Guarda su antiguo corazón en una bolsa de plástico después del trasplante y esta es la razón
Una mujer de Nueva Zelanda se está volviendo viral después de revelar que guarda su antiguo corazón en una bolsa de plástico. Esta es la conmovedora razón detrás de esto.💖
Jessica Manning, una joven de 29 años que se destaca en TikTok, utiliza las redes sociales para compartir su historia y las dificultades de salud que ha enfrentado desde su infancia. Desde que nació, ha vivido con seis defectos cardíacos simultáneos, y a los 25 años tuvo que someterse a un trasplante de corazón.
Sin embargo, lo que llama la atención en sus videos de TikTok es el curioso detalle de que guarda su antiguo corazón en una bolsa y lo muestra a menudo a sus seguidores, mientras cuenta anécdotas como su creencia de que el órgano estaba hecho de “masa de galletitas”.
“¿Podemos verlo todo?”
“Como se puede ver aquí hay un poco de cosas sin vida”
Jessica reside actualmente en Nueva Zelanda y su cuenta de TikTok cuenta con casi 80.000 seguidores de todo el mundo. En esta plataforma, utiliza un estilo fresco y evita el dramatismo para compartir videos y fotos en los que relata su historia y hace reflexionar sobre casos similares.
Tanto en su cuenta de TikTok como en Instagram, se pueden encontrar numerosas imágenes de Jessica cuando era niña, así como también de su estancia en el hospital cuando era mayor. Una de las fotos la muestra en la cama del hospital, a punto de someterse a un trasplante. También hay varios videos recientes en los que demuestra gozar de buena salud. Sin reservas, habla detalladamente sobre su historial médico y muestra con orgullo las múltiples cicatrices que atraviesan su torso.
En uno de sus videos más populares, Jessica condensó su historia de vida. Desde que nació, tuvo que enfrentar seis defectos cardíacos y someterse a múltiples cirugías a corazón abierto desde muy temprana edad. A los 19 años, sus problemas cardíacos se agravaron aún más, y a los 22 años, una grave gripe “destruyó” su corazón. Además, le diagnosticaron una enfermedad hepática grave.
Estas circunstancias llevaron a que, a los 25 años, Jessica necesitara un doble trasplante, tanto de corazón como de hígado, una operación que conllevaba un riesgo de mortalidad del 60%, según sus propias palabras. Después de la intervención, pasó 53 días en cuidados intensivos y 20 en rehabilitación cardíaca.
A pesar de todas las dificultades, el doble trasplante resultó exitoso, y ahora Jessica utiliza sus redes para compartir su historia y crear conciencia sobre la donación de órganos y las enfermedades cardíacas. Su objetivo es educar a las personas sobre estos temas importantes.
En un sentido educativo, Jessica suele mostrar a sus seguidores su antiguo corazón. A pesar de lo que la mayoría de la gente imagina, ella misma admite que el órgano no es “rojo ni tiene forma de corazón”. Más bien, es una masa amarillenta y dilatada que se encuentra en una bolsa de plástico sellada al vacío.
Muchos seguidores le preguntaron a Jessica por qué guardaba y llevaba consigo su antiguo corazón después de tanto tiempo. Ella explicó que, cuando se lo extrajeron, fue enviado a un instituto para su análisis. Una vez que la investigación científica sobre el órgano concluyó, ella solicitó que se lo devolvieran, principalmente por un motivo muy conmovedor relacionado con la gratitud. “Cuando compre mi propia casa, planeo enterrar mi corazón en el jardín y plantar un árbol en honor a mi donante”, confesó Jessica, con profundo sentimiento.
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