18 Historias de padres que nos hacen decir: “¡Te entiendo, también me pasó!”
La llegada de un hijo cambia por completo la vida. De un día para otro, dormir en la silla de un dentista parece una buena opción, y la idea de tener un pez del supermercado como mascota no suena tan mal, ya que es imposible negarle algo a un niño. Disfrutamos mucho leer historias de padres que tienen todos sus días llenos de aventuras. Aquí reunimos algunas con las que quizá te puedas identificar.
- Mi pequeña tenía 6 años. Estaba frente al espejo quejándome (con el objetivo de recibir apoyo por su parte): “¡Vayaaa! ¡Encontré una cana y tengo arrugas debajo de mis ojos!”. Y ella me respondió: “Claro, y además nadie quiere casarse contigo”. © FairyMuu / Pikabu
- Mi papá trabaja desde hace mucho tiempo en una clínica dental. Todos los miembros de nuestra familia nunca les han tenido miedo a los dentistas, porque él es un profesional en su labor y siempre sabe hacer su trabajo de forma indolora y rápida. Ahora también soy mamá y tengo hijos. Mi hija menor es una niña muy activa, y es difícil mantenerla en un solo lugar. Un día fui a recogerla al jardín de niños. La maestra se me acercó y me dijo: “Hoy Valentina estuvo increíblemente activa y berrinchuda. No logramos acostarla o al menos entretenerla con algo para que no despertara a otros niños. Decidí asustarla y le dije que la llevaríamos al dentista si no se tranquilizaba. Entonces comenzó a correr gritando: ‘¡Yupi, yupi!’. ¿No le tiene miedo a nada en esta vida?”. © Habitación № 6 / VK
- Cuando trabajaba en una clínica dental, un hombre se durmió mientras le hacíamos una limpieza. Nada lo despertó, incluso el trabajo de la aspiradora dental. Al final de todo, lo despertamos y le preguntamos: “¿Por qué se quedó tan dormido?”. Él respondió que hacía un mes su esposa había tenido mellizos. © Totenmeer / Pikabu
- Cuando estaba en el hospital de maternidad con mi primer hijo, entablé una conversación con una mujer. Resultó que era una mamá de muchos niños. A veces me sorprendían e incluso me horrorizaban un poco sus historias. A lo mejor se dio cuenta de que sus relatos realmente no me motivaban, porque al final de la conversación agregó: “Pero ¡nunca te aburrirás!”. Aunque lo dijo con una voz tan triste que no ayudó en nada. Hace poco, uno de mis conocidos me preguntó sobre la vida y repetí su frase. Tengo cuatro hijos. Es muy divertido. © Oídoporahí / Ideer
- Una vez, mi esposo y yo viajamos en tren por la noche. Compartimos viaje con una mujer de unos 30 años y un hombre mayor. A mí me cuesta trabajo dormir en los trenes, y ese día el hombre se la pasó roncando muy fuerte. Miré alrededor y me di cuenta de que los demás estaban durmiendo. En ese instante pensé: “A lo mejor yo soy la única a la que le molesta tanto”. Soy una persona educada y no podía reclamarle a alguien tan mayor. Mi esposo trató de despertarlo un par de veces de forma silenciosa, pero sin éxito. Por la mañana, el auxiliar de nuestro tren comenzó a despertar a todos. Vi que mi esposo tampoco había descansado y no había dormido lo suficiente. El hombre se había bajado un par de estaciones antes de la nuestra. La mujer amaneció con mucha energía. Entonces, decidimos preguntarle si los ronquidos del hombre no le habían impedido dormir, a lo que ella respondió: “No, dormí bien. ¿Estaba roncando? Ni siquiera me di cuenta, es que tengo dos hijos”. © fialka96 / Pikabu
- Le pedí a mi hijo que dejara de correr, porque abajo vivían unos vecinos que les tenían miedo a los sonidos bruscos y por eso siempre se quejaban. Sin pensárselo dos veces, él dijo: “Pero ¿para qué sirven las piernas si no las puedes usar?”. Tenía razón.
- Hace poco, mi hija se me acercó con un espejo en la mano y dijo: “Mamá, mírate en el espejo”. Entonces le pregunté: “¿Qué veré allí?”. Y ella me respondió: “Nada bonito”. ¡Qué niña tan linda! © Lublushokolad / Pikabu
- Una vez, mi hija de 3 años y yo fuimos a comprar ropa. En la tienda había mostradores redondos. Mi niña se metió justo adentro para elegir algo de allí. A continuación, una mujer se acercó a este mostrador. Y mi hija desde adentro dijo en voz alta: “¡Esto es un robo! ¡Vayamos a otra tienda!”. La señora saltó casi metro hacia atrás del susto. © Elizabeth Saron Milner / Quora
- Cuando mi hijo tenía 9 meses, me fui a trabajar lejos. Llegué cuando tenía 2 años y medio. Le traje muchos regalos. Al día siguiente, se despertó temprano, me señaló y dijo: “¡Que ese hombre se vaya de la casa!”.
- Vivimos en un pueblo en donde no hay grandes tiendas. Ayer fuimos a una ciudad vecina a comprar cosas. Mi hijo de 3 años fue al supermercado por primera vez. Al pasar por una pecera en donde tenían peces vivos, se quedó allí por unos minutos. Cuando se enteró de que serían comidos más tarde, inmediatamente exigió que yo salvara a uno de ellos. Discutí con él durante mucho tiempo, pero aun así me ganó y dijo: “Si fueras tú, no dejaría que nadie te comiera”. Ahora tenemos un verdadero pez en casa. © Habitación № 6 / VK
- Cuando mis hijos eran pequeños, a menudo les preguntaba en broma: “¿Quién es la mejor mamá del mundo?”. Un día le hice esta pregunta a mi hija, que en aquel entonces tenía 3 años. En lugar de responder “¡Eres tú, mamá!” dijo: “Bueno, no conozco a todas las mamás del mundo y no puedo responder exactamente. Pero eres bastante buena”. Ahora tiene 16 años y sigue siendo igual de descarada, ingeniosa y asombrosa como antes. © Amy Ginsburg / Quora
- Hace poco salí a caminar con mi hija de 5 años. Fuimos al cine, compramos ropa, y antes de salir, decidimos entrar también en una dulcería. Se veía un poco cansada, así que decidí animarla y le dije al entrar en la tienda: “Paulina, elige lo que quieras, te compraré todo”. Mi hija me miró con falta de confianza y me dijo: “Pero ¡yo no quiero nada, papá! Tú sabes que te quiero mucho”. La vendedora se rio, algunas personas se conmovieron y yo comencé a llorar frente a todos por primera vez en mi vida. Abracé a mi hija, le dije que la quería mucho y ella me respondió: “¡Yo también te quiero! Pero ¿me puedes comprar estas gomitas de cocodrilos?”. © Habitación № 6 / VK
- En aquel entonces, nuestra hija tenía 2 años. Una conocida decidió preguntarle sobre su edad. Ella le mostró un dedo diciéndole cuántos años tenía, luego le enseñó dos y le dijo: “¿O, tantos?”. Después le mostró tres. Pero nuestra niña contestó: “Tengo dos años y medio”. Al parecer, la mujer claramente no esperaba una respuesta tan clara y madura. © Beverly Mulherin / Quora
- Una vez, mi hijo de 3 años y medio me preguntó si tendría un hermano o una hermana. Le dije que la barriga de su mamá ya era demasiado vieja para tener a un bebé. Entonces extendió su mano, me acarició la mejilla y respondió: “¡Pero mami, tu rostro es tan brillante y joven!”. Estuve a punto de llorar. © Valerie Wright / Reddit
Estamos seguros de que tus hijos también han dicho cosas extraordinarias. ¡Cuéntanos tus historias!
Imagen de portada Amy Ginsburg / Quora
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