12 Atuendos de película tan hermosos que podrían ser recordados para siempre
En el cine hay enormes maravillas que nos sorprenden cuando las vemos porque en la cotidianidad no podemos encontrar nada similar. Algunas de ellas son creadas por efectos especiales, pero en buena medida, la magia de estas películas se debe a cómo preparan el set, a los actores, y desde luego, su vestimenta. Muchas chicas seguro soñamos con tener un clóset lleno de la ropa de nuestras películas favoritas, especialmente cuando son vestidos, literalmente, de cuentos de hadas.
1. Los caballeros las prefieren rubias (1953)
Este fabuloso vestido, obra de William Travilla, es uno de los más famosos de la historia del cine. El diseño confeccionado en satén rosa, strapless y largo hasta el suelo, cuenta con una atrevida abertura en la parte trasera y un gran lazo en la espalda. Aunque es hermoso, este no fue el vestido con el que inicialmente se pensaba vestir a Marilyn para la canción “Los diamantes son los mejores amigos de una chica”.
Otro diseño había sido ideado, pero como no fue aprobado por el estudio, Travilla tuvo que poner manos a la obra en un vestido de emergencia, y terminó este diseño solo dos días antes de iniciar las grabaciones de la canción. Más adelante fue subastado y luego vendido en más de 350 000 USD.
2. Titanic (1997)
Esta maravilla de la diseñadora Deborah Lynn Scott fue todo un reto: en total se crearon 24 copias con diferentes telas, buscando que el vestido final se viera impecable tanto seco como mojado, ya que es el vestido que la actriz llevaría en el momento del hundimiento del barco.
Finalmente, el “vestido del hundimiento” se confeccionó con gasa en tonos guinda y negro y fue adornado con pedrería. Al igual que el diseño del punto anterior, este vestido alcanzó en subasta un precio final por encima de los 300 000 USD.
3. El diario de la princesa 2 (2004)
En la escena de la coronación de la princesa Amelia de Genovia, pudimos ver a la actriz Anne Hathaway luciendo un vestido maravilloso, en tonos claros, con bordados decorativos dorados y adornado con dos lazos sobre los hombros. Estos lazos, a su vez, sujetan una larga capa de varios metros de largo que arrastró por el suelo a modo de cola.
Sin embargo, aunque el vestido es fabuloso, también se destacan los accesorios que lo adornan, ya que las joyas utilizadas tanto por la princesa como por la reina eran totalmente auténticas.
4. Espejito, Espejito (2012)
Otra actriz que se puso en la piel de un princesa y lució unos increíbles y coloridos vestidos que nos cautivaron fue Lily Collins, al interpretar a Blancanieves en la película Espejito, espejito.
Este vestido en particular, diseñado por Eiko Ishioka, lleva un corsé auténtico y un armazón de alambre por debajo de la falda de estampado de flores. El armazón debía darle un vuelo suficiente al vestido, por lo que tenía alrededor de un metro y medio de circunferencia. El trabajo en los bordados, las mangas abullonadas, la falda y el corsé hicieron del vestido una obra de arte de 20 metros de tela.
5. La bella y la bestia (2017)
Si pensamos en Bella, automáticamente viene a nuestra mente la imagen de ese vaporoso vestido amarillo que la caracteriza. Sin embargo, en la última adaptación cinematográfica de la historia, pudimos ver a la princesa (Emma Watson) luciendo otro maravilloso modelo, menos “aparatoso” y con un toque más moderno y fresco.
Un romántico vestido blanco decorado con flores pintadas, tanto en el corsé como en la falda, y también con algunas imitaciones de flores en tela del mismo tono. Las sofisticadas mangas del vestido, casi transparentes, están también cubiertas de flores. Bellísimo, en perfecta armonía con el personaje al que representa.
6. Lo que el viento se llevó (1939)
Vivien Leigh lució durante toda la película varios modelos de vestidos, todos maravillosos, realizados por el diseñador de vestuario californiano Walter Plunkett, quien fue la inspiración de muchos otros diseñadores, incluido Christian Dior.
Este vestido verde surge en una escena en la cual la protagonista pretende conquistar a un hombre rico, pero no tiene nada a la altura de la ocasión para ponerse. Así que se le ocurre confeccionarse un vestido con las cortinas de terciopelo verdes que cuelgan en las ventanas de su hacienda. Plunkett era un gran costurero, prudente y detallista, pero confeccionó este diseño sin mucha perfección para que pareciera hecho a las apuradas, y lo dejó un tiempo al sol para conseguir que tuviera el aspecto de unas cortinas gastadas.
7. Blanca Nieves y el cazador (2012)
El vestuario de esta película es magnífico, pero este diseño en particular robó nuestra atención; más aún con Charlize Theron, quien lo lució en el papel de la bruja malvada.
Fue obra de Colleen Atwood, quien comentó que todos los vestuarios de la bruja (12 trajes principales en total) fueron los más difíciles de hacer, ya que debían reflejar su maldad y la transformación que va sufriendo a lo largo de la trama. Para elaborarlos se usaron telas de todo el mundo y decoraciones de lo más peculiares, como caparazones de escarabajos.
8. Para atrapar al ladrón (1955)
Este vestido digno de una diosa griega fue una creación de la diseñadora Edith Head. Fue elaborado en gasa de distintos tonos de azul y esconde bajo sus formas y sus delicados pliegues de tela un corsé con finos tirantes. Sorprende por su sencillez, y Grace Kelly no lleva más adornos o accesorios que una sencilla bufanda flotante y un bolso de mano azul, lo que le da un toque natural y desenfadado.
Un color tan particular y brillante como el de este vestido no era nada usual en los trajes de noche de aquella época, menos aún para una joven soltera. Sin embargo, la pieza se diseñó a conciencia con el objetivo de destacar a la actriz en todo momento y darle a su personaje una apariencia fría y distante, que a lo largo del desarrollo de la trama iría desapareciendo.
9. Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el ropero (2005)
Otra bruja con un vestido de ensueño es Jadis, la Bruja Blanca (Tilda Swinton). Todos los diseños que luce transmiten a la perfección su frialdad y una mezcla de poderío y misterio. Fueron obra de la diseñadora de vestuario cinematográfico Isis Mussenden, y realizar este vestido fue un gran trabajo porque se compone de tres capas diferentes de tela.
Todos los textiles utilizados se tiñeron buscando imitar el color del hielo. La primera capa del vestido se elaboró en terciopelo para darle cuerpo y rigidez. La segunda capa es de lana y seda afieltrada, que le aporta textura. La última capa es de un rico encaje, que podemos apreciar en el corsé, lo que le da ese último toque de elegancia y majestuosidad.
10. Aladdín (2019)
El diseñador Michael Wilkinson viajó por Medio Oriente, África, Turquía y Pakistán en busca de inspiración y materiales auténticos para elaborar estos vestuarios. Mientras que las mujeres de Ágrabah lucen atuendos inspirados en la cultura árabe, los estilismos de la princesa Jasmín están inspirados en el sur de Asia, en honor a su madre, procedente de un reino vecino llamado Shehrabad.
Por ello, su precioso vestido fue confeccionado en seda y estampados de cachemir y adornado con cuentas y bordados. Pensamos que los colores fucsia y coral, colores vivos y llenos de energía, fueron la forma perfecta que encontró el diseñador para representar la sed de aventura y las ganas de vivir de la princesa.
11. Las chicas de Ziegfeld (1941)
Este vestido fue creado por Adrian Adolph Greenburg, conocido simplemente como Adrian, el diseñador de vestuario de la Metro-Goldwyn-Mayer entre 1928 y 1941. Él también fue responsable del vestuario de El mago de Oz, incluyendo los inolvidables zapatos rojos de Dorothy.
Pero este magnífico vestido de fantasía que lució Hedy Lamarr no tiene nada que envidiarles a esos zapatos, ya que está íntegramente adornado con estrellas. Decenas de luceros adornan el estampado de la tela, así como los accesorios que lleva la actriz. Sus mangas no solo se alargan hasta el suelo, sino varios metros más allá, creando una majestuosa cola estrellada.
12. Intercambio de princesas (2018)
Este maravilloso vestido con un toque romántico diseñado por Luminita Lungu nos fascinó. Lejos de ser el típico vestido de princesa con una falda armada y con apariencia de ser incómodo, este diseño luce sencillo y natural sin dejar de ser elegante y femenino.
Las capas de tul blanco de la falda le dan vuelo y cuerpo sin aportar demasiado peso y haciéndolo lucir ligero y cómodo. Las flores bordadas, junto con el escote corazón, terminan de darle al diseño ese delicado aire de femineidad y sutileza.
¿Cuál vestido de película quisieras en tu clóset?