18 Historias que demuestran que los niños son tan inocentes y sinceros que pueden ocasionar desastres
Al hablar de los niños hay una cosa de la que podemos estar seguros, y es que ellos pueden ser completamente impredecibles. Los chiquillos son muy inteligentes y sus ocurrencias pueden llegar muy lejos, incluso más de lo que cualquier adulto pudiera imaginar. Con sus acciones e ideas llenas de inocencia y sinceridad, podrían sacarle una sonrisa hasta al Grinch si así lo quisieran.
- Esto pasó en una de mis clases de inglés:
Yo: “¿en serio se les hace difícil? Esto es muy fácil”.
Alumna: “pues sí, ‘teacher’. ¿Cuántos años tienes tú?” © Maye Fierros / Facebook - Hasta los 5 años, mi sobrino me llamó “Tutío”, porque siempre escuchaba: “dile a tu tío”, o “es tu tío”. Así que era: “oye, tutío, esto”, “oye, tutío, lo otro”. © Alfredo Sanchez / Facebook
- Cuando tenía tres años, mi hijo jugaba con su prima de seis años, quien ya iba a la primaria. Él aún no iba ni al preescolar... Ella decía una letra y él contestaba una palabra que empezara con ella. Cuando le tocó su turno, él dijo “e”, y la prima contestó: “elefante”. Mi hijo, muy ofendido, me dijo: “mamá, ¿verdad que no? Elefante es con ‘ele’. Si fuese con ‘e’, diría ‘efante’”. Ahora es un adulto de 28 años, jajaja. © Lilia Ortiz / Facebook
- En vísperas de Navidad:
Alumna 1: Señorita, ¡acabo de descubrir que Santa Claus es mi papá!
Yo: ¿Qué? ¡Acabas de arruinar mi infancia!
Alumna 2: ¡Y yo me enteré de que el ratón de los dientes no existe!
Yo: ¡Arruinaste mi segunda infancia! © Cecilia Miranda / Facebook - Mi hijo de cinco años estaba un poco pensativo, así que, intrigada, la maestra le preguntó: “¿qué te pasa? ¿Estás triste?”. Y él le respondió: “no, solo que aquí las cosas no son justas”. La maestra dijo: “¿por qué crees eso?”. “Porque venimos cinco días a la escuela y tenemos solo dos de descanso”, le dijo mi hijo, y evidentemente tenía razón. © Armando Perez / Facebook
- Tengo una amiga que vive en otra ciudad y se llama Cristina. Cuando mi hija de 7 la conoció, empezó a llamarla Cristiana. Este año volvimos a verla y la corregí diciéndole que no se llamaba Cristiana, que era Cristina, y ella contestó: “se llama Cristiana, pero le dicen Cristina de cariño”. © Dulczita Gonzalez / Facebook
- Mi hijo de 5 años llegó emocionado a la casa porque en la escuela habían hablado de Cristóbal Colón. Me preguntó: “Mami, ¿tú conociste a Cristóbal Colón?”. © Wanda RodzBoria / Facebook
- Mi hijo llegó a casa del primer día en la escuela y me dijo que tenía que llenar los datos de la agenda. Cuando fui a revisar, noté que había puesto los datos de su papá, nombres, apellidos y, cuando llegaba al número de teléfono, había puesto “Nokia”, jajaja. © Eva Padel / Facebook
- Soy maestra y siempre trabajo vistiendo ropa deportiva y/o nada elegante. En mayo llegó la celebración del Día de la Madre y me vestí muy arreglada (con un vestido). Un niño de 4 años me preguntó: “profe, ¿de qué está disfrazada?”. © Claudia Vélez / Facebook
- Julián, 5 años, en preescolar.
Julián: tengo ajustado el zapato.
Yo: afloja los cordones.
Julián: no es eso, tal vez es un sapo.
Yo: jajaja, ¡¿cómo crees?!
Julián se quita los cordones, se saca el zapato y lo sacude.
Yo: Aaaah, un sapo. © Beatriz Molina / Facebook
Los niños son seres maravillosos que nos sorprenden constantemente con su ingenio y creatividad. A pesar de que a menudo se les subestima, los niños tienen una capacidad asombrosa para resolver problemas y encontrar soluciones innovadoras a situaciones complicadas.
Los niños tienen una capacidad innata para encontrar soluciones a los problemas que se les presentan. A menudo, su enfoque es diferente al de los adultos y pueden encontrar soluciones simples y efectivas. Por ejemplo, si un niño no tiene un juguete que desea, puede buscar una solución alternativa utilizando otro objeto similar que tenga a mano. Aquí te compartimos algunos artículos sobre lo divertido que puede ser el ingenio de los niños (uno y dos).
- Un día iba en el bus y se subió una pequeña niña con su madre. Tres cuadras más adelante se subió una muchacha enana y la niña le dijo a su mamá, sin ningún sentido de vergüenza:
“Mira, mamá, ¡una personita pequeñita!”.
La madre le dijo que hiciera silencio y la nena dijo:
“Mamá, yo no sabía que existían enanitas en este mundo, ¡qué linda!”. © Helen Ospina / Facebook - Estábamos esperando el bus y mi hijo de 7 me dijo: “papá, papá, ¿puedo pagar yo?”. Le dije que sí y le di la tarjeta para que pagara. Y, cuando estábamos subiendo al autobús, le dijo al chofer: “¡dos escolares, por favor!”. © Ivan C Gales / Facebook
- Cuando mi hija tenía 3 años, una de sus tías le regaló unas gallinas. Una mañana venía con un huevo en la mano llorando mucho. Me acerqué y le pregunté por qué lloraba. Miró el huevo y, con mucha tristeza, me dijo que “ESE HUEVITO YA ESTABA FALLECIDO”. Le pregunté por qué, y respondió: “¡NO VES QUE NO SALIÓ EL POLLITO!” © Graciela Paladea / Facebook
- Mis sobrinos, a sus papás: “ustedes nos compraron los regalos de Navidad porque vi el papel guardado en el escritorio. Además, si Santa trae los juguetes, ¿por qué los venden en las tiendas?”. © Loli Martinez / Facebook
- Mi hija tenía 4 años. Un día me dijo: “mami, cómprame una hermana”, y yo le dije: “cariño, tener otro hijo es muy caro”. Me contestó: “pues vamos al supermercado chino, que es más barato”, jajaja. © Yoly Casado / Facebook
Los niños tienen una habilidad especial para sorprendernos con sus ocurrencias divertidas. Su imaginación sin límites y su forma de ver el mundo puede llevar a situaciones cómicas y llenas de alegría. A continuación, te presento algunas de las ocurrencias más graciosas de los niños.
Los niños no tienen filtros y suelen decir lo que piensan sin preocuparse por las consecuencias. En ocasiones, esto puede llevar a situaciones divertidas. Por ejemplo, un niño puede decirle a alguien que tiene la nariz grande o que está gordo sin darse cuenta de que puede ofender a la otra persona.
Los niños tienen una forma de pensar muy diferente a la de los adultos. Su lógica puede ser muy divertida e incluso absurda en ocasiones. Por ejemplo, un niño puede pensar que si se pone una capa de superhéroe será capaz de volar.
Los malentendidos de los niños pueden ser muy graciosos: Los niños pueden interpretar las cosas de forma muy literal y esto puede llevar a situaciones divertidas. Por ejemplo, un niño puede pensar que si toca el televisor, los personajes de la serie saldrán de la pantalla y jugarán con él.
En resumen, las ocurrencias divertidas de los niños son algo que todos hemos experimentado alguna vez y que nos hacen sonreír y disfrutar del momento presente. La forma en que los niños ven el mundo es única y maravillosa, y es una fuente constante de alegría y diversión para quienes tenemos la suerte de estar cerca de ellos, por eso te dejamos algunas notas para que sigas divirtiéndote con sus ocurrencias: