18 Viajes en taxi que bien podrían formar parte de una rutina de stand up
Abordo de un taxi se pueden desarrollar tanto dramas como sucesos cargados de humor. Los pasajeros o conductores son quienes tienen la suerte de llevarse a casa una de estas dos clases de anécdotas gratis. Algunos de ellos, quisieron compartir las experiencias que los hicieron reír durante o después de su trayecto con más personas, y nosotros no pudimos más que parar bien la oreja y abrir más los ojos.
En Ahora lo vi todo traemos para ti historias chuscas de viajes que merecen su propio especial de comedia.
- Trabajo como taxista. Subió un cliente, íbamos a la dirección indicada. Y cuanto más cerca estábamos del lugar, más entendía que había algún tipo de tránsito irreal: había autos por todas partes, muchos taxis, los estacionamientos a lo largo de las calles estaban ocupados, los atascos eran terribles. Le pregunté al pasajero: “¿Adónde vamos? ¿Qué está pasando aquí?”. Él respondió: “Aquí está Musk”. Me sorprendí tanto: vino Elon Musk, tanta gente quería verlo. Pensé que debería llamar a mis amigos. Pero cuanto más nos acercábamos a Musk, más me convencía de que algo andaba mal allí. Unos 5 minutos después, pregunté por Elon Musk y nos reímos durante mucho tiempo, ya que “mosque” (que suena parecido a Musk) significaba “mezquita” en inglés. © merin18437 / Pikabu
- Viajaba con un cliente, ya estaba anocheciendo, el pasajero de repente se agitó y dijo: “¡Acelera, nos persiguen!”. Había un auto igual al mío, solo que sin luces encendidas, que nos alcanzaba por detrás. Entonces arranqué con todo y me alejé del perseguidor. Llegamos a la dirección, dejé al cliente y vi que el auto perseguidor me había alcanzado después de todo. No tuve tiempo de irme, el hombre salió corriendo del auto y gritó: “¡Señorita, espere! ¡Apenas pude alcanzarla! ¡Dígame cómo encender las luces, este auto me lo dejó un amigo y no sé cómo prenderlas!”. Y la verdad es que conduciendo ese modelo de auto, realmente necesitabas conocer un truco especial para prender las luces. Nos reímos mucho con él después. © Eugenia Petrovich / Facebook
- En mis años estudiantiles, una noche regresábamos con mi novio después de una fiesta. Paramos a un taxista privado, y cuando abrimos la puerta, resultó que el conductor era nuestro profesor. No aceptó dinero y me puso excelente por el examen. Fue el mejor viaje de mi vida. © Mavka / Genial.guru
- Fue en los años 90. Mi esposo recién comenzaba a trabajar como taxista. Una vez llevaba a una anciana a su casa, y ella empezó a decir que no tenía dinero para pagarle, así que le ofreció que se llevara un par de kilogramos de zanahorias. Mi marido pensó un poco y aceptó. Un par de días después, la anciana lo denunció diciendo que le había robado. Fue así como mi esposo fue despedido de la empresa de taxis. © Oídoporahí — Aquí hablan de ti / VK
- Era temprano por la mañana, estaba lloviendo bastante fuerte, casi torrencialmente, y necesitaba ir al trabajo con urgencia. Salí del edificio, pedí un taxi, llegó un hombre amable, que de inmediato comenzó a preguntarme si tenía frío, si me molestaba la música, etc. Fue muy cómodo viajar con él, nada estresante. A la mitad del camino nos quedamos atrapados en un atasco, la lluvia era muy fuerte, la visibilidad era mala, por eso se armó un gran atasco de autos. Llegaba tarde, estaba nerviosa, me llamaban del trabajo, me empezaron a regañar. El taxista pidió que le pasara el teléfono, me sorprendió, pero se lo di. Él empezó a decirles a mis superiores que estábamos en un atasco, apenas podíamos movernos, es decir, que no era mi culpa en absoluto. Estaba tan sorprendida que ni siquiera tuve tiempo de agradecerle, ya que me había quedado pensando en lo genial que era que existieran personas así. ¡Y en el trabajo, los jefes no me dijeron una palabra! Si todos los taxistas fueran tan maravillosos como ese hombre. © Habitación № 6 / VK
- Una vez íbamos con amigos a una fiesta, no entrábamos todos en un auto, así que pedimos 2 taxis y fuimos por separado. La única persona que sabía dónde quedaba la fiesta estaba en el primer taxi. Los demás y yo nos subimos al segundo auto y le dijimos al conductor: “Siga a ese taxi”. Como en una película. Él sonrió y arrancó el auto. Todos llegamos a la fiesta. © TheD**ilsAdvokaat / Reddit
- Una vez fui a una entrevista y le dije la dirección al conductor. Me preguntó por un señor (que se suponía que sería mi jefe), si todavía trabajaba allí. Dije que sí. Me advirtió que tuviera cuidado con él y luego me dejó junto al edificio de la oficina. Me preguntaba todo el tiempo si realmente sabía de lo que estaba hablando. Finalmente conseguí el trabajo y, por supuesto, el conductor tenía razón. Terminé renunciando un mes después. © Kousawara2 / Reddit
- Vi a un amigo cargar una cabra en la cajuela de un taxi en Senegal. El conductor ni siquiera parpadeó. © sonsue / Reddit
- En el 2015, pedí un taxi por la noche, por teléfono, sin ninguna aplicación, y me llegó un mensaje: “El auto está encargado, le pedimos que baje. Lo espera un Mercedes gris”. Entonces no tenía mucho dinero, así que había elegido un auto supereconómico, pero vino un Mercedes. Pensé que tal vez era un auto viejo, destrozado. Salí, había un Mercedes de clase S, de cuero y caoba adentro, el conductor usaba un traje. Vaya, pensé que se habían equivocado. Pregunté: “¿Pedido para el señor González?”.
Taxista: “Sí”.
Yo: “¿Seguro que es la opción de viaje económica?”.
Taxista: “No hay otros pedidos y también necesito trabajar. Ya súbete”. © TwistZver / Pikabu - Soy una persona catastrófica. Una vez tiré una bolsa con las llaves del departamento alquilado a la basura de la parada del autobús. Quedaba a una hora de camino a casa. Tuve que volver en taxi y explicarle desesperadamente al conductor a dónde llevarme, y pedirle que no se sorprendiera de que me pusiera a buscar en los botes de basura. Afortunadamente, el conductor resultó tener sentido del humor y luego me invitó a una cita. © Oídoporahí — Aquí hablan de ti / VK
- Una vez me tocaron unas largas vacaciones, terminé con todos los quehaceres de la casa y quedé medio aburrida, así que decidí salir a trabajar de taxista. No puedo decir que me haya esforzado mucho, pero aun así me la pasé viajando todo el día. Una vez tomé un pedido de un restaurante en uno de los distritos de la ciudad. Un hombre salió y se sentó en el asiento trasero. Se quedó en silencio, y antes de llegar a la dirección, preguntó: “¿Para quién trabajas? Sé que eres de los servicios secretos, pero ¿quién te envió?”. Le dije: “Pague el viaje y salga del auto”. Tiró el billete y se fue. Sigo sin entender qué fue eso. © Gulnar Kasym / Facebook
- Llegué a una ciudad donde nunca había estado antes. Tomé un taxi desde la estación a la antigua, sin ninguna aplicación. Durante el viaje me puse a chatear, de vez en cuando sonreía. El taxista me miraba por el espejo todo el camino.
Cuando llegamos le pagué, y él me preguntó: “¿Tú te llamas Olen?”.
Respondí sorprendida: “Sí”.
Taxista: “¿Y cuál es tu apellido?”.
Ya me sentía un poco incómoda: “¿De dónde me conoce?”.
Taxista: “Tú y mi hermana menor, Elena, estudiaron juntas hasta el séptimo grado, y luego nos mudamos”.
Lo miré en estado de shock. ¿Quién podría reconocer en una señora de 30 años a una alumna de séptimo grado a quien pudo haber visto tan solo un par de veces?
Él se rio: “Pero es imposible no reconocerte, hasta sigues riéndote igual”. © Olen / Genial.guru - En el 1999 o 2000, trabajé de taxista con mi precioso auto nuevo. Tenía una clienta habitual que iba desde la última entrada de un edificio de nueve pisos hasta la primera entrada de un edificio de cinco pisos, que se encontraban casi pegados un edificio al lado del otro. La tarifa para la ciudad era la misma, siempre pagaba en su totalidad, y yo le preguntaba cada vez: “¿La llevo despacito o rápido?”. Ella respondía: “¡Como quieras!”. Sigue siendo un misterio por qué pedía un taxi para un viaje tan corto. © Eugenia Petrovich / Facebook
¿Viajas a menudo en taxi? ¿Qué es lo más loco o gracioso que te ha pasado abordo de este transporte?
Imagen de portada Eugenia Petrovich / Facebook
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