Ahora lo vi todo
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15+ Niños que con su astucia logran salirse de todos los problemas

¿Alguna vez has visto a un niño salirse de una situación difícil con la astucia de un zorro? ¡Pues estos pequeños genios lo hacen todo el tiempo! No importa cuál sea el problema, ellos siempre encuentran una solución creativa y divertida. Además, ¿quién necesita terapia cuando puedes pasar tiempo con un niño que disfruta cada momento y te hace reír con sus ocurrencias? ¡Prepárate para conocer a niños ingeniosos y encantadores que te dejarán impresionado!

  • Una vez, mi esposo, nuestra hija de cuatro años y yo estábamos en una fiesta familiar. Una joven pariente lejana empezó a coquetear con mi esposo. Él trataba de ser educado y fingió no darse cuenta de sus insinuaciones, pero nuestra hija pensó que su papá estaba equivocado. Con su voz sonora, dijo, delante de todos: “Papá, ¿por qué hablas con esa mujer? ¡Está tratando de quedarse contigo y separarte de mamá!”. La joven tuvo que disculparse y abandonar rápidamente la fiesta, pero nuestra hija no le habló a su padre durante tres días.
  • Mi hijo tiene seis años y va al jardín de niños. Está enamorado de una chica de su clase, le lleva juguetes, trata de defenderla siempre, habla de ella en casa. Una vez, fui a recogerlo, era un día precioso después de muchos con lluvia y los niños estaban afuera paseando. Mi hijo me vio y corrió hacia mí. Le dije: “¿Dónde está tu amiga Isabel?”. Me contestó: “No lo sé, hoy no llueve, por lo que todos llevan otras chaquetas. Ella antes vestía una chaqueta con gatitos, pero no sé qué lleva puesto hoy”.
  • Trabajo en un kínder. Un niño de cinco años me dijo que se iba a casar con una chica llamada Ana. Pero yo sabía que él estaba enamorado de otra chica, por eso le pregunté por qué había cambiado de opinión. Me explicó: “Verás, es mejor estar con una chica que juega a lo mismo que yo, me regala sus caramelos y le cae bien a mi madre (sus madres son amigas) que con una que me gusta a mí. Sí, es hermosa, pero nunca jugará conmigo a los robots y acabará comiéndose mis caramelos ella sola”. Fue entonces cuando me di cuenta de que algunos niños son más inteligentes que yo.
  • Veo que mi hija de seis años lleva al gato desde la habitación en la que están reunidos nuestros invitados hasta otro cuarto más alejado. Al pasar a mi lado, me pregunta:
    — ¿Lo llevo correctamente? (Nuestro gato es grande y le he enseñado a sujetarlo y llevarlo para que esté cómodo).
    — Sí, está bien.
    Mi hija lo lleva hacia el sofá, pero lo deja en el piso. El gato vuelve lentamente a la habitación donde están los invitados.
    — ¿Pero por qué has traído al gato?
    — Para que se mueva un poco, lleva todo el tiempo tumbado.
    Ahora ya no sé si lo llevaba correctamente o no.
  • Compramos un huerto en el que había muchas plantas de fresa, entre otras. Pero estaban un poco llenos de maleza. Pensé que no era un problema, ya que, en un par de temporadas, podría renovarlas quedándome con los mejores ejemplares. Sobre todo porque a mi hijo de seis años le gustaron mucho sus frutos. Cosechar las fresas era un dolor, muchas eran muy pequeñas, pero me di cuenta de que si le pedía a mi hijo que las recolectara, él volvía rápidamente y con las fresas más grandes y jugosas. Pura magia, ¿verdad?
    Un día mi esposo también quiso comer las fresas, pero le daba pereza buscar las más grandes. Entonces oí a mi hijo decirle: “Papá, ¿quieres conocer un truco? ¿Ves esos palitos? Es que mamá marcó así las mejores plantas de fresa para replantarlas después. Solo recojo allí, en otras zonas son muy pequeñas”. © La Perla Negra / Genial.guru
  • Hacía el trabajo de niñera y los niños siempre me pedían una “taza padrísima”. No tenía ni idea de lo que era y los niños eran demasiado pequeños para poder explicármelo bien. Un día, se lo comenté a su madre y se echó a reír. Luego tomó dos pimientos, les cortó la parte superior, les quitó las semillas y los llenó de agua del grifo. A los niños les encantaba beber agua de esos pimientos. © Kikabennet / Reddit
  • Cuando era pequeña, teníamos una vieja computadora. Me gustaba mucho y pensaba que era como nosotros, pero de una especie biológica diferente. Un día corté un poco de salchichón y metí lo trozos en la unidad de disquete, para que ella también lo pudiera disfrutar.
  • Cuando mis hijos me ven de mal humor (sobre todo cuando se portan mal), enseguida me preparan un té. Es su forma de decir “cálmate, mamá”. Esa idea se le ocurrió a mi hijo y luego también la adoptó mi hija. Una vez me encontré incluso con dos tazas de té delante de mí: se habían pasado un poco.
  • Cuando era niño, vivíamos en el campo y teníamos unas cuantas cabras. Un día, mi hermano decidió ir a una subasta de ganado y vio que vendían un ternero para sacrificar. Él no pudo soportar la idea de que ese pobre animal se convirtiera en un chuletón, así que decidió comprarlo. De alguna manera, logró llevar al ternero a casa, pero no lo dejó en el pasto ni en el patio trasero, sino que lo metió en su habitación. Cuando mamá llegó a casa del trabajo se quedó, cuanto menos, asombrada: “¿Cómo es que hay una vaca en el pasillo?”. Mi hermano se metió en muchos problemas por eso. © bunnykitten94 / Reddit
  • Mis hijos han contado un caracol menos en su acuario. Y ahora me miran mal porque un día les conté que había probado caracoles en un restaurante de lujo hace unos 20 años. © MissHavisham / Twitter
  • Mi hija de seis años se acercó a mi mujer y le dijo:
    —Mamá, entiendo que es una época complicada para ti y para papá, ustedes tienen muchos gastos por la Navidad, así que el regalo caro se lo voy a pedir a Papá Noel.
    Gracias, hija mía. Por suerte, Papá Noel es bastante listo y ya te ha comprado un smartphone.
  • Me puse a la computadora después de mi hermana de 7 años. Las pestañas quedaban sin cerrar, por lo que curioseé un poco: “qué hacer para que crezcan las alas”, “cómo aprender a volar”, “por qué la gente no tiene alas”. ¡Cuánto me gustaría poder volver a esos días despreocupados, en los que yo también podía soñar tan libremente!
  • Fui a visitar a mis padres, charlamos un rato y luego fui a la habitación de mi hermano pequeño para saludarlo. Había un ambiente festivo, con paredes decoradas, regalos envueltos y Jingle Bells sonando. Mi hermano estaba decorando un árbol de Navidad. Le pregunté qué pasaba allí. Y me dijo: “¿Por qué debo esperar hasta diciembre? Quiero una Navidad en agosto, así que la Navidad será en agosto”. El niño solo tiene ocho años, pero ya creo que va a conseguir muchas cosas en esta vida.
  • En la ceremonia de graduación, nos entregaron las redacciones que habíamos hecho en sexto curso de primaria. El tema era “Mi profesión cuando sea mayor”. No recordaba en absoluto lo que escribí en su momento, pero tenía algunas conjeturas: veterinaria (porque mis padres son veterinarios), peluquera, doctora. Lo leí y me quedé atónita. La redacción decía que mi sueño era convertirme en diseñadora de papel pintado.
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