Ahora lo vi todo
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20 Clichés que vemos tanto en películas que se hicieron más comunes que comer palomitas en cada función

Lo que vemos en el cine es mera ficción. Sí, es cierto, algunas historias son de fantasía y otras están “basadas en hechos reales”, pero los directores y productores de películas casi siempre optan por meterle de su cosecha para apelar a las emociones, a lo aspiracional y a mostrarnos mundos que nos encantaría conocer y formar parte. Sin embargo, en algunas ocasiones caen en meros clichés que se repiten una y otra vez en sus obras y ya no se escapan del ojo crítico de los espectadores.

En Ahora lo vi todo, tenemos una vista de águila para detectar rápidamente todas esas situaciones que, francamente, no se ven muy reales, pero que las producciones insisten en incluir una y otra vez en las películas de cine.

  • ¿Hay algún personaje cobarde y problemático en la película que se equivoca todo el tiempo? Bueno, solo espera un poco: al final seguramente cometerá una hazaña heroica y salvará a todos.
  • Cuando un personaje responde a una llamada telefónica, pero no podemos escuchar al interlocutor, repetirá cada una de sus palabras: “¿Necesitas dinero? ¿5 mil dólares? ¿Hasta el miércoles?”.
  • Si alguien dijo que algo es imposible, entonces ciertamente debe suceder. Sería genial que los sueños siempre se hicieran realidad de igual manera en la vida real.
  • Las axilas de las mujeres siempre están depiladas. No importa si la heroína huye durante meses de los zombis en medio de un apocalipsis o si sobrevive en el espacio exterior. Si levanta el brazo, sabremos que se depiló como máximo ayer.
  • En el mundo del cine, al parecer, hay maletas especiales para llevar la cantidad exacta de 1 millón de dólares, y nadie ni siquiera comprueba qué cantidad total hay allí, porque si la maleta está llena hasta el tope, sabemos cuánto dinero tiene. Seguramente se venden en todas las tiendas, porque se necesitan muy seguido.
  • Incluso si los héroes conducen por una carretera recta y plana, deben girar constantemente el volante, como si evitaran obstáculos. Al mismo tiempo, los conductores siempre pueden volverse hacia los pasajeros de atrás y hablar con ellos hasta por un minuto entero. Esperamos que en la vida real nadie haga eso.
  • Cualquier personaje que por alguna razón aparezca en el encuadre, pero en realidad no haga nada o se haga pasar por un tonto, resultará no ser quien todos pensaban que era.
  • Las personas comunes siempre son mejores para resolver casos que la policía. Los guardianes de la ley, como sabemos, en la mayoría de las películas juegan el papel de sirenas y luces intermitentes y aparecen solo cuando el crimen ya está resuelto.
  • Según la trama, las personas pueden ser amigas desde la infancia o estar casadas durante 20 años, pero si nos muestran su correspondencia, esos siempre serán los primeros mensajes que se mandaron.
  • Las familias preparan para la cena todos los días 100 comidas que nadie come. Los adultos hablan, los niños hacen muecas. Solo los perritos, si los hay, querrán comer esa comida.
  • Después de cualquier escena explícita, la frazada o la sábana toman sospechosamente la forma de la letra L, cubriendo la figura de la mujer y las caderas del hombre. Bueno, entendemos lo que están tratando de esconder de nosotros, pero en la vida real esa regla por alguna razón no funciona.
  • El retrete y el baño son los lugares donde sin falta ocurrirá un giro en la vida del héroe. Quizás por eso van tan pocas veces allí: tienen miedo. Incluso después de dormir, no se apresuran a mirar adentro. Y si la acción tiene lugar en un bosque oscuro y el personaje necesita alejarse de la compañía, entonces espera problemas.
  • Los hombres conquistan a las mujeres con una persistencia maníaca. Al final, ella se rinde y comienza el romance. En la vida real, ella llamaría a la policía.
  • Los jardines de las casas se ven impecables. Con rosas rojas abiertas, tulipanes que aguantan el sol abrasador, pasto verde como Hulk. No tienen tiempo de nada, pero sus plantas se mantienen vivas a pesar de cualquier situación.
  • Un desayuno de película de lunes a viernes: puedes tomarte tu tiempo, cocinar un montón de comida, charlar con la familia. No sabemos cómo lo logran, porque la gente común solo tiene tiempo para ducharse, calentar la comida de ayer o morder rápidamente un bollo.
  • Si persiguen a las mujeres, ellas siempre tropiezan y caen. No sabemos qué enfermedad es esa, pero generalmente las personas no se caen de la nada. Y si esto sucediera, entonces después no retrocederían de frente al perseguidor con la velocidad de un caracol.
  • No importa de qué trabaje el personaje principal, pero si no estamos viendo un drama, entonces su vivienda parecerá la de un empresario exitoso. Por supuesto que en la vida también sucede que una familia rica deja una herencia a un familiar, pero por penoso que sea, no pasa tan a menudo como en las películas.
  • Las chicas se enamoran fácilmente de los personajes más viles o de los musculosos tontos que se burlan de ellas. Al mismo tiempo, los hombres buenos que hacen todo por ellas terminan en la zona de amigos.
  • Las ambulancias que atienden las emergencias siempre llegan de inmediato y, además, cuentan con equipo especializado para poder atender a los pacientes, pero en muchas ocasiones, en la vida real, los paramédicos logran hacer proezas con el poco equipo que tienen en el vehículo.
  • Las paredes de las casas, especialmente las de las escaleras, siempre tienen fotografías impresas enmarcadas de manera impoluta. Difícilmente una familia con ambos papás que trabajan y colaboran en casa mantienen actualizado el álbum familiar de sus hijos en cualquier parte de la casa.

¿Qué género cinematográfico es tu favorito? ¿Cuáles son los clichés más frecuentes que has encontrado en tus películas preferidas?

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