasajeros que los hacen parecer maleducados en el transporte público
La mayoría de las personas pasan varias horas al día en el transporte público. Y saben de qué hablamos cuando decimos que en el camino nunca falla una historia para recordar o un personaje inolvidable, ya sea por su buen o pésimo comportamiento. Tal como los que impiden a los demás entrar o salir, que ponen bolsas en los asientos de al lado o incluso comen. Hicimos una compilación de pasajeros que violan las reglas de conducta en el transporte sin que les importe un comino.
1. No retener la puerta después de entrar al metro
Las pesadas puertas de entrada a las estaciones de metro en algunas ciudades pueden ser traumáticas si no se las retiene para la persona que viene detrás. Algunos no piensan en ello, lo que expone a otros a un riesgo. Esta simple acción no solo muestra nuestro nivel de educación, sino que también puede prevenir situaciones desagradables.
2. Subir al transporte sin dejar salir a la gente
A menudo podemos ver una imagen así: se acerca un autobús o un tren, y algunos, sin esperar a que los pasajeros se bajen de él, se suben rápidamente, empujando a los que están a su alrededor. Esto no es solo descortés, sino también poco práctico, ya que el flujo de quienes están saliendo puede simplemente empujarlos lejos de las puertas e incluso derribarlos.
3. Llevar mochilas y bolsos grandes en los hombros
Una mochila o un bolso que cuelga de los hombros también causa muchos problemas en el transporte público a los compañeros de viaje. Un pasajero que por distracción o por cualquier otro motivo no se los quita puede crear molestias a los que lo rodean: puede golpear a alguien con la mochila al frenar el autobús o puede obstruir el paso. O simplemente provocar una agresión.
4. Quedarse parado en la puerta sin tener la intención de bajarse en la siguiente parada
A veces sucede que solo se necesita viajar un par de paradas, y parece que no tiene sentido pasar al fondo del transporte público y tomar asiento, es mejor quedarse parado en la puerta. Sin embargo, sería mejor no interferir con la entrada y la salida de los pasajeros, sino sentarse en un asiento vacío o simplemente alejarse de la puerta.
5. Empujar hacia la salida en lugar de pedir educadamente que te dejen pasar
Sucede que uno debe bajarse en la siguiente parada, y hay tanta gente en la cabina del autobús o del tren que es difícil incluso moverse. En lugar de preguntar delicadamente a las personas si van a salir en la próxima parada y cambiarse de lugar con ellos, algunos comienzan a empujar, abriéndose camino hacia la puerta. Esto es, por decirlo suavemente, poco educado e improductivo.
6. Espiar los libros y teléfonos de otras personas
Hoy en día, muchas personas están acostumbradas a viajar con los ojos puestos en los dispositivos, mientras que otras pueden pasar el tiempo en el camino leyendo un libro. Y, a veces, la curiosidad de algunos pasajeros supera la comprensión de la necesidad de respetar el espacio personal y la privacidad de los demás. Se ve realmente descortés cuando alguien mira el teléfono o un libro abierto de otra persona. A pocos les gustaría convertirse en objeto de tal interés. Pero sucede con bastante frecuencia.
7. No usar auriculares
Algunos pasajeros confían tanto en su gusto y en la calidad del contenido que consumen que les resulta simplemente necesario compartirlo con los demás. Sin embargo, al olvidarse los auriculares y estar viendo películas o escuchando música a través del altavoz del dispositivo, estas personas corren el riesgo de ser incomprendidas por sus compañeros de viaje.
8. Sentarse con las piernas abiertas o muy extendidas
Sí, la anatomía de cada persona es diferente, no hay forma de evitarlo. Sin embargo, en general no hay mucho espacio en el transporte público, y quienes abren las piernas o las estiran se olvidan de que no están viajando solos y molestan al resto de los pasajeros. Por añadidura, crean situaciones de riesgo incluso para ellos mismos.
9. Comer durante el viaje
Por supuesto, si hablamos de viajes de larga distancia o de un vuelo internacional, uno no debería privarse de comer un bocadillo o incluso una comida completa. Pero algunas personas no se niegan a comer nunca, y en los trayectos cortos, al parecer, no encuentran fuerzas para esperar a llegar a su parada y comer fuera del habitáculo del transporte público. A menudo sucede que durante una frenada brusca, la comida resulta ser parcial o completamente volcada sobre el inocente pasajero de al lado. Así que es mejor esperar para comer.
10. No agarrarse de los pasamanos
No se trata solo de la necesidad de cumplir con las normas de seguridad y de la excesiva confianza en uno mismo, que puede conducir a resultados lamentables. Agarrándose de los pasamanos, el pasajero también demuestra que respeta a los demás y que no piensa solo en sí mismo. Es bastante fácil perder el equilibrio durante una parada repentina del transporte. Además, agarrarse de otros para no caerse no es algo divertido.
11. Soltarse el cabello largo
Hay chicas y muchachos que viajan en el transporte público con el pelo largo suelto. Sí, puede ser hermoso, pero es algo antihigiénico y crea inconvenientes para los demás. Después de todo, el cabello, especialmente con una gran multitud de personas, puede llegar a la cara de alguien. Además, una persona que llega a casa con el pelo de otra persona en la ropa puede tener problemas.
12. Ocupar los asientos de al lado con bolsas
A menudo sucede que no hay muchos asientos vacíos en un vagón de metro o en un autobús, pero algunos pasajeros colocan bolsas y otros objetos en el asiento de al lado. Mejor no hacer eso. Hay que dejar la carga en el piso y liberar el lugar para los demás pasajeros.
13. Sacudir el paraguas dentro del autobús o del vagón
Al sacudir o cerrar un paraguas mojado, algunos pasajeros se olvidan de que hay personas alrededor y que pueden caer gotas de agua sobre ellas. Es algo poco agradable. Por lo tanto, aquellos que están familiarizados con las reglas de etiqueta guardan el paraguas con anticipación y lo dan vuelta para que el agua fluya hacia abajo. Sería incluso mejor poner una funda especial para el paraguas.
14. Hablar por teléfono en voz alta
Aquellos que se aburren durante el viaje y empiezan a tener conversaciones en voz alta por teléfono en un transporte público, y que incluso hablan sobre sus cuestiones personales, aparentemente no piensan en cómo se sienten sus compañeros de viaje. Al estar en un transporte público, es mejor comunicarse a través de una mensajería instantánea y no molestar a los demás. Por supuesto, si la llamada es lo suficientemente urgente e importante, uno puede responder, pero debe intentar terminar la conversación lo más rápido posible.
15. Apoyarse en el pasamanos vertical
Algunas personas sienten la tentación de liberar ambas manos para responder con calma a un mensaje o reproducir algo en su teléfono. Luego deciden que apoyarse contra el pasamanos es una gran idea. Es poco probable que el resto de los pasajeros aprueben tal comportamiento, ya que algunos, debido a su baja estatura, no pueden alcanzar los pasamanos superiores. Podría suceder que al frenar, muchos de ellos se choquen entre sí y se lastimen.
16. Permitir que los niños se suban al asiento con los pies
Es mejor no permitirles a los niños que se paren en el asiento con los pies y mucho menos que salten sobre él. No solo podrían manchar la tapicería y privar a otros pasajeros de la oportunidad de sentarse en ese asiento después, sino que también se pueden lastimar si el conductor frena repentinamente. Si el niño quiere mirar por la ventana y está tratando de trepar más alto para ello, es mejor llevarlo en el regazo. Entonces tendrá una buena vista, permanecerá a salvo y no interferirá con sus compañeros de viaje.
17. No cederle el asiento a una mujer embarazada
Para evitar que una mujer embarazada se lastime por accidente en un transporte abarrotado, hay que cederle el asiento. Entonces no se preocupará por su propia seguridad y evitará molestar a otros pasajeros al moverse por la cabina.
18. Contar monedas en la entrada del transporte público
No hay nada de malo en el hecho de que el pasajero, al subir al autobús, empiece a contar el dinero para pagar el pasaje. Pero es mejor no quedarse justo en la puerta, evitando que otros entren. Hay que subir al transporte y, si hay espacio libre, sentarse para contar el dinero con tranquilidad y no molestar a los demás. Claro que es mejor aún prepararse con un poquito de anticipación.
19. Dejar basura
Está prohibido tirar basura en el transporte público. Si sucedió que algunos trozos de papel se cayeron del bolsillo, entonces hay que juntarlos. Pero solo después de que el autobús se detenga, para no lastimarse ni lastimar a los demás.
20. Charlar en voz alta en un grupo de personas
Las conversaciones en el transporte resultan especialmente molestas si se producen entre varias personas que se encuentran distribuidas por la cabina. Es mejor que los grupos ruidosos de personas dejen sus conversaciones para otro lugar de modo de no molestar a los pasajeros. Y en caso de que realmente surjan las ganas de hablar, entonces hay que hacerlo en voz baja y solo con el amigo parado al lado, y no con el que está en el otro extremo del vagón.
21. Solicitar a otros pasajeros que renuncien a su asiento junto a la ventana
Un asiento junto a la ventana en el transporte público es el preferido de muchos. En los aviones, incluso, los asientos junto a las ventanas suelen ser más caros. Por lo tanto, exigirle a alguien que le dé a usted o a sus hijos un lugar así es descortés.
¿Qué otro hábito has presenciado en el transporte público? ¿Puede ser que nos hayamos olvidado de algo en nuestro artículo?