“Ama todos los días como si fuera el último”, la historia de cómo Liam Neeson se enamoró y perdió a su esposa
Con la pérdida de un ser querido viene el duro duelo de seguir adelante con nuestras vidas sin esa persona, de embarcarnos en un viaje de sentimientos encontrados y confusas nuevas rutinas que, al principio, parecen no tener una razón de ser. Con el tiempo, aprendemos a lidiar con el dolor, y a aceptar que no importa lo que fue, sino aquello que prevalece: nuestra memoria, y lo que podemos hacer para honrarla. Aunque fue golpeado por la dura realidad de perder a su otra mitad, el actor Liam Neeson encontró fortaleza en el recuerdo de su difunta esposa.
La actriz Natasha Richardson es fácilmente reconocida por su rol en Juego de Gemelas, pero para Neeson ha sido y siempre será el alma que lo complementa, y en Ahora lo vi todo nos conmovió la historia de esta pareja lo suficiente para desear compartirla. ¿Te sumas?
Esta historia de amor comenzó sobre un escenario
La obra de teatro Anna Christie estaba en escena, llevada adelante por Natasha Richardson, una actriz con un enorme legado a sus espaldas, pues provenía de una familia de artistas legendarios. Liam Neeson, el coprotagonista, era un actor que, por así decirlo, recién empezaba. La química entre los dos fue irresistible. Tanto que contrajeron matrimonio un año después. Ese mismo año, rodaron su primer filme juntos, llamado Nell (1994).
A Liam, las cosas le estaban yendo muy bien, ya que en 1993 había protagonizado la icónica película La lista de Schindler, papel por el cual fue nominado a un Óscar como mejor actor. Mientras tanto, Natasha se mantenía ocupada en diversos trabajos, uno de ellos fue la divertida cinta infantil Juego de gemelas; sin duda, uno de sus papeles más recordados.
Como fruto de su unión, nacieron dos hijos: Micheál y Daniel. Nada en la familia hacía sospechar que llegarían tiempos difíciles. No obstante, las circunstancias cambiaron de un día para otro.
Y de pronto, todo cambió
Transcurría el año 2009. Liam Neeson estaba rodando en Toronto, Canadá. Su esposa se había ido unos días a disfrutar de la nieve. Mientras recibía una lección de esquí, se resbaló, cayó y golpeó su cabeza. Al principio, el accidente no parecía grave.
Eso fue lo que ella le dijo a su marido cuando lo llamó para contarle lo que le había pasado. Pese a ello, fue ingresada al hospital por precaución. Cuando el actor llegó al lugar, Natasha se encontraba en coma. Y nunca más volvería a despertar.
Tiempo después, durante una entrevista, Neeson recordó esos duros momentos: “Fui a su lado y le dije que la amaba. Le dije: ’Cariño, no vas a salir de esta. Te golpeaste la cabeza. No sé si puedes oírme. Te llevaremos de regreso a Nueva York y todos tus familiares y amigos irán a despedirse’. Así fue”.
Se puede salir adelante aunque todo cambie
Cuando Natasha falleció, Liam estaba preparándose para interpretar uno de los roles que más ansiaba, el que sería el puntal de su carrera. Junto a su antiguo director, Steven Spielberg, harían Lincoln. No obstante, a raíz de lo sucedido, decidió dejar el papel, pues la inspiración para hacerlo se había esfumado. De todas maneras, eso no significó que dejara de trabajar en otros personajes igual de interesantes y complejos.
Más tarde, confesó que fue justamente enfocarse en su carrera lo que lo ayudo a superar la pérdida. “Creo que sobreviví refugiándome en el trabajo. Sé cuántos años tengo. Así que me quedo con el entrenamiento, me quedo con el trabajo”.
Cada quien encuentra su manera de superar la perdida. Y para Liam, fue mantenerse activo. No se detuvo y pudo cosechar una larga lista de filmes exitosos.
Unos años antes de la tragedia, el actor trabajó en Realmente amor, donde se había puesto en la piel de un hombre viudo a cargo de un pequeño niño. Nadie nunca imaginó que ese personaje se volvería realidad. Y al igual que ese personaje ficticio, él finalmente logró enfrentarse a las dificultades y volver a sonreír con la ayuda de su hijastro.
Liam Neeson pudo salir adelante gracias a su familia y a los papeles que tanto amaba interpretar. Y así fue como deslumbró a miles en filmes como Furia de titanes, Brigada A y Las crónicas de Narnia, donde hizo la voz del león Aslan.
Tal vez homenajear a su esposa en cada uno de sus papeles fue parte de lo que lo ayudó a sanar. Por ejemplo, en la comedia dramática Una villa en la Toscana, estrenada en 2020, Liam personifica a un hombre que pierde a su mujer. En una entrevista, él comentó que al leer el guion, pensó: “Dios mío, esto me identifica mucho. Sentí un revuelo en el estómago, pero pensé que sería genial hacerlo y hacerlo con mi hijo”.
Y así fue, porque como su padre, el joven también es actor. Y para honrar a su madre artista, decidió utilizar su apellido, por eso en el mundo artístico se lo conoce como Micheál Richardson.
“Dicen que lo más difícil es perder a un ser querido”, dijo el actor. “Mi esposa me trajo tanta alegría. Ella era mi todo. Esos 16 años de ser su esposo me enseñaron a amar incondicionalmente. Tenemos que detenernos y estar agradecidos por nuestros cónyuges. Lo que aprendí más que todo es, vivir y amar todos los días como si fuera el último”.
Si bien Liam Neeson no volvió a formar pareja, supo encontrar la forma de afrontar el dolor y regalarnos esas historias en películas que vemos una y otra vez. Descubrió que su manera de sobrellevar la pérdida fue concentrarse en lo que amaba: actuar. Algo de lo que seguramente todos podríamos aprender.
¿Has perdido a un ser querido? ¿Cómo lidiaste con ese duro momento?