Ahora lo vi todo
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22 Ejemplos de que la paciencia es un ejercicio diario, sobre todo si trabajas atendiendo a personas

Trabajar en atención al cliente no es tarea fácil. Lidiar con los humores cambiantes de la gente puede ser todo un desafío, sobre todo si la persona en cuestión no está teniendo un buen día. Afortunadamente, siempre podemos terminar el día laboral riéndonos de lo sucedido y compartiendo anécdotas con nuestros seres queridos.

En Ahora lo vi todo nos tomamos las cosas con humor y seleccionamos algunas historias de trabajadores que no esperaban cruzarse con compradores inolvidables.

  • Una vez estaba en la caja atendiendo a una clienta. Después de 2 horas, esta mujer regresó con el cheque y dijo: “Me cobraste el paquete, pero era mi paquete, simplemente lo puse en la cesta cuando estaba seleccionando los productos. Devuélveme los 0,05 céntimos”. Se los devolví, y la mujer, diciendo lo mala que era nuestra tienda, se fue y agregó antes de salir: “¡Tuve que tomar un autobús desde el otro lado de la ciudad por tu descuido! Y eso es 25 céntimos de ida y 25 de vuelta”. Bueno, al menos recuperó los 0,05 céntimos. © goodmix / Pikabu
  • Mi jefe me escribió: “Qué gracioso este cliente, envió una lista de comentarios, pero hay solo un punto, y es una tontería”. Le respondí: “Pero ese punto dice ’reháganlo todo’”. © 4ShxQ5NJ8ClYY2X / Twitter
  • Trabajé como camarera. Una vez vino un chico con su hija pequeña y una esposa embarazada. La mujer fue al baño y el sujeto pidió la cuenta. Me quedé atónita cuando noté que él había escrito su número de teléfono y la frase “Llámame, bebé”. Le cobré, esperé a que regresara su esposa y le di la tarjeta y la cuenta. © k***4sleep / Reddit

“Incluso la caja tiene miedo de trabajar”

  • Un cliente se anotó para atenderse. Estábamos esperándolo, pero no venía y no venía. Llamó:
    —¿Cómo hago para encontrarlos?
    —Estamos en un centro de negocios tal y tal.
    —¿Qué? ¿Qué centro de negocios? ¡A mi alrededor solo hay fábricas!
    Empecé a entender:
    —¿En qué ciudad se encuentra?
    —En tal.
    —Disculpe, nosotros estamos en una ciudad completamente diferente. © PapaDenCustoms / Pikabu
  • Trabajo como reparador de electrónica en un centro de servicio. Vino una clienta:
    —¡Su dispositivo no enciende! ¡Lo compré hace un mes y dejó de funcionar ayer!
    —Solo se le terminó la batería. Cámbiela o use un adaptador y no tendrá ningún problema.
    —Joven, ¡no me diga qué hacer! Gasté mucho tiempo en venir aquí, ¡y encima es grosero conmigo!
    Ahí ya no pude soportarlo y sonreí. Porque claro, fui yo, un sinvergüenza, quien la obligó a venir aquí, en lugar de prestarle atención al indicador de batería agotada en la pantalla del dispositivo. © TrupDenazawra / Pikabu
  • Diálogo con una clienta:
    —¡No estás dándome lo que te pedí! Te pedí un calentador de 500 kW, ¡y este es de 480 vatios!
    —Señora, los calentadores de tal potencia no existen. ¿Tal vez se refiere a 500 vatios?
    —No me confundas, necesito un calentador de 500 kW para el baño.
    —Eso es una potencia enorme, tendrá un crematorio eléctrico con inodoro.
    —¡Nuestros inviernos son fríos! © HromoiHomyak / Pikabu
  • Trabajé en una carnicería. Todos los sábados, una mujer nos compraba 30 patas de pollo. ¿Parece una compra inofensiva? Ya quisiéramos. Exigía que pesaran exactamente un kilogramo. Cada vez, durante media hora, observaba cómo el desafortunado cajero elegía las patas por peso, y disfrutaba del proceso. © Sketchetic / Reddit

“El cliente más importante”

  • Trabajo en un banco, con préstamos. Hoy llegó un hombre todo despeinado y nervioso con su esposa. Se sentaron en mi escritorio y él, señalándome, le dijo a la mujer: “Aquí está mi amante, a ella le doy el dinero todos los meses”. Resultó que el hombre había decidido sorprender a su esposa y cerrar la hipoteca antes del verano, y los últimos 3 meses comenzó a hacer aportes de grandes sumas. Su esposa, al darse cuenta de que había menos dinero en el presupuesto familiar, pensó que su marido tenía una aventura y le armó un escándalo. © Argyntina19 / Pikabu
  • Trabajo en la oficina central de una gran red de hipermercados de nuestro país. Me ocupo de equipos y, a menudo, recibo cartas curiosas. La última: una mujer iba a demandar al hipermercado debido a que otro comprador la había chocado con el carrito. ¿La esencia del acto judicial? No había señales de límite de velocidad de carritos en la tienda. © Oídoporahí / Vk
  • Trabajo como abogado. Un amigo mío compró un teléfono en una tienda, pero se rompió en una semana. Vino a verme con los ojos como platos y me pidió ayuda. Le ofrecí una opción simple, funcional y gratuita. Mi amigo se asustó por la simplicidad y la gratuidad, y, por lo tanto, fue a ver a otro abogado, quien le puso un precio de 340 USD, siendo que el teléfono valía 450 USD. Como resultado, tenía 110 USD menos, pero estaba satisfecho porque un verdadero abogado se ocupó de su caso. © ProvincialLawyer / Pikabu

“Personas malas comprando”

  • Tenemos un cliente que inventó un ingenioso esquema para ahorrar dinero. Pasa cada producto de la canasta por separado. Y todo porque en nuestra tienda los centavos se redondean hacia abajo. Así que, nuestro ingenioso visitante generalmente viene una vez al mes, llena un carrito hasta el tope y pasa cada producto uno por uno. © goodmix / Pikabu
  • Trabajo en un lavado de autos donde tenemos un sistema de preinscripción. A menudo, los clientes guardan nuestro número en el teléfono, poniéndole mi nombre, y luego sus esposas enojadas me llaman para averiguar qué tipo de relación tengo con sus maridos. © Oídoporahí / Vk
  • Trabajé en un restaurante orgánico. Éramos conocidos por tener un gran menú dietético. Un día, un hombre vino a cenar y nos dijo que era alérgico a 11 grupos principales de alimentos, incluidos el maní, las avellanas y los piñones, los mariscos, los productos lácteos, las lentejas, los guisantes y el trigo. Como resultado, el hombre ordenó un bistec. Todo el tiempo que tardó en comérselo, yo estuve en guardia con un teléfono en la mano, listo para llamar a una ambulancia de ser necesario. © swansandelephants / Reddit
  • Una chica vino a elegir un vestido de graduación. Escogió el más pomposo: con volantes, lazos, incluso tenía plumas. Comenzamos a procesar la compra y ella dijo:
    —¿Y ahora pueden quitarle todo y ponerlo en paquetes separados?
    Hicimos todo, se lo empaquetamos, ella pagó y se fue. Estábamos tan desconcertados que ni siquiera le preguntamos para qué necesitaba todo eso. © tttt4uu / Pikabu
  • Trabajo en una confitería. Vino una mujer con medio pastel, dijo que su hijo había comido un pedazo el día anterior y que se sentía enfermo. Me entregó una caja, la abrí, la miré y apenas resistí no reírme. Era un pastel que se había hecho hacía seis meses. Lo guardaron todo ese tiempo. © Romiress / Reddit
  • Mi madre es florista. Una vez, un 8 de marzo, vino un comprador y le ordenó 2 ramos de flores. Uno para su esposa, y el segundo ¡para su amada gata! Dijo: “Ella también es una mujer, que al menos lo mordisquee”. © Oídoporahí / Vk

“Gus, un comprador increíblemente hermoso”

¿Cuándo fue la última vez que te sorprendiste con alguna situación inesperada en tu trabajo?

Imagen de portada Argyntina19 / Pikabu
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