Ahora lo vi todo
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21 Historias de niños que dejaron a los adultos helados de miedo

Generalmente, las personas de mayor edad suelen ser los valientes de la casa, pero de vez en cuando los niños cuentan historias que podrían erizar la piel de cualquiera. Ya sea por intuición o imaginación, lo cierto es que no estaría de más dejar la luz de la casa encendida al leerlas.

  • Cuando estaba embarazada de mi hija, no podía decidir qué nombre ponerle. Una noche mientras dormía soñé que ella me decía: “Quiero llamarme Bárbara”. Al levantarme todavía recordaba el sueño y agarrándome la barriga le dije: “Lo siento, no me gusta ese nombre”. Cuando tenía 3 añitos, yo estaba de espaldas y ella me preguntó: “Mami, ¿por qué no me pusiste Bárbara?”. Me volteé sorprendida y le pregunté por qué me hacía esa pregunta, y ella respondió: “Porque ese nombre me gusta”. Ella no sabía lo del sueño. © Zaida Rodriguez / Facebook
  • Recordé que mi hijo mayor, cuando tenía más o menos 2 años, me decía siempre que él tenía otra familia, que era japonés y se sentaba en un cojín con las piernas dobladas e imitaba la forma de hablar de los japoneses. Hasta el día de hoy, a sus 38 años, es fanático de esa cultura. También tenía un amigo imaginario que se llamaba Felipe; un día revisando unos documentos, encontramos uno con el nombre del bisabuelo de mi esposo, que se llamaba Felipe. © Maria Caro / Facebook
  • El otro día estaba cambiándole el pañal a mi sobrino de 3 años. En eso miró para un costado y me dijo: “¿Qué está haciendo el abuelo Peto?”. Quedé impactada, porque él no conoció a mi abuelo. Mi hermana quedó embarazada meses después de que nuestro abuelo falleciera. Y no hay fotos en la casa, ni siquiera se habla de él. © Cindy Rodriguez Nazar / Facebook
  • Cuando falleció mi suegra mi esposo estaba deprimido y casi no hablaba. A la hora del almuerzo llegó mi hija de 2 años, se sentó en su regazo y le dijo: “papi, no estés triste porque Lupita (la abuelita) está en el cielo y nos está viendo”. © Elizabeth Rojas / Facebook
  • Mi madre falleció al mediodía en su casa, yo estaba con ella a dos kilómetros de distancia de nuestra casa, donde habían quedado mis hijos de 12, 11 y 9 años. Al regresar a casa por la tarde, apenas entré mis tres hijos me contaron que la abuelita Ana había ido a visitarlos. Que ellos estaban en la calle patinando y que la abuela los tomó de la mano y les dijo: “Váyanse a su casa”. Al preguntarles la hora, me dijeron que antes del almuerzo. Ellos no sabían que mi madre había fallecido y menos al mediodía; yo no los llamé para contarles, ya que les pensaba decir en persona que la abuelita que los amaba mucho, y que ellos también amaban, había fallecido. No lo podían creer y hasta el día de hoy, mis hijos ya de 45, 44 y 41 años siguen recordando que la abuelita Ana los visitó y los envió a casa a la hora que falleció. © Victoria Bonilla Aedo / Facebook
  • Un día mi hijo, que tenía 4 años, se puso muy triste. Le pregunté qué pasaba y me dijo: “Extraño mucho a mi abuelito, el papá de tu papá, que está en el cielo”. Mi abuelo falleció 7 años antes de que naciera mi hijo. Por cierto, mi hijo nació el 22 de noviembre, fecha en la que murió mi abuelo. © Fernanda Pastrana / Facebook
  • Mi hijo un día me dijo: “Mamá, tienes a mi hermana en tu vientre”. Y yo entre risas le pregunté quién le había dicho eso y él me respondió: “Mi abuelo”. Acto seguido fui a comprar un test solo por curiosidad, estaba embarazada y a los 5 meses me enteré de que era una niña, justo lo que mi hijo me había dicho. © Priscilla Albayay / Facebook
  • Desde que tenía 2 años, mi hijo menor decía que la “torre” (una antena de teléfonos) se parecía a la torre de los chinos que él recordaba. No le gustaba mirarla, decía que él había muerto en un choque. Luego decía: “Extraño mucho a mi tata José”; era mi abuelo, pero yo tenía 9 años cuando él falleció. Le pregunté si lo conocía y me dijo que sí. Como no he encontrado ninguna foto del abuelo, busqué en Internet un montón de boinas y mi hijo señaló exactamente la que era de mi abuelo. © Jennifer Campos Cariqueo / Facebook
  • Nos pasa muy seguido con mi hija desde que aprendió a hablar. Lo último que nos contó es que mi nieta de 8 meses y ella eran mejores amigas en el cielo y que se les permitió nacer en la misma familia para estar juntas. La conexión entre ambas es inexplicable. © Daniela Rodríguez / Facebook
  • Mi hija de 4 años siempre dice que su papá y yo morimos, y que ella se quedó con su abuela. Después le pregunto: “¿Pero cómo nos vamos a morir?”. Y me dice: “No, tú no. Mis papás de antes. Ellos murieron y yo quedé con la abuela”. © Krishna Kattiuska / Facebook
  • Cuando mi sobrina tenía dos años, vivía en un rancho sin Internet ni celular, apenas había televisión. Ella decía que tenía un amigo imaginario que se llamaba “Momo”, y eso fue en el 2010. Años más tarde se puso de moda el dichoso personaje Momo, qué casualidad/coincidencia. © Li Ann Contreras / Facebook
  • Cuando mi niña tenía 3 añitos, caminábamos por algunas calles y decía: “Miren, estas calles son igualitas a las de Guatemala”. Después en una tienda dijo: “Esta tienda es igual a las de Guatemala”. Nosotros somos de El Salvador y nunca hemos viajado a Guatemala, vivimos en Estados Unidos. © Nelly Romero / Facebook
  • Mi hijo de cuatro años recién cumplidos, una vez caminando cerca del cementerio comenzó a reírse y a decirme que le había mentido. Que su abuela (mi mamá) no estaba muerta, ni estaba en el cielo, ni en el cementerio. “¿Dónde está?”, le pregunté yo, pero él seguía riéndose y diciéndome mentirosa. La abuela había fallecido meses antes y tenían una hermosa conexión, aunque ella tenía un alzhéimer muy avanzado. Nunca me dijo dónde estaba su abuela, pero estaba muy feliz de que yo “le haya mentido”. © Nati Quidi / Facebook
  • Tenía un perrito ya mayor y cuando mi nieta tenía 6 años, me dijo: “Abuela, este perro se muere esta noche”. Yo le dije: “No me digas eso”, y me volvió a decir: “Este perro se muere esta noche”. Mi perro sí murió esa noche. © Julia Zamora Torrado / Facebook
  • Cuando mi hija empezó a hablar, tenía un añito de edad. Comenzó a decir que ella no tenía mamá porque se había muerto. A veces venían personas y le preguntaban: “¿Está tu mamá?”, y ella contestaba: “Yo no tengo mamá, mi mamá se murió”. Muchos me preguntaban si era cierto que su mamá había fallecido, y yo les decía que su madre soy yo. © Andrea Rodriguez / Facebook
  • Cuando mi sobrina, la mayor, era todavía muy pequeña, le dijo a mi mamá: “¿Por qué Brandy jala unas cadenas?”. Brandy era nuestra perrita y había fallecido varios meses atrás. © Fressy Jiménez / Facebook

¿Qué es lo más loco que te ha dicho un niño y te ha dejado con los pelos de punta?

Imagen de portada Zaida Rodriguez / Facebook
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