Se burlaban de él por vender globos para sus estudios y se graduó como contador
“No hay trabajo vergonzoso” es lo que nos dice Eduardo Chamé a nosotros y a todos los que se burlaron de él por hacer el trabajo que le pagó la escuela.
Eduardo Chamé, un joven de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, anunció en Facebook el 1 de mayo que se había graduado como contador en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH). Eduardo atribuyó su éxito a la venta de globos, un trabajo por el que había sido objeto de burlas. En su publicación, agradeció a su familia y a los padres de familia que le compraron sus productos por ayudarlo a pagar sus pasajes, inscripciones, libros y alimentos, sin saber que estaban contribuyendo a su educación.
Además, Eduardo reflexionó sobre el esfuerzo que hizo para graduarse, señalando que no todos tienen las mismas oportunidades y que a menudo es necesario trabajar duro y estudiar cansado y desvelado para lograr el éxito. A pesar de las dificultades, Eduardo afirmó que su graduación valió la pena y que se sentía feliz de haber alcanzado este logro.
Finalmente, Eduardo envió un mensaje a quienes se habían burlado de él, “quiero expresarle a todos aquellos que alguna vez se burlaron de mí, que no hay trabajo vergonzoso, que cuando se quiere salir adelante, uno debe trabajar en lo que sea”.
“Los vendedores ambulantes son personas que también tienen sueños y están construyendo su futuro. Por lo tanto, es importante respetar y valorar su trabajo, independientemente de lo humilde que pueda parecer, porque ese mismo vendedor al que se le rechaza hoy podría ser el profesionista que se necesita mañana” mencionó el recién graduado.
Después de publicar su logro Eduardo recibió varios mensajes de felicitación. Los comentarios resaltaron su persistencia y determinación para alcanzar su sueño, así como su capacidad para superar las dificultades y limitaciones.
Uno de los mensajes incluso destacó una experiencia personal como vendedor ambulante de globos y la alegría que le producía verlo lograr sus objetivos. “Me siento orgulloso de ti al ver qué te superaste a pesar de que no tuviste las mismas posibilidades que otros”, “se nota las ganas de salir adelante y de luchar contra viento y marea”, “en una ocasión te compré un globo para mi niño, y aunque no te conozco, me da mucha satisfacción y alegría que lo estés logrando”. En general, las respuestas destacaron el ejemplo que Eduardo representa para muchos que luchan por superarse y alcanzar sus metas.
Y no solo los jóvenes están llenos de energía y ánimos de trabajar y esforzarse, sino que también los adultos mayores tienen ese fuego en su interior como para, aun después de jubilarse, seguir trabajando, incluso en McDonald’s, así como este hombre de 72 años.