Ahora lo vi todo
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17 Maestros que se olvidaron del sentido común en sus casas

La época en la que uno va a la escuela puede ser hermosa y divertida, como también cansada y devastadora. Gran parte de las anécdotas que nos quedan de esos momentos, son gracias a los compañeros que tuvimos y, en especial, a los maestros, que en parte eran los referentes y los adultos a cargo. Aquí traemos algunas anécdotas donde los profesores sobresalieron, pero por algo bochornoso.

  • Mi hija estaba en primer grado, ese día hubo una lección de arte. Me dijo: “Mamá, hoy dibujamos una oruga. Y un niño, para decorarla aún más, se cortó el pelo y se lo pegó para que la oruga estuviera peluda, y le pusieron un ’reprobado’”. ¿Cómo puede ser? Sacrificó su cabello, se le ocurrió una idea original. Tendría que haber recibido una A por su enfoque creativo, su pensamiento innovador y su creatividad. Sentí mucha lástima por él. Desde entonces, entre nosotros el apodo de este chico es Oruga. © Stalnaya08 / Pikabu
  • En general, fui una excelente estudiante en el colegio hasta el octavo grado. Pero sucedió que de toda la clase, ¡fui la primera en recibir una mala nota en el primer grado! Fue en una clase de música, por el hecho de que mi compañero de clase me dijo algo y me reí. Y luego, en el recreo, todos se reunieron a mi alrededor y miraron mi nota: ¡conque así es como se ve una nota mala! © Ekaterina / Genial.guru
  • Una amiga me contó que su hijo era un muy buen estudiante. Era enviado a las olimpiadas escolares sin cesar, principalmente los fines de semana. Ganaba premios, pero nunca era suficiente para el colegio. La gota que colmó el vaso para los padres fue el día que fue enviado a dos olimpiadas que se llevaban a cabo en diferentes lugares el mismo día. Acudió a una de ellas, ganó el primer lugar, pero la docente de la segunda asignatura, a la que no consiguió llegar, hizo un escándalo y llamó a los padres. Como resultado, antes de la graduación, lo trasladaron a otro colegio bajo los gritos y las amenazas de los maestros de la escuela anterior. Pero allí se graduó tranquilamente, recibió su medalla y se fue a estudiar a Inglaterra. © Rukonozhka Ai-Ai / Genial.guru
  • Tengo un sobrino que está en el segundo grado de un colegio común en una pequeña ciudad. Ayer llamaron a los padres a la escuela porque mi sobrino hizo lío en la lección de arte: no estaba de acuerdo con la evaluación de la maestra de su tarea. La maestra le puso un “reprobado” por el dibujo en el que mi sobrino había estado trabajando todo el fin de semana.
    Su padre fue al colegio. Al ver esa obra maestra, se echó a reír y solo hizo una pregunta: “En realidad, ¿qué fue tan terrible en la tarea del niño como para que lo reprobara?”. La maestra respondió: “El niño no entendió el tema e hizo otro dibujo”. Aclararé: había que dibujar la primavera, y este era su dibujo. © ZfRom / Pikabu
  • Tuvimos una “semana de matemáticas”. La maestra les dijo a unas compañeras de clase que hicieran un póster del periódico escolar. Todos los días se le acercaban, le hacían consultas, modificaban o agregaban algo, a la maestra le gustaba todo. Finalmente, le llevaron el póster terminado y ella dijo: “Vaya, esto solo se puede enviar a la basura”. © Tatapotato11 / Twitter
  • Estaba en primer grado. Faltaban un par de días para Navidad, y los chicos y yo hablábamos sobre lo que nos regalaría Santa. Nuestra maestra estaba cerca. Y entonces me dijo una frase que no olvidaré hasta el final de mi vida: “¿Sabes que Santa Claus no es real, verdad? Solo son tus padres poniendo los regalos debajo del árbol”. Ella destruyó toda la magia. © Elliot Kitchens / Quora
  • Crecí en una ciudad pequeña. Allí no había mucha gente, y todo el mundo se conocía como máximo a través de una tercera persona, porque todos eran vecinos, colegas o familiares de alguien. No había muchos talleres de recreación, por lo que casi todos los niños iban a la escuela de música. Y la maestra de solfeo era la esposa del profesor de educación física del colegio, por lo que a todos los que se portaban mal en las clases de música, se les ponía un “reprobado” en educación física. © Oídoporahí / VK
  • La maestra nos dio una tarea: dibujar a papá. Una compañera de clase: “Pero no tengo papá”. Maestra: “¡Jaja, solo miren a esta chica! Tan grande, y no sabe que todos tienen un papá”. Todos empezaron a reír. Y claro, si la maestra había dado el pie. Incluso se rieron aquellos que tampoco tenían papá.
    En casa me sentía muy incómodo: yo tampoco tenía padre. ¿Pero qué hacer? Para la siguiente lección, por primera vez no tenía tarea. Pero en la siguiente clase, la maestra ni siquiera preguntó por la tarea, porque resultó que algunos de mis compañeros de clase no tenían papá, pero tenían una mamá aguerrida. Y ellas le hicieron un escándalo a la maestra. © DevonMiles / Pikabu
  • Cambiamos de maestra de lengua como 6 veces, y solo la mitad de ellas eran personas normales. La primera simplemente no podía dejar de poner al menos un “reprobado” cada trimestre, y cuando le preguntaba por qué, respondía: “No me acuerdo”. © Tatapotato11 / Twitter
  • Maestro: “¿Por qué no hiciste tu tarea?”.
    Yo: “Lo siento, no sabía las respuestas a todas las preguntas”.
    Maestro: “¿No te las expliqué ayer?”.
    Yo, con voz triste: “En casa no me acordaba de todo”.
    Maestro, enojado: “Si Harry (nuestro excelente alumno) pudo hacerlo, ¿por qué tú no?”.
    Profesores así, que comparan a los niños con diferentes habilidades, realmente me sacan de quicio. © Aabishkar Wagle / Quora
  • Solo por el hecho de que vine de otra institución educativa un año antes de graduarme, varios maestros me dijeron abiertamente que era “demasiado inteligente” y que no recibiría más de un 8 (un 4 en un sistema de 5 puntos) de ellos. Y el conflicto llegó hasta el departamento de educación pública del distrito, ya que me conocían de las olimpiadas escolares y estaba por graduarme con honores. Una comisión extendida venía a todos los exámenes, mis trabajos se verificaban después de haber sido corregidos por esos maestros, y así sucesivamente. Terminé graduándome con honores siendo casi un paria: solo 5 de mis 36 compañeros me hablaban, y tenía una relación normal con menos de la mitad del profesorado. © Ena / Genial.guru
  • Mi sobrina comenzó a ir al colegio este año, tiene un mechón de cabello teñido de púrpura oculto en la parte posterior de la cabeza. Casi no se ve. En una reunión de padres, hice una pregunta sobre el cabello teñido en los niños. La directora se puso furiosa: “El cabello teñido solo es apropiado en un circo. Si tienes un niño en primer grado con el cabello teñido, ¿qué dice esto de ti y de él?”. No entendí qué. Lo curioso es que al lado de la directora, estaba asintiendo a sus palabras su suplente, que tenía el pelo teñido de rojo. © pafondel / Pikabu
  • Cuando me transfirieron a un nuevo colegio en el quinto grado, no le caí bien a la profesora de lengua y literatura. Una vez, cuando nos entregaron los cuadernos con un dictado corregido, el mío no estaba allí. Me acusó de no habérselo entregado y me puso una mala nota. Y aproximadamente una semana después, trajo mi cuaderno manchado de café y lo tiró sobre mi mesa con una disculpa, dijo que lo había encontrado en su casa, pero, por desgracia, la mala nota ya no se podía corregir. Todavía no puedo entender qué le había hecho y por qué no le agradaba. © Oídoporahí / VK
  • En primer grado, una vez me pusieron una mala nota en lectura por leer demasiado rápido. © boringpauline / Twitter
  • En los primeros años de escuela, nos dieron una tarea de lengua: hacer una oración de acuerdo con el esquema “sujeto + predicado verbal”. No recuerdo exactamente por qué estaba tan distraído en ese momento, pero decidí no pensar demasiado y escribí lo primero que se me vino a la mente. Al día siguiente llevé a casa un “reprobado”. Qué vergüenza me dio darle excusas a mi madre por la frase “Jerónimo caminaba y se tiró un gas”. Pero ahora entiendo que, de hecho, ¡no hubo ningún error en el esquema de la oración! © Oídoporahí / VK
  • En noveno grado, por primera vez quise preguntarle algo a mi profesora de historia. Y ella dijo que no era mi amiga y que no entendía en absoluto por qué los estudiantes seguían molestándola con sus preguntas. © Daniel Kaplan / Quora
  • Hubo una prueba psicológica en el séptimo grado. La pregunta más maravillosa era: “¿Confías en tus padres?”. La prueba era anónima, por supuesto. Les advertí a mis padres por la noche que había puesto una marca delante del casillero de “No confío”, porque era obvio que nos habían engañado con lo del anonimato. Se convocó una reunión de padres de emergencia una semana después. Y en un susurro dramático leyeron la lista de nombres de los niños que no confiaban en sus padres. ¡Brillante! ¿El niño desconfía de sus padres? ¡Excelente, ahora que tampoco confíe en la escuela! Y preparemos el terreno para un escándalo en casa, ¡entonces definitivamente comenzará a confiar en sus padres! ¡Así es como funciona, claro que sí! © quetzalkoatl / Pikabu Shemkhaforash / Pikabu

Bono: Nos gustaría terminar esta selección con una buena nota

  • La hija de una amiga, estudiante de noveno grado, es una excelente alumna. También trabaja a tiempo parcial por las noches, tiene grandes planes para el futuro, etc. De repente, recibió una mala nota en el colegio. Se la mostró a su mamá y ella: “¡Por fin! Ya pensábamos que eras una niña completamente perdida. ¡Cariño, ven aquí, tenemos un acontecimiento! Resulta que nuestra hija es absolutamente normal”. Creo que son una superfamilia. © Oídoporahí / VK

¿Qué era lo que más te gustaba de ir a la escuela? ¿Qué anécdota recuerdas de tus maestros?

Imagen de portada Elliot Kitchens / Quora
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