9 Mujeres icónicas que tenían extrañas prácticas para estar siempre bellas
En la actualidad, las figuras públicas comparten sin ningún problema cómo realizan sus tratamientos capilares, para la piel o sus métodos de maquillaje. Antes, por el contrario, era más difícil llegar a conocer esa información. Afortunadamente, con el paso de los años, algunos de los secretos de las chicas que acapararon portadas de revistas en el pasado han salido a la luz.
En Ahora lo vi todo nos pusimos a investigar y dimos con las excentricidades más grandes de la farándula del siglo pasado, algunas más descabelladas que las otras.
1. Twiggy usaba 3 juegos de pestañas postizas
Cuando era pequeña, Twiggy tenía una muñeca con pestañas superiores e inferiores enormes. Y se le ocurrió su imagen icónica simplemente copiando ese aspecto inusual. Ponía la alarma una hora y media antes de cada procedimiento de maquillaje: ese era el tiempo que tomaba este proceso. Pegaba 3 capas de pestañas postizas en los párpados superior e inferior y también pintaba pestañas adicionales sobre la piel. Y al final les daba volumen a los labios.
2. Joan Crawford mascaba paquetes enteros de chicle
La popular actriz de los años 30 convirtió la preservación de su belleza en un verdadero culto.
- Inmediatamente después de lavarse la cara por la mañana, se enjuagaba el rostro con agua helada 25 veces para que estuviera fresca y en forma, y luego se aplicaba una crema hidratante.
- Para mantener la piel de los codos suave y juvenil, la untaba con jugo de limón.
- Para hacer el blanco de sus ojos blanco como la nieve, se ponía paños empapados en ácido bórico sobre los párpados.
- Y para mantener una hermosa línea de la mandíbula y una piel tonificada, masticaba chicle en cantidades enormes.
3. Brigitte Bardot humedecía sus mechones con saliva
Los rizos de Brigitte Bardot eran tan hermosos como sus labios rellenos y su impresionante figura. Pero resultó que recurría a un truco ingenioso, aunque algo repugnante, para lograr que los mechones le adornaran la cara de un modo hermoso: usaba saliva para rizarlos. Humedecía los rizos más largos con saliva, los retorcía con fuerza y los escondía detrás de las orejas. Y cuando se secaban, estaban hechos unos mechones rizados magníficos.
4. Jacqueline Kennedy dormía sobre fundas de almohada de seda
Para mantener su cabello brillante y hermoso, Jacqueline Kennedy utilizaba varios trucos a la vez.
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Dormía sobre fundas de almohada de seda en lugar de algodón para mantener sus rizos suaves y facilitar el peinado.
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En la calle, a menudo se cubría el cabello con una bufanda de seda para que el peinado no se desarmara o simplemente para que el cabello descansara de los cosméticos.
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Y se untaba las puntas del cabello con aceite, la mayoría de las veces de lavanda, para protegerlas de la desecación.
Jacqueline tenía otro secreto del que podemos tomar nota: no se maquillaba llamativamente, pero al mismo tiempo elegía un tono de lápiz labial que combinaba perfectamente con su vestido.
5. Lucille Ball se afeitó las cejas
En las décadas de 1920 y 1930, eran populares las cejas delgadas como agujas. Muchas mujeres se las depilaban o incluso se las afeitaban. Y las actrices de Hollywood de la década de 1930 dibujaban un arco en relieve poco natural con un lápiz para agregar más dramatismo a la imagen en la pantalla. Para conseguir un pequeño papel en la película Escándalos romanos (1933), la actriz de cine Lucille Ball tuvo que afeitarse las cejas completamente y nunca volvieron a crecer.
6. Rita Moreno luchaba contra las erupciones con un cepillo duro
En la época de la juventud de Rita Moreno se utilizaban 2 medios para combatir el acné: una gran cantidad de rayos ultravioleta y una mezcla de alcohol y acetona. La actriz se sentaba al sol durante horas, pero el resultado no se hacía ver. Entonces, ella misma inventó un método para deshacerse de la piel grasa y las erupciones. Todos los días exfoliaba la capa superior de la piel con un cepillo duro y, como resultado, resolvió su problema. Y para que la base se asentara en una capa delgada y fuera invisible, la mezclaba con agua.
7. Mae West utilizaba aceite para bebés
En lugar del humectante, la controvertida actriz y dramaturga Mae West usaba aceite de coco y también le gustaba aplicarse regularmente en la piel aceite de bebé. El secreto es, aseguraba, que debe calentarse y es algo que un hombre debe hacer sí o sí.
8. Marlene Dietrich recurría al “lifting” facial
En los años 40, cuando la cirugía plástica apenas estaba en su infancia, Marlene Dietrich logró inventar un reemplazo gentil y completamente seguro para ella. Para ocultar las arrugas de su frente, se estiraba la piel y la aseguraba con un apósito escondido debajo de una peluca o debajo de su propio cabello. Y a medida que se volvía aún mayor, encontró una manera de eliminar la piel flácida de su barbilla. Con esto la ayudaba una fina cadena de oro que se extendía debajo del mentón y se sujetaba detrás de las orejas.
El cabello de Marlene era maravillosamente brillante gracias a una peluca salpicada de polvo de oro real.
9. A Marilyn Monroe no le gustaba mucho lavarse el cabello
La reconocida estrella de cine tenía muchos secretos para realzar su belleza.
- Para mantener su hermoso rubio el mayor tiempo posible y, al mismo tiempo, no quemar su cabello con peróxido, Marilyn Monroe trataba de lavarse el cabello lo menos posible. Y para mantener una apariencia de cabello limpio, usaba talco para bebés.
- Su maquillador Allan Snyder lograba el efecto de unas pestañas exuberantes, pero al mismo tiempo naturales, haciendo lo siguiente: cortaba las pestañas postizas por la mitad y las pegaba solo en las puntas de las pestañas naturales.
- En el arsenal de la bella mujer también había un prototipo temprano de un sujetador push-up, de una característica para la época forma cónica. Tenía 2 correas adicionales para un mejor soporte de los senos y 4 copas en lugar de dos. Dos de ellas sostenían el busto como cualquier sujetador, y las otras 2 creaban un volumen adicional de 2,5 cm.
- Y para que el pecho luciera espectacular en vestidos con hombros descubiertos, Monroe hacía ejercicios a diario. Al levantarse de la cama por la mañana, tomaba dos pesas de 2 kilogramos, extendía los brazos a los lados y los levantaba 15 veces por encima de su cabeza. Y luego hacía otra serie de ejercicios: bajaba los brazos de la posición de “sobre la cabeza” hasta unos 45° del cuerpo hasta que se cansaba.
- Por cierto, contrariamente a la conocida declaración de la actriz de que por la noche una mujer debe vestirse solo con unas gotas de Chanel n.º 5, la propia Monroe, al acostarse, se ponía un sostén, creyendo erróneamente que esto evitaría la flacidez de los senos. Aunque es más beneficioso para el cuerpo dormir sin él.
¿Cuál es tu tip de belleza más extraño?