8 Trucos de marketing que nos hacen gastar más y cómo burlarlos
Nada suele surtir tanto efecto como las estrategias de ventas de las tiendas en general. Son tan poderosas que, incluso sin que nos demos cuenta, sus tácticas hacen que lleguemos a casa con artículos que ni siquiera sabíamos que queríamos. Para sobrevivir a este tipo de métodos, siempre es bueno saber cómo lo hacen y qué debemos hacer para salir invictos de nuestras visitas a los centros comerciales.
1. Nunca confíes en cómo te ves en un probador
Todos hemos pasado por la humillante experiencia de ver tu reflejo en el espejo de un probador y darte cuenta de que no se parece en nada a lo que estás acostumbrado a ver en otros espejos. Los de las tiendas te muestran un reflejo poco favorecedor de cada mancha y poro de tu rostro. Además, te da la ilusión de que eres una talla o 2 más grande y 5 años mayor. Todo esto se debe a la iluminación que utilizan muchas tiendas.
Esta estratagema de marketing juega con el ego del consumidor para persuadirlo de comprar artículos adicionales, en este caso, ropa, que lo harán sentir mejor consigo mismo. En cierto modo, solucionan un problema que nunca estuvo ahí.
2. Evita la bebida de tamaño mediano
La gente tiende a elegir bebidas de tamaño mediano porque las grandes son demasiado grandes y las pequeñas no sacian la sed. La bebida mediana, sin embargo, no es una buena oferta porque es solo un poco más grande que la pequeña y casi tan cara como la grande. El mismo truco de marketing se aplica a las palomitas de maíz del cine. Esta técnica se denomina efecto señuelo y se produce cuando se diseña una tercera opción para convencer a los consumidores de que elijan una opción más cara.
3. Los anuncios nos hacen usar más pasta de dientes de la necesaria
La mayoría de las personas se cepillan los dientes con demasiada pasta dental, mientras que una cantidad del tamaño de un guisante es más que suficiente. Esta tendencia vino originalmente de los anuncios publicitarios, donde el uso de cosas de mayor tamaño se ve mejor y nos hace sentir que nuestros dientes estarán más limpios y blancos si aplicamos más producto.
4. Las rebajas rara vez son una buena idea
Uno de los puntos principales de una rebaja es maximizar las ganancias y hacer que quieras comprar más, pero también puede ser una señal de que el producto tiene un precio excesivo o es de mala calidad. Para no ser víctima de las rebajas, pregúntate si pagarías el precio total del producto. Si la respuesta es no, devuelve el artículo sabiendo que solo estás persiguiendo la gratificación instantánea de comprar algo nuevo.
5. No prestes atención a las tendencias
Si te gusta la ropa de moda, tal vez quieras repensar tu guardarropa. Cada par de meses, hay un nuevo corte de jeans o un color que invade Internet. El objetivo de estas tendencias es hacerte gastar dinero durante todo el año sin encontrar tu propio estilo. La pieza que ahora está de moda y agotada pronto se volverá “horrible” y obsoleta cuando surja algo más.
En lugar de seguir las tendencias, dedica tiempo y esfuerzo a encontrar tu propio estilo y crear un guardarropa atemporal.
6. No caigas en la ilusión de la escasez
Es más probable que la gente desee cosas si parecen un recurso escaso. Piensa en cuántas personas quieren leer un libro después de enterarse de que la primera edición se agotó en cuestión de horas. Un ejemplo de la ilusión de escasez es cuando una compañía aérea dice: “Solo quedan unos pocos boletos a este precio”, o un hotel dice: “¡Solo quedan 3 habitaciones disponibles!”.
7. No caigas en el engaño de una edición limitada de algo
Las empresas a veces fabrican ediciones limitadas con la esperanza de que las personas las vean como objetos raros y únicos. Estas empresas son conscientes de que la gente pagará más por algo exclusivo e inusual, especialmente porque con frecuencia se lanza durante las temporadas festivas, cuando la gente tiende a gastar más.
Dado que estos productos solo estarán en los estantes de la marca por un corto tiempo, los fabricantes rara vez ponen mucho esfuerzo en la calidad.
8. No confíes en el aroma de las tiendas
El delicioso aroma en el pasillo de la panadería del supermercado no proviene del horno. Aparentemente, los supermercados liberan el olor a “panadería fresca” para que tengas antojo de pasteles y los compres incluso si no estabas planeando hacerlo. Esta estrategia se llama marketing sensorial.
¿Qué otras tácticas de ventas conoces y has aprendido a evitar?