Ahora lo vi todo
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14 Anécdotas que muestran que el amor entre padres e hijos va al infinito y más allá

Padres y madres no nacen con un manual que les enseñe a criar o cuidar a un pequeño. La tarea no es nada fácil, pero en muchas ocasiones, el amor sobrepasa cualquier falta de práctica o sabiduría. Para muestra: las siguientes vivencias entre padres e hijos que podrían sacarte una sonrisa. Al final, tú también puedes compartir tu historia.

  • Mi mamá no me dejaba tener novio en mi adolescencia, pero yo igual tuve a escondidas. Pero luego me molesté con él y terminé la relación. Me dolió y lloré mucho. Un día, vi a mi mamá levantarse de la cama de madrugada, me preparó un mate y lloró conmigo. Después de eso, me amé más a mí misma y encontré a un buen hombre. Hoy es el papá de mis dos amores. El gesto de mi madre cambió mi vida. @ Kay Rivas / Facebook
  • Realmente me gustaba una muñeca alemana que tenía el pelo blanco y un vestido azul con encaje blanco. ¡Pero costaba mucho dinero para esa época!
    Me internaron en un hospital durante casi un mes, y mi mami, habiendo venido a visitarme, naturalmente me preguntó si había algo que yo quisiera. ¡Por supuesto que quería la muñeca! ¡Al día siguiente la tenía en mis manos! ¡Era la felicidad más pura! Estaba por comenzar el tercer grado. ¡Mi mamá era extraordinaria! © Irina Brazhnikova / Facebook
  • Mi papá me enseñó que, como mujer, podía hacer lo mismo que cualquier hombre. Logró que, en una familia de más de 200 miembros y con raíces profundamente machistas, yo fuera la primera mujer con una profesión, la primera en conducir un auto, en comprarse su propio carro y su casa, la primera en vacacionar en el extranjero, etc. Sí, mi papá supo darme esos consejos, sostenerme económica y emocionalmente, aun con sus muy limitados recursos. Para él, mi eterno agradecimiento. © Patricia Romero Luna / Facebook
  • Cuando estaba en el cuarto grado, nuestra maestra tuvo un hijo. Los padres juntaron algo de dinero para comprarle un regalo. Enviaron a mi madre con la tarea de comprar un gran oso de peluche. Cuando mamá lo trajo a casa, perdí el habla. Nunca había tenido nada parecido, y solo tenía una muñeca de verdad (con un peinado y un trajecito).
    Vivíamos muy modestamente, pero yo quería tanto ese oso... Y mi madre me lo dejó a mí. Fue y le compró otro a la maestra, un poco diferente. ¡Cómo amaba a ese oso!
    Cuando mi sobrino ya tenía 12 años, vio a este oso, herido, con una pata dañada, y se lo llevó. Ese peluche vivió una vida larga y útil... Todavía me asombra el hecho de que mamá me haya dejado conservarlo. © Neta Osenyaya / Facebook
  • Tuve mucha suerte con mis padres. Ambos habían crecido en un pueblo, y nadie les enseñó los fundamentos de la pedagogía, pero siempre estaban de mi lado y respetaban mi individualidad. Recuerdo que la abuela de una amiga me acusó de haberle robado su perfume cuando jugábamos en su casa...
    Al día siguiente, mi padre fue a buscarme a la escuela. Estábamos caminando y vi a esa anciana adelante. Recordé todo, me puse a llorar y le conté a mi padre. Inmediatamente, la alcanzó y le exigió una explicación, y ella comenzó a justificarse. Luego resultó que el perfume estaba sobre el refrigerador y se había caído detrás de él. Estoy muy agradecida con mis padres, y recuerdo todos estos casos. Siempre sabía que ellos estaban de mi lado. © Alfia Zagirova / Facebook
  • Mi madre, vegetariana desde hace casi 50 años, tiene un congelador lleno de carne para cocinarnos a mí y a mis hermanos cuando ella sabe que nos va a ver, pues quiere que tengamos una buena comida casera. Como referencia, yo también soy madre de un niño pequeño, así que cocino todos los días, y uno de mis hermanos es chef de verdad. ¡Pero ella lo sigue haciendo! © shannonspeakstoomuch / Reddit
  • Cuando era pequeña, vivía con mi papá y mi abuela en un pueblo. Éramos muy pobres, a papá no le pagaban un salario, subsistíamos solo con la jubilación de la abuela. Y teníamos una huerta. En la escuela, por alguna razón, los otros niños no me querían, se burlaban de mí, decían que era fea. Mi papá lo sabía y se preocupaba mucho. Pero las conversaciones con los maestros no ayudaban.
    Una vez, en 8.º grado, teníamos un concurso de belleza “Miss Otoño”. Me molestaron tanto que anuncié inesperadamente que participaría. Mi papá, al enterarse, entendió lo importante que sería aquello para mi autoestima. Fue a la casa de una chica y le compró su hermoso vestido de graduación para mí. Por un dinero que entonces era una cantidad enorme para nosotros.
    Recibí el segundo lugar en la competencia, con lo que sorprendí a todo el mundo, porque todos me consideraban fea. Y durante toda mi vida recordaré esa acción de mi papá con emoción y gratitud. © Anastasia Samsonova / Facebook
  • Recuerdo un día que mi mamá me dejó en la escuela y me dio un beso de despedida en la mejilla. Todos alrededor de la parada se estaban riendo de mí, y mi respuesta fue: “Amo a mi mamá, no me importa lo que digan”. Todos dejaron de reírse inmediatamente. La extraño mucho, nunca me arrepiento de mostrar mi amor a mi madre. © Acriam / Reddit
  • A mi hermano lo acosaban en la escuela porque éramos pobres y vestíamos ropa barata. Una vez, se peleó por esto y lo suspendieron de la escuela. Cuando mamá le preguntó qué había pasado, él no quiso lastimarla y mintió. Cuando le dije la verdad, ella lloró. Y luego nos llevó a los tres niños a la tienda, compró un par de tenis caros a cada uno y nos hizo prometer que no se lo contaríamos a nuestro padre. Y si preguntaba, debíamos decirle que eran zapatos que estaban en liquidación. Dos veces al año, nos compraba tenis que nuestra familia no podía pagar para que no nos molestaran en la escuela. Te quiero, mamá. © tkm0ney / Reddit
  • Eran tiempos difíciles, no había suficiente dinero. Era mi graduación de la escuela primaria. Nadie me invitó a ir a una tienda por un vestido, y yo misma entendía que no había dinero para comprarlo, así que ni siquiera pregunté. Pero mi madre me hizo un conjunto increíble con su vestido de novia. Vi cómo lloraba mientras lo cosía, pero también cómo sonreía cuando me veía feliz en la fiesta.

¿Qué anécdotas con tus padres recuerdas con cariño hasta el día de hoy? ¡Nos encantaría leer tus historias!

Ten en cuenta: este artículo se actualizó en agosto de 2021 para corregir el material de respaldo y las inexactitudes fácticas.
Imagen de portada Alfia Zagirova / Facebook
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