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16 Regalos feos que muchas no querrían recibir de sus suegras

Para algunas personas, su suegra es algo así como una segunda madre. Los cuidados y atenciones que tienen estas mujeres hacia sus nuevos integrantes las hacen únicas. Sin embargo, hay quienes no corren con la misma suerte, y esto se vuelve evidente a la hora de intercambiar regalos.

En Ahora lo vi todo encontramos historias de nueras que contaron con humor cuáles fueron los obsequios nada lindos que recibieron de sus suegras. Al final, reunimos también relatos de las afortunadas que se sacaron la lotería con las mamás de sus parejas.

  • Mi exsuegra les regaló 20 USD a sus otras nueras y a mí, una toalla para el rostro comprada en liquidación. Como siempre fui una buena nuera y estaba necesitando un trapo de piso, la acepté. Al otro día, cuando ella fue a mi casa, vio la toallita en el suelo, toda sucia. © Kátia Regina / Facebook
  • Cuando estaba lista para recibir a mi hija, mi suegra le regaló a mi marido una bata suya para que yo la usara en la maternidad. Era solo una bata vieja. Pensé: hace 45 años la ropa era completamente diferente a la de hoy. Yo soy delgada y la bata me quedó horrible y enorme. Me enojé, pues parece que la mujer lo hizo a propósito. No la usé y mi mamá me regaló un pijama decente y NUEVO. © Nathalye Sales / Facebook
  • En todas las fechas importantes, mi suegra me dice la siguiente frase: “Canilla, te quería comprar algo, pero no sabía lo que te gustaría, entonces, vamos a hacer esto: cuando vayamos al shopping, escoges algo y te lo compro”. Así que creo que ella me está debiendo el shopping entero en regalos. © Cah Spinosa / Facebook
  • Mi exsuegra nos regaló una maceta con una planta que yo deseaba mucho. Como nos estábamos mudando a un apartamento nuevo, ella también nos dio un paraguas. Y una vez, a raíz de una discusión que tuvo con su hijo, de repente ella entró en mi casa y me dijo que se llevaba la planta de vuelta y que no se llevaba el paraguas porque estaba guardado en un sitio demasiado alto. Me quedé horrorizada. Días después, ella hizo las paces con el hijo y quería devolverme la planta. Le dije muy seca: “Se la puede quedar. Hubiera sido mejor que no me la hubiera regalado para luego venir y quitármela”. Desde entonces, no recibo nada que sea para la casa. © Laura Cavalcante / Facebook
  • Cuando estaba embarazada de mi primera hija, la moda era usar pantalones de bailarina. Eran como los leggings, y los usé durante todo el embarazo porque eran ajustados, pero cómodos, lindos y no demasiado largos (odio los pantalones largos). Entonces, mi suegra me regaló un pantalón inmenso de esos, con elástico en la cintura y corte recto, de un tejido que se arrugaba solo de mirar, que me quedaba enorme. Y todavía le reprochó a mi exmarido que nunca me lo ponía. © Marcia Fernandes / Facebook
  • Mi primera suegra, al comienzo, no me regalaba nada con la disculpa de que no me conocía. Los años pasaron y ella me dio, en una Navidad, el libro El diario de un chico en apuros, diciendo que cuando lo leyó, pensó en mí. Después de tres meses, en mi cumpleaños, ella me regaló la colección completa de ese best seller© Jessica Simifanelli / Facebook
  • Mi exsuegra llegó de París y trajo regalos para todos sus hijos y sus novias. A mí me regaló un bolsito de mano de terciopelo, muy bonito. El problema era que yo la había visto varias veces usando ese bolso. Hice de cuenta que no lo sabía y le agradecí. Cada vez que iba a visitarla, llevaba el bolso. © Rosane De Leoni / Facebook
  • Mi suegra me regaló una cajonera para que guardara las cosas de mi primer hijo. Días después, discutió con mi marido y le pidió la cajonera de vuelta. Desde esa fecha, nunca más puse los pies en su casa. © Ana Paula Fernandes / Facebook
  • Una vez, mi suegra me regaló una blusa verde muy bonita y me dijo: “Miguel (mi esposo) me contó que detestas el verde, entonces fui y te compré verde”. Me quedé pensando: “¿Por qué si sabes que a la persona no le gusta algo, vas y gastas tu valioso dinero justamente en eso?”. Sin embargo, le salió mal, pues me encanta el verde y usé bastante esa blusa. © Linda Ross / Facebook
  • Mi primer novio era más bajo que yo, y a mí siempre me gustó usar tacones. En mi cumpleaños, la madre me obsequió unas sandalias bajitas para que las usara cuando saliera con su hijo, porque él parecía mucho más bajo a mi lado si me ponía tacones. En fin... © Cintia Bissolati / Facebook
  • Una vez, mi suegra me regaló un trapo de piso. Ella debe haber encontrado mi casa sucia, a pesar de que trabajaba en turnos rotativos, tenía un bebé de seis meses en esa época, cuatro perros para cuidar, cinco gatos y una casa inmensa. Bien, después empecé a usar ese trapo para que se limpie los pies antes de entrar. Ya que no tenía empleada doméstica como ella, nada más justo que me ayude a no ensuciar. © Elenice Miloni / Facebook

Bono: Suegras que dieron regalos maravillosos y enternecieron el corazón de sus nueras

  • Mis suegros me regalaron una casa, donde vivo hoy. Cuando volvimos de la luna de miel, el refrigerador y la despensa estaban llenos. Ellos ya no están, pero quedaron los recuerdos y la nostalgia. © Maria Alice Martins Manzan / Facebook
  • Tengo suerte con mi suegra. Ella me pagó la universidad y me regaló una laptop para que pudiera estudiar. Ya sea con ropa o perfumes... ella me ayuda mucho. Amo a mi suegra. © Kathleen Silva / Facebook
  • El día que nació mi hijo, mi suegra me dio de regalo un colgante de oro con la forma de un niño. Un día lo perdí y me quedé muy triste. Entonces, ella tomó el que le regalaron cuando mi marido nació y me lo dio. © Renata Canto De Oliveira Orleans / Facebook

Y tú, ¿cómo te llevas con tu suegra? ¿Qué cosas “maravillosas” has recibido de ella?

Imagen de portada Laura Cavalcante / Facebook
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