Ahora lo vi todo
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22 Mascotas que en momentos parecen tener un intelecto mayor al de sus dueños

Nuestros amigos de cuatro patas son muy inteligentes y, en ocasiones, sorprenden tanto que nos pueden hacer dudar de que sean solo animales. Ya sea repitiendo lo que decimos muy claramente o percatándose de que nos burlamos de ellos, a veces parece que son más astutos que nosotros.

En Ahora lo vi todo, decidimos buscar en internet las experiencias de distintos usuarios que tal vez los hicieron pensar “¿Es esta mi mascota o una persona?”.

  • Le enseñé a mi perrita a seguir a las vacas de la casa y a detenerse en el momento en que se lo diga. Lo aprendió de bien adulta en un día y no se le olvida. Nunca le había enseñado un truco ni nada, jajaja. © Sandra Edith Lemunao Antilen / Facebook
  • Cuando empieza a ladrar dentro de la casa, le digo “vete a la azotea a ladrar” y enseguida corre hacia la azotea a ladrar. © Bbc Baños / Facebook
  • Tengo la impresión de que cada vez que llega el agua o la basura, la perra se asoma para pedirles que vengan a la casa. Siempre saca la cabeza por un hueco y ladra de un modo diferente. Una vez que se acercan, se recuesta o sigue con lo suyo. © Edu Ed / Facebook
  • Esperar que todos salgan de casa para destruir algo y luego fingir demencia. © Axel Arteaga / Facebook
  • Hace más de 15 años, teníamos un perro que se llamaba Bodoque. Cuando lo dejábamos en el patio, pero él quería salir a la calle, se alejaba unos metros del portón del patio para agarrar velocidad y corría hacia la puerta que se cerraba con un ganchito. Con el golpe lograba abrir el seguro y corría a la calle. © Sandra XC / Facebook
  • Cuando lo molesto y me río de él, sabe que me estoy burlando y busca venganza, como morder mis zapatos suavemente, intentar quitarme lo que tengo en las manos (cuando antes de reírme no lo había hecho) o pasar entre mis piernas. © Cathalina Petit / Facebook
  • Tenía un perro que separaba las croquetas por colores o sabores porque no le gustaban las verdes. No sé cómo lo hacía... © Karla Hernandez / Facebook
  • ¡Baila para que le den comida! ¡No importa si es frente a alguien conocido o no! © Nalle C Perez / Facebook
  • —¿Qué tienes en la boca?
    Empieza a correr, y yo detrás de ella. © Marisol López Aguirre / Facebook
  • Para intentar abrir la puerta de la casa con sus patas, mi gata golpea las llaves, y cuando las hace sonar con sus patas, empuja la puerta. Claro que no la abre, pero cuando llegamos y abrimos con la llave, ella empuja la puerta y así logra su cometido. © Estephany Mesinas / Facebook
  • Le cierro la puerta del cuarto y busca la manera de llegar a la ventana para verme. © Caroline Curilla / Facebook
  • Mi abuelita tiene pollos, pavos y otras aves de granja; cuando se pelean con los animalitos de la vecina, mi abuelita le grita a uno de los 4 perritos que tenemos: “¡Roro, ve a separarlos!”, y él corre entre los dos bandos de aves (sin lastimarlas), las divide y las lleva a casa. Si él ve que están peleando o en problemas, va por ellos por voluntad propia. © Tete Santiago / Facebook
  • Teníamos un caballo, creció huérfano. Para diciembre, los días eran muy fríos y pasaba la noche en un cuarto. En unos meses, aprendió a abrir la puerta. Salía a media noche, comía el pasto que era para todo el día y cerraba de nuevo la puerta. Él se hacía el que no sabía quién se comía su pasto. © Hery Mendoza Fdz / Facebook
  • Mi perrito colocaba los brazos solito para que le pusiera su ropita, y no le gustaba la suciedad, por lo que nunca se acostó en la tierra, y cuando lo sacaba a pasear, como no le gustaba tocar el piso, lo tenía que cargar. © María Martínez Matamala / Facebook
  • Cuando tiene sed, rasguña el garrafón para que me dé cuenta de que se quedó sin agua. © Claudia Nolasco / Facebook
  • Mi chihuahua observa que tomo su toalla y corre a esconderse (sabe que la voy a bañar), no hay manera de engañarla para que salga de su escondite. © Abril Garza Pérez / Facebook
  • Mi gato ve la televisión. Le gustan las películas animadas y los videojuegos. © Dann Kraken / Facebook
  • Me acuerdo de que, cuando era niña, adoptamos a una paloma, era una pichona. Creció con una gata, una perrita y dos cotorras, aun así era la líder de todos y si alguien se pasaba de listo, ella los atacaba a todos. © Kim Sam Soon / Facebook

¿Qué hace tu mascota que te hace pensar que tal vez es más humana de lo que parece?

Imagen de portada Kim Sam Soon / Facebook
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