8 Errores que cometemos cuando vamos a un súper a comprar (y cómo no caer en ellos)
Ir de compras puede ser todo un reto, sobre todo si no acostumbras a hacerlo y caes fácilmente en prácticas que llevan a perder dinero y tiempo. Seleccionamos los errores más comunes que las personas cometen al ir al súper o la tienda y qué problemas ocasiona cada uno de ellos en el consumidor.
1. Probar las “muestras gratis”
Muchas empresas acceden a ofrecer muestras gratis de ciertos productos para incentivar su compra y mejorar la experiencia de los consumidores. En ocasiones, esto genera el deseo de adquirir un artículo que no necesitas y que te lleva a actuar por impulso, en especial si no acostumbras a planificar tus compras.
2. Comprar muy a menudo
Si notas que nunca te alcanza el dinero, quizá sea porque estás comprando cosas que no necesitas y lo haces muy a menudo.
Lo mejor es considerar el realizar compras semanales o mensuales, dependiendo de los productos que acostumbras a consumir en tu día a día. Ir al supermercado una vez a la semana puede ayudarte a evitar que los alimentos caduquen. Por otro lado, las compras mensuales son perfectas para ahorrar en traslado y combustible.
3. Comprar por impulso y no por necesidad
Comprar comida, productos de higiene o medicamentos es necesario para nuestra vida. Pero cuando se adquiere un artículo solo por el deseo de tenerlo y se repite el proceso varias veces es considerado una compra por impulso. Esto suele suceder, por ejemplo, cuando uno sale de compras con el estómago vacío, ya que el hambre contribuye a dejarnos tentar por los apetitosos dulces en las cajas del supermercado. Una buena forma de frenar esto es salir de compras después de comer.
Otra opción es aprender a planificar las compras para evitar regresar a la tienda por “olvidarnos de algo”, pues uno puede salir con más artículos de los que planeaba comprar. Es recomendable armar nuestro propio menú y escribir una lista de compras que nos ayude a priorizar los productos de primera necesidad, como la comida y artículos de limpieza.
4. Comprar siempre en tamaño grande
Los productos envasados en tamaño grande suelen dar esa sensación de ahorro. Sin embargo, tales artículos pueden venir con costos ocultos y también contribuir al desperdicio de alimentos perecederos. Para eso es necesario tomar otras medidas que realmente lleven a un mejor ahorro en dinero y tiempo como, por ejemplo, comprar a granel y considerar los empaques pequeños.
5. Dejarse llevar por la apariencia
En el caso de las frutas y verduras, muchas personas tienden a dejarse llevar por su apariencia creyendo que las “más lindas” son las de mejor calidad. Sin embargo, en el caso de estos productos, eso va más allá de su aspecto, ya que también influyen el color, el olor, la firmeza y el tamaño.
Además, en muchos comercios tienden a pulir las frutas para que se vean más apetitosas. Así es que, antes de elegir una de aspecto pulcro y brillante, lo mejor es olerla y palparla para asegurarse de su firmeza.
6. Comprar carne y verdura empaquetadas
Ciertos tipos de empaquetados pueden conservar algunos alimentos, como el envasado al vacío de las carnes y frutas. Sin embargo, otros cuentan con inconvenientes, como la presencia de microbios que pueden alterar los nutrientes de los productos. Esto sucede especialmente si no se conserva el artículo dentro de frigoríficos o no se controla la temperatura como corresponde.
Además, el uso excesivo de envases de plástico genera un gran impacto ambiental. Una buena opción para reducir el plástico de un solo uso es comprar a granel, ya que, además, esto cuenta con varias ventajas, como controlar la cantidad exacta que deseas del producto, obtener frutas o verduras más frescas y apreciar su calidad a simple vista.
7. Comprar a final del día o el fin de semana
Un estudio sugirió que las decisiones tomadas por impulso se deben a la fatiga relacionada con las distintas actividades realizadas en el día.
En el caso de las compras, esto puede ser un problema si frecuentamos el supermercado al final del día o el fin de semana, donde hay mayor cantidad de personas y una larga espera en la fila de las cajas. Comprar durante la mañana puede ayudarte a minimizar el tiempo de estadía en la tienda y evitar las tentaciones vistas en las vitrinas centrales.
8. No usar tu propia bolsa de compras
Dependiendo del país donde se viva, existen reglamentos que regulan el uso de las bolsas de plástico en los supermercados para evitar la acumulación de desechos que contaminen el ambiente. Asimismo, muchos establecimientos cobran cuando sus clientes les piden una bolsita. Al usar las tuyas de tela u otros materiales no solo contribuirás a cuidar la naturaleza, sino que también ahorrarás unos centavos.
¿Cómo equiparas tus necesidades con tus antojos para evitar los gastos innecesarios?