Ahora lo vi todo
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24 Pruebas de que para adoptar a un niño se debe entregar toda el alma

Adoptar a un niño es quizá uno de los más grandes actos de bondad que alguien puede hacer, porque nace desde el amor. No importa la forma en que un hijo pueda llegar a tu vida, lo cierto es que tenerlos es una gran hazaña y una decisión hecha por los más valientes, quienes se apoyan de la bondad, la empatía y la comprensión para tratar de formar niños felices y adultos sin heridas emocionales. Como estos ejemplos que recopilamos.

  • Estoy criando a un chico adolescente. Prácticamente tuve que batallar para sacarlo de una familia disfuncional. Cuando él aún vivía allí, una vez se enfermó y les llevé a él y a su hermana una bolsa enorme de dulces, frutas y vegetales. Su madre biológica tomó todo y lo escondió, según ella dijo, de su padrastro. Más tarde resultó que el chico no había recibido nada en absoluto, todo fue comido por su hermana y su madre. Cuando comenzó a vivir con nosotros, iba a la cocina y se llenaba furtivamente los bolsillos de dulces y frutas. Lloré durante mucho tiempo cuando me di cuenta de eso. Pero luego le enseñé a no hacerlo más. Si quería algo, podíamos comprarlo para él. Le tomó un tiempo sentirse amado y necesitado. © Majja Borgwardt / Facebook
  • En 2013, estaba embarazada de mi primera hija. En las últimas semanas comencé a soñar con ella. Y ya cerca del parto, soñé que caminaba por una especie de muelle, llevando en brazos a una niña de un mes. Estaba segura de que era mi hija. ¡Pero una niña de 2 años, también mi hija, me sostenía de la mano derecha! Caminábamos lentamente, mirando a lo lejos. Una imagen de una hermosa puesta de sol rosa y naranja se grabó en mi cabeza... Luego, una niña de cabello oscuro de entre 8 y 10 años estaba sentada en la parte izquierda del muelle. Me dijo: “Mamá, ¡¿por qué tardas tanto?! ¡Llevo mucho tiempo esperando!”. Entonces yo no sabía que ese sueño era profético. Después de 6 años, nos llevamos a vivir con nosotros a Polina: esa misma chica de cabello oscuro. © nastmel / Pikabu

“Un año y medio después de mi adopción. Mi mamá y yo”.

  • Hace 16 años adopté a un niño de 4 años. Me convertí en madre soltera. Los dos vivíamos bastante felices, hasta que mi hijo, a los 11 o 12 años, se enteró de la adopción. Llegó a casa sollozando. En casa, logré convencerlo de que no era cierto: era demasiado pequeño para aceptarlo. Supo la verdad por mí a la edad de 20 años, en una conversación sobre su adicción revelada. Le di información sobre su madre biológica y le di una opción. Lloró toda la noche en su habitación, y yo en la mía. Y a la mañana siguiente me dijo: “Solo tengo una madre. Eres tú. ¡No necesito ninguna otra!”. Después de eso, dejó su mal hábito para siempre. © Taty Paty / Facebook
  • El año pasado adopté a un niño con autismo de 5 años con graves deficiencias en el habla. Su madre tenía una enfermedad mental y él no tenía hogar antes de que lo acogieran. Cuando la policía lo encontró, hacía muchísimo frío, y deambulaba por la calle solo con un pañal. Ahora lo amo locamente. Solo tengo 27 años y tengo que renunciar a mucho para ser papá: el pequeño no puede ser llevado a una tienda ni a un lugar ruidoso ni lleno de gente, y me cuesta encontrar una niñera. Pero no me arrepiento ni por un segundo de haberlo adoptado. © meepmopmeepmop / Reddit
  • Adopté a una niña de Asia de 6 años, más o menos de la misma edad que mi hija biológica. Era una niña inusualmente diligente, pero tendía a ocultar sus emociones. Le iba bien en la escuela, se graduó de una buena universidad y se casó con un gran chico. Pero insistió en mantener mi apellido, porque “fue muy difícil conseguirlo”. Ahora sigue sin mostrar muchas emociones y simplemente avanza por la vida. Pero estoy muy orgullosa de ella y la amo mucho. © Pablo-on-35-meter / Reddit
  • Unos vecinos que tenían más de 30 años y no habían logrado tener un hijo durante mucho tiempo adoptaron a un niño de 4 años. Las ancianas del barrio discutieron acaloradamente esta noticia y se calmaron. Pasaron 3 años, y mi vecina dio a luz a una niña. Una vez, el chico estaba volviendo a casa, cuando una de las ancianas corrió hacia él y comenzó a decir lastimeramente:
    —Pobre huérfano, ¡qué mala suerte tienes!
    El niño se quedó atónito y preguntó qué le pasaba. La anciana, en respuesta:
    —Tus padres adoptivos ahora van a tener una hija y te enviarán a un orfanato.
    Los gritos y los llantos que siguieron fueron escuchados por todos los habitantes del edificio. Cuando el padre del pequeño fue corriendo a explicarles a las ancianas que no debían hacer cosas así, no les importó. Y el niño creció y se convirtió en una excelente persona, trabaja, se casó y tiene dos hijos. © Puhpuhpuh / Pikabu
  • Nos llevamos a nuestra hija mayor cuando tenía ocho años y medio. Mi suegra y mi madre se quejaban y decían que nada nos saldría bien, pero no trataban mal a la niña. Ahora tiene dieciséis años y medio. Se graduó temprano de la escuela y está estudiando en el primer año de la universidad, eligió la especialidad de medicina. Sus abuelas han olvidado hace mucho tiempo que ella no es su nieta biológica y compiten mimando a su querida nieta. Y nosotros... Ella es nuestra vida, al igual que los gemelos más pequeños que tuvimos después. © Marina Russovskaya / Facebook

“Me enteré de que fui adoptada. Pero me gradué de la escuela un año antes que los demás, gané una beca y me convertí en la mejor estudiante del año”.

  • Mi directora perdió a su único hijo. Pasó por momentos muy difíciles, incluso se le cayeron todos los dientes por los nervios. Entonces ella y su esposo decidieron adoptar a un niño. En uno de los orfanatos vieron a una niña. “Es mía, simplemente lo es”, dijo ella sobre la pequeña. Conocieron a la niña, hablaron y su marido se agarró la cabeza: tenía una amiga, no quería irse sin ella. ¿Cómo criar a ambas a los 52 años? Pero se decidieron. Han pasado muchos años, las chicas son geniales, aman mucho a su mamá y a su papá. La mayor ha terminado los estudios, está trabajando, la menor todavía está estudiando. Y aunque al principio fue difícil porque las niñas tenían un montón de enfermedades, ahora sus padres no tienen idea de cómo podrían vivir sin ellas. © Elena Neviditsina / Facebook
  • Mi esposa y yo ya no somos jóvenes, así que decidimos adoptar a un niño mayor. Terminamos con una niña problemática de 13 años. Estaba enojada con todo el mundo y con su madre biológica, le gritaba a mi esposa que la odiaba. A veces pensábamos en renunciar a todo, pero nos hacíamos la pregunta: ¿y si fuera nuestra hija? Y continuamos luchando por ella. Pasó un año y medio. Estábamos conduciendo hacia algún lugar y, de repente, esta niña dijo: “No quiero volver con mi madre biológica. Quiero que seas mi papá”. Y yo, un hombre adulto, me puse a llorar. © AberrantCheese / Reddit
  • Uno de nuestros hijos tenía 5 años, el otro, 3, y todavía no teníamos una hija. Así que decidimos adoptarla. En Francia nos enamoramos de una bebé de 2 años con fascinantes ojos azules y rizos gruesos. Pero ella no quería separarse de la gente y del entorno lingüístico en el que vivía. Cuando regresamos con ella a Londres, la niña sollozaba, gritaba y hasta tuve que mostrarle los documentos de adopción para convencerla de que no la habíamos secuestrado. Tampoco fue fácil en casa, ya que mi esposo y yo teníamos un conocimiento limitado del francés que habíamos aprendido en la escuela, y sus nuevos hermanos no lo hablaban en absoluto. Pero ahora que ha crecido, ella misma se ha convertido en una madre adoptiva y no podemos imaginar nuestra vida sin ella. © Anonymous / Quora
  • Tengo una amiga y ella tiene un padre. Es una familia idílica, su papá mima mucho a mi amiga y a su hermana. Una vez, cuando yo estaba de visita en su casa, sonó el timbre. Me pidieron que abriera, ya que todos estaban preparando la comida, y yo era la única que holgazaneaba. Abrí y había un hombre en la puerta.
    —Hola, vengo a visitar a mi hija.
    —¿A Luz? —dije, refiriéndome a otra amiga que estaba allí.
    —A Polina...
    —Pero Polina tiene papá y él está sentado en el sofá.
    Entonces mi amiga me apartó a un lado, y le dijo al hombre que pasara. Confundida, seguí a Polina a la cocina. Y bueno, por supuesto que hice la pregunta. Y recibí la siguiente respuesta: “Mi papá es mi papá, y ese hombre es solo mi padre biológico”. © GvinevraFlame / Pikabu

“En junio, recibí para el Día del Padre un regalo creado por mi hermosa esposa y mis dos maravillosos hijastros. Me hicieron muy feliz”.

  • Mi amiga tenía dos hijas, pero su esposo falleció pronto. Comenzó a salir con otro hombre y tuvo otra hija con él. Durante toda su vida, nunca hubo una diferencia para él entre ellas. Las tres hijas son suyas y punto. Todas las recompensas y los castigos eran iguales. Las niñas ni siquiera recordaban que tenían padres diferentes. Tenían entre 8 y 9 años cuando le gritaron algo a su papá en la calle. Y una vecina las llamó y les preguntó: “¡¿Por qué lo llaman papá, si son personas extrañas para él?!”. Se echaron a llorar y corrieron hacia la mamá, quien lo confirmó todo. Y les dijo que les tocaba a ellas decidir cómo llamarlo. Les preguntó: “¿Alguna vez las trató mal?”. “No”. “¿Siempre les compró juguetes?”. “Sí”. Y después de todas estas preguntas, una de ellas de repente gritó: “¡Yo seguiré llamándolo papá!”. © superneo / Pikabu
  • Una vez, estaba conduciendo con mi padre en el auto. Estaba al volante, tenía 25 años, y él me dijo:
    —Una vez, en una hermosa mañana como esta, supe que mi papá no era mi padre biológico.
    Quedé tan impactado que casi causé un accidente. —Y mi padre prosiguió:
    —Cuando estaba en noveno grado, mi tía vino a visitarnos y nos dijo que mi madre se había casado por segunda vez cuando yo tenía 1 año. Su nuevo esposo me adoptó y me dio su apellido. Y como viajábamos mucho por su trabajo, todo siempre estuvo bien.
    Según mi padre, entonces se escapó de su casa durante un mes, llegó a otra ciudad, donde fue atrapado por la policía y regresó a su casa. Y luego se dio cuenta de que un padre es aquel que estuvo allí para ti durante toda tu vida y te crio. © asyarmak / Pikabu

“Quería compartir esto. Mi increíble padre adoptivo”.

  • Siendo estudiante de medicina, mi madre hizo una pasantía en un centro quirúrgico para niños. Me contó que los turnos de noche eran amenizados por un niño abandonado de un año, que estaba ahí solo. Tenía una pierna más corta que la otra. Aquel solcito no dormía bien y siempre acudía al puesto para “ayudar”. Se le permitía clasificar trozos de papel, y una amplia sonrisa nunca abandonaba su rostro. Después de algún tiempo, una de las aprendices lo adoptó. Dijo que un sol así debía brillar para todos y no marchitarse en un orfanato. © Oídoporahí / Ideer
  • Adoptamos a un adolescente de 12 años. Era grosero, todos los días llamaban desde la escuela y nos informaban sobre sus nuevas faltas de conducta. Mi esposo y yo nunca lo regañábamos, pensábamos que pronto mejoraría. Pasaban los meses, pero el comportamiento de nuestro hijo dejaba mucho que desear, y mi esposo perdió los estribos. Se volvió bruto, estaba siempre enojado, y luego de otro episodio con el chico: “Hubiera sido mejor tener un perro que esto”. Mi alma se partió en dos, pero me contuve. Y al día siguiente vi a mi esposo con un cinturón sobre mi hijo, que estaba llorando, y escuché un ultimátum: “O él o yo”. Han pasado 3 años. Ahora tengo un esposo amado y el mejor hijo de todos, que finalmente me llama mamá. Y de aquel hombre me divorcié un mes después de ese incidente. © Oídoporahí / Ideer

“Esta mañana, mi hijastra de 16 años me entregó esto: ’Papá, no fuiste tú quien me dio la vida, pero la vida me dio a ti. Eres el mejor padre que pude tener. Hagámoslo oficial, ¿me adoptarías? Tal vez para el mundo solo seas una persona, pero para mí eres el mundo entero’”.

  • Mi esposo y yo adoptamos a dos niños y a su hermana. La pequeña comenzó a leer a los 3 años, prácticamente devoraba capítulos enteros de los libros. Sorprendía a la gente con sus brillantes comentarios. Pero esos ataques de ira... Nuestro perro tardó casi un año en empezar a confiar en ella, y en un momento la niña me pateó tan fuerte en los labios ¡que pensé que me iba a quedar sin dientes! Ella nunca se comportaba violentamente con mi esposo, y yo lloraba pensando que estaba haciendo algo mal. Nos ayudaron las consultas con un psicoterapeuta. Me recordó que la niña había sido maltratada por su madre y por eso no confiaba en las mujeres. Ahora tiene 10 años y se parece a mí. Es como si siempre hubiéramos sido una familia. © vampiratemirajah / Reddit
  • Vivimos con mi esposo en Canadá. En los 90 decidimos adoptar a un niño, pero los trabajadores sociales se pusieron tercos. Yo trabajaba como programadora de sistemas, y para ellos eso era un inconveniente: hubiera sido mejor que no trabajara. Y entonces decidimos adoptar a un niño de mi país de origen, Polonia. El pequeño resultó ser problemático: no miraba a los ojos, se calmaba solo cuando lo mecían. Además, tenía labio leporino y paladar hendido, por lo que no podía comer con normalidad, y le entraba leche en los pulmones. Pero nos arriesgamos y lo adoptamos. Y hace poco este “pequeño” se graduó de la universidad y ahora tiene una sonrisa maravillosa. © Dawna Lohbihler / Quora

Es tu turno. Cuéntanos cuál ha sido el acto más grande de amor que mamá, papá, hermano(a) o hijo(a) ha tenido contigo.

Imagen de portada AberrantCheese / Reddit
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