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18 Profesores que deberían tomarse un té tranquilizante antes de ir a clases

Ser maestro es complicado: tienes que ganarte el respeto de tus alumnos, guiarlos y educarlos para que vayan por el buen camino — es un trabajo que requiere de dedicación y cariño. Por eso simplemente sabes cuando alguien está en el puesto solo porque quiere ganarse el cheque o el estatus de “superioridad”. Todos hemos tenido ese maestro odioso que te tiene entre ceja y ceja, y explotaba cada oportunidad para ganarse el disgusto de su clase. Algunas personas han compartido sus memorias de “ese profesor” con internet. ¿Quieres leerlas?

  • A mi hijo le odiaba tanto la profesora de educación física que le suspendió por no saltar aún con justificantes de traumatólogo y médico de familia. Le bajó la nota media, pero aprobó igual y estudia lo que quiere a pesar de su nota © Eco Eco Eco / Facebook
  • Era muy buena alumna y muy tranquila en la secundaria, logré obtener un buen promedio y estar en el cuadro de honor. Iba a una escuela de mujeres solamente y teníamos un profesor de educación física que, cuando seleccionaron a las alumnas para la escolta, pensó que yo era de muy baja estatura para estar ahí. Al final fui escolta, pero me creó tanta inseguridad en mí misma que tuve que pelear con ello durante muchos años. Además, había un gran grupo de alumnas que eran mis compañeras, y entre ellas y él siempre hablaban de mí hasta tal grado que me quedé sin amigas. Me refugié en mis libros y terminé la secundaria. Hasta el día de hoy, no logro comprender por qué esa antipatía conmigo, cuando el resto de los profesores sí me querían, y aún hoy tengo contacto con algunos de ellos. © Mila Fran / Facebook
  • Tuve una profesora que me arruinó el promedio de 10, por no ponerme una nota perfecta. Según ella, sería tomado como que ella se consideraba una profesora de 10. ¡Qué rebuscada! © Margarita Gutierrez / Facebook
  • Cuando estaba en tercero de secundaria nos metieron siete reportes en un solo día, unos merecidos, otros no. Entre esos reportes estuvieron dos de una maestra de Inglés. El primero que nos metió fue porque el 80% del grupo llegó 10 minutos tarde a clase por culpa del maestro anterior a esa materia, y no nos dejó entrar al salón. El segundo nos lo puso 15 minutos después porque “no habíamos entrado a clase”. Literal todos nos quedamos superconfundidos. © Lau Serrato / Facebook
  • Yo estudiaba en la escuela para maestros. Estaba casada y embarazada con mi primera hija. En clase, empecé a sentir contracciones, por lo que fui y le dije a mi profesor que me iba porque iba a dar a luz ese día pero se concretó a decir “¡Muchas felicidades! Pero tienes falta y te voy a quitar la calificación de hoy” (él evaluaba por clase) © Zuleyka Maldonado Gil / Reddit
  • Cuando ya estaba en preparatoria me cambiaron de colegio. La profesora de matemáticas me hizo la vida de cuadritos solo por ser nueva y “llegar de un colegio no privilegiado”. Me aplazó la materia al punto de tener que repararla en verano, nunca me dio chance de preguntarle cuando necesitaba ayuda. © Leonela Miralles Sanz / Reddit
  • Último año de secundaria, mi profesora de matemáticas me odiaba, a marzo derecho. Me preparé con un profesor particular durante 1 mes y le dije: “Si fueras a ponerme un examen y quisieras perjudicarme para que no apruebe, ¿qué ejercicio me darías?”. Me mostró uno que no tenía solución en el conjunto de números que estábamos estudiando y cuando fui a rendir el examen la bruja me dio exactamente el mismo ejercicio y se lo resolví como un campeón. Me dijo: "No sé cómo lo resolvió, pero váyase de mi clase ’Einstein’ antes que me dé un ataque de nervios. © Miguel Angel Ramos / Facebook
  • Mi hija reprobó matemáticas a pesar de ir a un tutor particular. Resultó que la profesora de matemáticas llamada Aldana no le corregía los ejercicios, solamente le ponía desaprobado. Después de mucho tiempo de no saber qué más hacer, en una de las aulas donde mi hija estaba dando el examen de matemáticas había otra profesora que revisó uno de sus test y corroboró que las respuestas estaban bien, incluso después de que Aldana ya le había dicho que estaba desaprobada. © Karen Carruega / Facebook
  • Mi profesora de matemáticas de la primaria, había estado locamente enamorada de mi papá. Pero para mi papá ella fue una persona insoportable, por eso nunca salieron. Todo el tiempo que estuve en su clase nunca saqué buena nota, incluso casi me reprueba. Hasta que mi mamá fue hablar con ella, y le dijo: “si le sigues poniendo notas incorrectas a mi hija por tu venganza, te voy a quitar el título de profesora”. © Denisse Cruz Guevara / Facebook
  • A mí me tocó una profesora de química en la universidad que se molestó porque pude responder todo su examen (ella no sabía que yo venía de estudiar la carrera de química en otra facultad, pero al elegir otra carrera no quise validar las materias, quise ver todo por si enseñaban algo más). Así que no me puso un diez, me puso ocho. Le pregunté por qué, me dijo que era imposible que yo sacara diez sin copiar. Le dije que podía repetir el examen frente a ella, pero no quiso, simplemente me dijo que, aunque no me había visto, sabía que yo había hecho trampa y por eso no me ponía el diez. Cuando le confesé que yo había estudiado en la facultad de química, me torció la boca y me dijo clarito: “Conmigo no pasas”. Y no me podía quejar porque a la señora hasta las autoridades le temían. Lo único que pude hacer fue pedir que, por favor, pusieran a otro profesor porque éramos demasiados alumnos para una sola maestra; y en eso sí pudieron ayudar. Tomé la materia con el otro profesor, que resultó ser muchísimo mejor maestro de química. Venía de la facultad donde yo había estudiado, un excelente docente, y así pasé mi materia. © Usagy Cheito / Facebook
  • Tuve una maestra en 5º grado de primaria a la que le caía mal. Solo ayudaba a la hija del director y sus amigas. En una ocasión, nos pidió un dibujo para el periódico mural. Yo lo hice, pero no me gustó e hice otro y una compañera me pidió mi dibujo y se lo di. Al entregárselo, solo escogió “el de mi compañera” y no el que entregué yo. © Viann Santos / Facebook
  • Cuando estaba en 4to grado, llevé a la escuela un pancito dulce que había hecho en casa para la colación. Pero cuando llegué vi que mi profesora no llevó para su desayuno así que le regalé mi pancito (yo en ese tiempo era bastante pobre, pasaba mucha necesidad en casa). Se lo di con todo mi amor, dejando de lado mi hambre. Pero al terminar la jornada de clases, me tocó vaciar el basurero y, entre la basura, encontré mi pancito. ¡Mi profesora había tirado lo que con tanto amor le había regalado! Me dolió mucho y hasta el día de hoy ese recuerdo me duele. © Pamy Palma / Facebook
  • Cuando terminé la carrera de Ingeniera en computación. Fabriqué un robot submarino controlado remotamente con un microprocesador. El submarino tomaba video y tenía un brazo robótico. Alcanzó los 250 mts de profundidad. Todo esto en el año 1993. Pero no gané el premio a mejor tesis. En cambio, se la dieron al hijo de un maestro que entregó algo que compró en “Radioshack”. La justificación fue que él la necesitaba más que yo. Ahora él trabaja en Motorola y yo: sin empleo. © Carlos Pérez Franco / Facebook

¿Cuál fue ese profesor que resultó ser una pesadilla en el colegio? ¿Qué te molestaba más de él?

Imagen de portada Mila Fran / Facebook
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