Ahora lo vi todo
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16 Personas que dijeron “no vuelvo a ir a una reunión familiar”

Dicen que “familia solo hay una”. A decir verdad, hay veces en que nos gustaría tener la chance de elegir con quién compartir el árbol genealógico. En especial cuando dentro de ese árbol hay personas que se pasan de chistosas o insolentes en los cumpleaños, las cenas navideñas y otras fechas del calendario en las que se dicta que debemos convivir con ellas.

En Ahora lo vi todo reunimos historias de usuarios que se llevaron una sorpresa nada grata en los ya tradicionales festejos familiares. Cof, cof, ¡qué bueno que solo se hacen de vez en cuando!

  • Mis papás me hicieron una fiesta de 15 años. Ya saben, se cuentan los invitados y el banquete se paga por persona; pues resulta que no llegó nadie de la familia de mi mamá, que eran más de la mitad de los invitados. La mitad de la fiesta se la pasaron diciendo que estaban en camino. © Dulce AB / Facebook
  • Una vez se casó un primo. Nos insistió de todas las maneras para que fuéramos. Le explicamos que estábamos mal económicamente y que no teníamos ropa adecuada para la ocasión, pero insistió tanto que fuimos y pensamos comprarle el regalo más adelante. Llegamos, saludamos y luego, en medio de todos y en voz alta, el primo nos dijo: “¿El regalo dónde está?”. Le respondí que no habíamos llevado regalo. La tía, delante de todos, nos preguntó: “¿Cómo que no trajeron regalo?”. Casi me morí de vergüenza. © Isabel Salina / Facebook
  • Una vez fui a casa de mi tía. Todo iba bien hasta que me quejé del frío que hacía. Ella me miró, recorrió mi cuerpo de pies a cabeza y me dijo: “Con esa manteca que tienes, ¿cómo puedes tener frío?”. Sé que es una adulta mayor, pero eso no le da derecho a hablar del físico mío ni de nadie. Desde ese momento, ella dejó de ser mi tía. © María Zm / Facebook
  • Cuando tenía 10 años, nos tocó ir de visita a lo de mi abuela. Era Navidad. Cenamos, todo bien, hasta que llegó la hora de abrir los regalos. Éramos 3 nietos. A mí y a mi hermano nos dieron unos chocolates. Luego, volteamos a ver a mi primo y le habían dado una computadora, un celular y mucha ropa. Mi hermano y yo nos sentimos tan tristes que nunca más pasamos las fiestas con la abuela. © Macarena Belén Quiroz Ferrada / Facebook
  • Esta no es mía, pero es de mis papás. Normalmente en las bodas se acostumbra a buscar a los padrinos. Ellos le pidieron al tío de mi papá que fuera el padrino de pastel, y él aceptó. El día de la boda, el tío llegó con un pastel superpequeño. Cuando llegó el momento de partirlo, el tío se paró y gritó: “Bueno, como yo lo traje, yo me lo llevo”. Y se llevó el pastel. Había como 150 invitados y ninguno comió pastel. © Jimnz Ly / Facebook
  • Mi tía se ofreció a tejer un suéter muy de moda. Compré la lana y se la di para que lo tejiera. El día de mi cumple trajo el suéter y me cobró el trabajo. Eso sí, como era mi cumple, tuvo la precaución de envolverlo para regalo. © Ana Leo / Facebook
  • Fue en mi propia boda. Gran parte de los invitados no asistieron, incluyendo a familiares. Mi suegra se la pasó quejándose por todo en la fiesta, desde el pastel hasta la música y mi vestido. Y para colmo, en las fotografías excluyó a mi familia. Vio que yo ya no podía más, entonces se acercó y me dijo: “Pon buena cara. Te querías casar, ¿no?”. Aún sigo sin poder ver las fotografías de la boda. © Isabella Martín / Facebook
  • Iba a ser la cena de Navidad en la casa de mi mamá. Yo ya me había independizado y no tenía mucho dinero porque acababa de pagar la renta. Invité a mi pareja a la cena, con lo cual mi mamá estuvo de acuerdo. Llegué 1 hora antes de lo planeado y mi mamá me preguntó si podía darle 500 pesos para la cena, ya que había ido con mi pareja. Yo no iba preparada, no sabía que me iba a cobrar la comida. Le dije que no tenía ese dinero, que solamente había llevado 100. Ella se enojó y no los quiso aceptar. Me hizo sentir tan, pero tan mal que ya no asistí a su cena de Navidad. Desde entonces, ya no me gusta ir a este tipo de reuniones con la familia. © Karla Hernández / Facebook
  • Hace un año, la mamá de mi esposo nos invitó a su casa a un almuerzo para celebrar el día del padre y el cumpleaños de su otro hijo. La pasamos muy bien, pero la esposa del hermano de mi esposo tenía una actitud desagradable y regañaba a mis hijos, porque jugaban “brusco” con los de ella. Para no dañar el rato, lo tomé con mucha paciencia y alejé a mis hijos, pero la señora remató con una indirecta diciendo que mi hijo menor no se parecía en nada a mi esposo. Desde entonces, no vuelvo a una reunión familiar con ellos ni con nadie. © H Ok Jessik / Facebook
  • Una vez fuimos a felicitar a mi cuñado por su cumpleaños. Cuando llegamos a la casa de mis suegros, otro de mis cuñados también llegó con su esposa e hijos. Mis suegros estaban felices de que había ido su otro hijo a su casa con los nietos y ni les importó que estuviéramos mi esposo y yo. Cuando nos sentamos a cenar, mi suegra le preguntó a cada uno qué quería de comer, yo fui la única a la que no le preguntó. Comprendí que no era bienvenida en esa casa. © Maki Cid / Facebook
  • Cada vez que íbamos a la casa de mi abuela paterna, siempre era lo mismo, ver quién había logrado más: que si ya se tituló, que si tiene tal trabajo, que si viajó o se casó, si tiene más dinero, más éxito o más de algo. Incluso una vez hicieron una competencia para ver quién tenía más tarjetas de crédito. Siempre te tenías que “ganar” tu lugar, y en eso se basaba el “amor” de los abuelos y tíos. Conforme crecimos, mi hermano y yo dejamos de ir, y siempre hacían sentir mal a mi papá por eso, hasta que dejó de ir tan seguido. © Leslie Adriana / Facebook
  • Fuimos al cumpleaños de mi abuelo paterno con mis hermanos. Todos éramos niños y le compramos un pastel. Le cantamos el feliz cumpleaños, luego mi abuelo se paró, agarró el pastel, lo metió al refrigerador y nos dijo: “Gracias por venir”. Mi mamá nos agarró a todos y nos fuimos. Fue la última vez que nos llevó a ver a mi abuelo. © Miriam Velazquez / Facebook

¿Cuál es la peor reunión familiar que has tenido?

Imagen de portada Isabel Salina / Facebook
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