El astronauta latino que no ha podido volver a la Tierra desde hace meses
Frank Rubio, un astronauta de origen salvadoreño y de nacionalidad estadounidense está atravesando una situación complicada: fue al espacio a bordo de la nave Soyuz MS-22 de Rusia por seis meses, pero no puede regresar debido a ciertos desperfectos de la nave espacial.
La nave Soyuz MS-22 es la que se encarga de transportar a los astronautas a la Estación Internacional Espacial y traerlos de vuelta. Durante el viaje de ida, hubo una filtración en el sistema de refrigeración causada tal vez por desechos espaciales. Así que el regreso, que estaba planeado para el 21 de septiembre de 2022, no tuvo más remedio que ser pospuesto.
En febrero se consideró enviar la nave Progress MS-21 como rescate, pero resultó que también tenía problemas de refrigeración. Finalmente, el 24 de febrero la Soyuz MS-23 llevó suministros a la Estación Espacial Internacional para la tripulación. Es probable que sea precisamente la Soyuz MS-23 la nave en la cual Frank Rubio, junto con los cosmonautas rusos Serguei Prokopiev y Dmitri Petelin, retorne a la Tierra. Sin embargo, la fecha estimada para este regreso se ha pospuesto hasta septiembre de 2023.
Tras ser seleccionado entre unas 18 000 personas, Rubio se convirtió en el duodécimo hispano en llegar a la EEI a bordo de una nave Soyuz rusa. Rubio se preparó durante cinco años para su misión espacial. Entre otras cosas, realizó vuelos regulares en un avión supersónico T-38. Para tener una buena comunicación con los demás miembros de la EEI, fue necesario que aprendiera ruso; los tripulantes rusos, por su parte, estudiaron inglés.
El idioma materno de Rubio es el inglés, pero destacó que su conocimiento del español le fue de gran ayuda para aprender ruso. En septiembre de 2022, llegó a la EEI junto con los cosmonautas rusos Serguéi Prokópiev y Serguéi Petelin. Se unieron a otros tres rusos, así como a los astronautas Bob Hines, Kjell Lindgren y Jessica Watkins de la NASA, y a la astronauta Samantha Cristoforetti de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Por otra parte, Frank elogió el apoyo de su familia y mencionó la importancia de adaptarse a la microgravedad en la EEI. Además, destacó los estudios científicos en curso en la Estación Espacial, como los cultivos hidropónicos y aeropónicos, cuyo objetivo es garantizar que haya suficiente comida en futuras misiones a la Luna y a Marte. Estos experimentos proporcionan información sobre el crecimiento de las plantas y buscan lograr la autosuficiencia en el espacio. Por último, el astronauta mencionó que también se están realizando estudios sobre el impacto de la microgravedad a largo plazo en el cuerpo humano.
En los últimos tiempos han aparecido algunas empresas que llevan a ciudadanos comunes al espacio con la idea de ofrecerles una vista única de nuestro planeta. Lamentablemente, muy pocas personas podrían acceder a estos viajes, en especial debido a sus altísimos costos.